La literatura albanesa propiamente dicha se inició en el siglo XVII cultivada por sacerdotes católicos formados en Italia o por emigrantes refugiados en el sur de Italia y en Sicilia como Lekë Matrënga, Nikollë Brankatim Nikollë Filja, Nicollë Këta, Zef
Paloma Sánchez-Garnica
Premio Planeta 2024 por "Victoria" y
Beatriz Serrano finalista con su novela "Fuego en la garganta"