El escritor Juan Carlos Rodríguez Torres nos presenta el libro Jonás y la esperanza publicada por la Editorial Nazarí compuesto por 240 páginas y 26 capítulos de fácil lectura. El autor nos da comienzo a la lectura con una frase de S. Kierkegaard acerca de la vida.
Es el autor quien habla con el lector desde las primeras líneas haciendo alusión a los editores que han de publicar los libros que se escriben. Nuestro protagonista Jonás es a la primera persona que conocemos, es un hombre jubilado, triste y que tiene miedo a los cambios. Siente molestia por la gente y junto a Carmen su psicóloga va a encaminarse para encontrar la esperanza y la ilusión como motor de su vida.
Con Carmen trabaja los recuerdos y los olvidos, pero es importante que se esfuerce (como si cualquiera de nosotros trabajáramos en terapia). Hay pocos personajes en la novela, pero con los pocos que hay nos dan una lección de vida que se podría aplicar a cualquiera de nosotros.
Es un hombre al que intuimos que le cuesta pedir ayuda, debido a su ansiedad y malestar, pero es momento de hacerlo ya que se siente que “se rompe por dentro”. Jonás siente mucha soledad y es momento de asimilar las cosas que le han ocurrido durante la vida y que le va a llevar tiempo. Es necesario el cambio para recuperar las ganas de vivir, lo que no sabe es que la vida siempre tiene otro plan para nosotros.
La novela de repente y al principio da un giro y un ruido en casa de Jonás da la vuelta a la narración. Un gato al que más tarde llamará Marco Aurelio ha entrado en casa de nuestro protagonista y él quiere ayudarle, pero al intentar ayudarle es él quien sufre un accidente y a la fuerza su vida empieza a girar de una manera inesperada para él. Me encanta como el autor refleja a través de pocas palabras la belleza de las pequeñas cosas.
Carmen siempre va a estar al lado de Jonás y es por ello que a partir de este altercado va a poder medios para que su paciente esté acompañado y le pueda ayudar en las tareas cotidianas de la casa, ya que él no se puede valer por sí mismo. Es momento de conocer a Ujaripén o Jari para los amigos. Es un personaje muy interesante y con esta trilogía de personajes la novela va a hacernos disfrutar de principio a fin.
Jonás en su casa se siente como J. Stewart en “La ventana indiscreta” y en varias ocasiones hace referencia a ello. No me cabe duda entre otras cosas que el autor es un apasionado del cine por las referencias que hace en su novela y a la poesía. Jari es una mujer gitana y es momento de hablar sobre los prejuicios a los que se enfrentan. Ella quiere aprender, se asombra por los libros y pregunta sobre ellos ya que Jonás es un gran apasionado de ellos y tiene una gran biblioteca que la asombra.
“La cultura está destinada al placer de los demás a provocar emociones comunes, nos proporciona la identidad de pueblo”
El autor le da importancia a la cultura compartida y lo hace jugando con un encadenamiento de pensamientos. Jari es una persona natural, espontánea y descarada y de su mano y por el afán por saber conocemos muchas curiosidades entre ellas el origen de la tortilla francesa en 1810. Y si poco a poco vamos conociendo a Jari también conocemos a Jonás que está separado y tiene un hijo llamado Simón.
“Cada libro puede contarme algo que yo no sabía que existía y que no podía saber de otra manera”
En cada uno de los capítulos que componen la novela se nos habla de una etapa literaria. Ahora los encontramos leyendo El mundo de ayer de S. Zweig, pero lo curioso de esta novela no es solo las referencias literarias que se eligen, sino que con cada novela hay una historia detrás, ya que no solo sabemos en qué época se escribió o en qué época se basa, sino que conocemos también al autor que lo escribió y un sinfín de curiosidades sobre ellos. Conocemos cómo es la convivencia con Jari de la que nuestro protagonista afirma que siente mucha armonía.
También leen a E. Dickinson a través de una antología sobre la botánica y su afición a coleccionar plantas y es el propio autor quien comparte con el lector un poema sobre la naturaleza. Ambos comentan la poesía y es entre ellos que surge una reflexión que también nos acompaña a lo largo de la novela: “La poesía es de quien la lee”
Casi al principio de la novela también sabemos que la madre de Jari está delicada y conocemos la sensibilidad de la acompañante de nuestro protagonista principal. Es momento de hablar con Carmen y surge en la novela una palabra clave CALMA. El tema de conversación en casa de Jonás es la literatura y es él quien va a encontrar una ilusión enseñándole a Jari la poesía de la mano de Pedro Salinas y su obra La voz a ti debida entre otros que iremos conociendo conforme avance la novela.
Todo empieza a cambiar y la novela también. A partir de ahora y gracias a ambos personajes vamos a hacer un repaso en la historia a lo largo de la poesía y sus autores. Primero van a leer a poetas antiguos.
El hijo de Jonás falleció y ahora Jonás se siente en la NADA. El autor nos hace reflexionar sobre la pérdida de un hijo si la persona que se queda en este caso, su padre, se merece la felicidad. Jonás lo ve como una traición y aprende a escribir con la técnica a través de El viaje del héroe. Para ir avanzando en la historia, también se leen los poemas de Garcilaso de la vega, Gil Polo o Sor Juana Inés de la Cruz. A través de los poemas aprenden y también sabemos los gustos musicales del autor a través de la letra de canción de Alejandro Sanz.
“La envidia es un sentimiento universal, todos queremos lo que no tenemos”
El autor nos habla de la inserción de las emociones en la educación, a través de juegos literarios, así como los valores que conlleva, y se aprovecha para hacer una crítica política a la convivencia que rodea al mundo en el tablero de la vida.
Jari tiene un hijo, pero se lo ha estado ocultado a Jonás. Su nombre es Jesús de Nazaret, para sorpresa de Jari, es nuestro protagonista quien no quiere que se vayan de su casa, a pesar de la sorpresa. De momento los sentimientos de Jonás están dormidos, pero solo hay que dejarle un poco de tiempo, ellos van a seguir las clases de poesía y no le importa que Jari tenga un hijo.
Otro despertar se abre para los ojos de Jonás y conocemos la relación tan especial que tiene con su terapeuta quien le afianza su avance a través del mérito de todas las situaciones a las que se está enfrentado.
Las clases continúan de la mano de Gabriela Mistral a través de la ternura y de Emilia Pardo Bazán a través de sus romances endecasílabos y su obra Los pazos de Ulloa. Pero es momento también de reflexión en el momento en que se queda Jonás con Jesús sobre tres tríos atípicos: las tres leyes de Newton, Osiris, Isis y Horus y César, Craso y Pompeyo. Es necesario extraer poemas que lleven a emociones personales y es Jonás quien se abre a hablar con el niño a pesar de que él no le entiende. Descubre que gracias a hablar con el pequeño va a hacer un ejercicio muy importante de autoconocimiento. También se hace referencia a la sinestesia y llegamos a otro juego de palabras con sabores y colores de la mano de Juan Ramón Jiménez. El autor empieza un camino de despertar que no se esperaba y empieza a reencontrarse con él mismo siempre acompañado de la soledad que le sostiene.
“Las personas no hemos sido creadas para vivir solos sino con otros”
Llegamos al romanticismo de la mano de Bécquer de Rosalía de Castro. En este momento se hace una reflexión sobre la poca repercusión que tuvieron las escritoras en a historia ya que la historia mayoritariamente la escriben los hombres y se pierde más de la mitad de la historia universal. Destaca como escritora favorita a Carolina Coronado en el siglo XIX y es el propio autor quien realiza un homenaje a la defensa de los derechos de las mujeres, a ponerlas en el lugar que les corresponde como Concha Méndez o Carmen Conde.
Se reflexiona también sobre el amor que determina la vida de las personas. Jonás está experimentado algo que hacia tiempo que no sentía y se deja llevar. Se habla de la poesía como terapéutica y entre ellos eligen temas de la mano de pareados, tercetos y cuartetos.
Para llegar a la Generación del 27 en el que sobresale Lorca, a quien el autor lo califica como el Dios de la poesía, y los autores olvidados de cada una de las etapas literarias a lo largo de la historia. Se aclara también en la narración que no toda poesía debe rimar y que los versos son libres a la hora de su interpretación pero que trasciende en comparación con el arte.
Hay momentos para emociones y otros para despedidas, pero camino al final Jonás se da cuenta que su vida ha dado un giro de 360 grados y que ya no es la de antes, lo que llega en algún momento también a provocarle algún que otro ataque de pánico.
“Cuando se nos agolpan las emociones y no podemos dar respuesta a todas a la vez se produce un bloqueo”
Es momento de encontrar la paz tan deseada, de volver a amar y de hacer las paces con la gente de su pasado. Jonás no quiere que nadie sufra y es ahora él quien se encarga de las personas. Es momento de darle a la poesía el lugar que le corresponde y se habla de ella como la forma de solucionar problemas en el mundo y la cual usamos todos los días sin darnos cuenta. La misión de Jonás es enseñar a la gente a amar la poesía y así hacer a la humanidad más humana.