Entrevista a Maria Tena, escritora

Quién es María Tena? Sé que ha ocupado diferentes cargos dentro del ámbito de la cultura un currículo demasiado extenso y un honor poder realizarle la entrevista…¿actualmente dónde desarrolla sus funciones?Ese currículo tan extenso lo único que quiere decir es que soy mayor y que soy muy inquieta. Pertenezco a un Cuerpo de funcionarios que te permite moverte por la Administración como si fuera tu casa y, durante mucho tiempo, cambiaba de puesto cada tres años. Odio la rutina.  Ahora trabajo en Secretaría de Estado de Cultura en la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas pero intento no dejar de lado mi vocación literaria. Eso incluye dar algún taller literario y encerrarse por las noches y los fines de semana a escribir ficción, hacer colaboraciones editoriales, traducir etc.

¿Qué es lo que desea transmitir a los escritores con sus enseñanzas? Cada vez estoy más convencida de que escribir o llegar a ser escritor depende no solo de querer serlo, sino de ser capaz de sostener ese deseo a través del tiempo. Una cabezonería que implica estar solo muchas horas y sobreponerse al desánimo y a los fracasos.

¿Cree que el cargo de bibliotecario o la escritura son vocacionales? Le diría: “defíname vocación”. Esa palabra siempre me ha sonado a llamada religiosa. En nuestras elecciones personales (y me refiero a bibliotecarios y escritores) se mezcla la educación, alguna chispa de talento para el oficio, algo de afición a la letra escrita y al silencio… ¿es eso la vocación?

¿Desde qué momento supo que también quería dedicarse a la escritura? No hubo un momento pero suele suceder cuando lees sin parar. Mi madre era poeta, mi padre siempre traía escritores a casa. Haber tomado tortilla de patata con Vargas Llosa o con Bryce Echenique pudo marcarme pero creo que fue leer a Machado, a Lorca, a Neruda cuando era muy pequeña. Y alimentarme desde que nací de los exquisitos poemas de mi madre.

¿Cuántas novelas ha escrito y qué podría destacar de cada una de ellas? He escrito cinco novelas, he publicado tres. En cada una he dejado parte de mi vida, todas me han dado muchas satisfacciones. “Tenemos que vernos” es sobre la pareja y las amigas malas, “La vida al borde” es sobre la enfermedad, “Todavía tú” es sobre la persistencia del amor. “La fragilidad de las panteras” es sobre la familia. “Después de Shanghái” es un peculiar viaje al exotismo.

¿Cuál es su método de trabajo? ¿Y su lugar preferido para trabajar? Si hablamos de literatura cada novela es un mundo y mi método es entrar a ese mundo con cautela peo con decisión. Y sobre todo no tener prisa. Que las ideas y las emociones se vayan poco asentando en el cerebro, en el corazón para que puedan convertirse en historias potentes.

¿Tuvo problemas a la hora de contactar con una editorial que publicara sus novelas? Escribí a muchas y tuve la suerte que me publicara una de mis preferidas. Nada menos que Anagrama.

¿Qué podría destacar de los personajes de sus novelas? ¿Se siente identificado con alguno de ellos? Claro, les he dado tantas vueltas que, como decía Flaubert “Madame Bovary soy yo”. Los personajes que creamos son lo que hemos vivido. Princesas y monstruos convenientemente aliñados, masticados y digeridos.

De los premios que ha recibido a lo largo de su trayectoria profesional, ¿cuál le hizo más ilusión recibir?Pues lo tengo muy claro y, curiosamente, no es un premio literario: la Medalla al Mérito Constitucional que me dio mi querido Francisco Tomás y Valiente cuando trabajé con él en el Tribunal Constitucional.

¿Qué es lo que desea transmitir a través de sus novelas? No lo tengo racionalizado. El impulso es contar una historia que te emocione y que pueda conmover al lector. Algo limpio, no muy largo, directo y fuerte. Bien contado. Con eso me conformo.

¿Pueden ser leídas por cualquier tipo de público? Público adulto que no tenga miedo a los secretos inconfesables.

¿Cuánto tiempo dedica a documentarse, escribir, etc. y dar por finalizada una novela? En eso no tengo recetas. Cada novela requiere su tiempo. Es como un huevo pasado por agua. No se puede sacar del agua ni antes de tiempo ni después.

¿Ha tenido algún maestro o alguna persona que le haya ayudado a lo largo de su trayectoria literaria?Siempre digo que conocer a Luis Landero fue fundamental en mi carrera literaria. Le admiro como escritor y también por cómo vive su oficio, su particular pasión literaria.

¿Qué piensa del trato que se tiene con la cultura en general en este país? Los españoles no acabamos de darnos cuenta de la riqueza que tenemos entre las manos. La cultura nos hace libres y es parte de nuestras señas de identidad en un mundo cada vez más uniforme, más globalizado. Un capital inmenso que tampoco los políticos acaban de saber poner en valor.

¿Cree que las redes sociales y las nuevas tecnologías van a hacer que poco a poco se pierda el formato papel para los libros? Por ahora no, el libro fue un gran invento y lo sigue siendo. En mi caso para el placer, libro de papel, para el trabajo, pantalla, para los manuscritos inéditos, Kindle. Ninguno de ellos excluye al otro.

¿Qué consejo le daría a un escritor novel que quiere adentrarse o publicar su primera novela? Que lea mucho (También libros de técnicas literarias), que se acostumbre a estar solo y a tener paciencia.

¿Qué piensa de Alquibla, https://www.alquiblaweb.com, como página de difusión de la cultura? Muy interesante. Una plataforma llena de futuro. Enhorabuena.