En una biblioteca, el objetivo es proporcionar el mejor acceso a la información, pero la administración de colecciones puede ser compleja debido a la vasta cantidad de material disponible. Aquí es donde el Principio de Pareto, o la Ley del 80/20, puede ser una herramienta clave. En este artículo, exploraremos cómo las bibliotecas pueden aplicar la Ley de Pareto para optimizar su gestión de recursos, enfocarse en las necesidades clave de los usuarios y mejorar la eficiencia.
¿Qué es la Ley de Pareto?
La Ley de Pareto, o el Principio 80/20, sugiere que el 80% de los resultados provienen del 20% de las causas. En términos de bibliotecas, esto podría significar que el 80% del uso de una biblioteca proviene de solo el 20% de su colección o servicios.
La Ley de Pareto en la Gestión de Bibliotecas
Las bibliotecas, especialmente las de gran tamaño, a menudo contienen miles o millones de recursos. Sin embargo, no todos estos recursos son utilizados de la misma manera o con la misma frecuencia. Aplicando la Ley de Pareto, podemos observar que:
- El 20% de los libros genera el 80% de los préstamos. Este fenómeno refleja que una pequeña parte de la colección tiene una gran demanda, mientras que el resto es menos utilizado.
- El 20% de los usuarios realiza el 80% de las consultas o reservas. Esto es común en grandes bibliotecas, donde un grupo reducido de usuarios, como estudiantes o investigadores, aprovecha más los recursos en comparación con los usuarios ocasionales.
- El 20% de las bases de datos digitales es responsable del 80% de las búsquedas y descargas. En bibliotecas académicas, ciertas bases de datos especializadas tienden a ser mucho más consultadas que otras.
Beneficios de Aplicar la Ley de Pareto en las Bibliotecas
- Optimización de Recursos Aplicando la Ley de Pareto, las bibliotecas pueden enfocarse en mejorar y mantener ese 20% de la colección que es más utilizado. Esto permite una gestión más eficiente de los recursos, asignando presupuestos y esfuerzos de adquisición a los materiales que más demanda tienen.
- Gestión de Espacios Físicos En lugar de distribuir equitativamente el espacio entre colecciones que no se utilizan, las bibliotecas pueden reorganizar sus estanterías y espacios para darle más visibilidad y fácil acceso a los libros o materiales que son más consultados.
- Mejor Servicio al Usuario Al entender cuáles son los materiales y servicios que más se usan, las bibliotecas pueden personalizar mejor sus servicios. Por ejemplo, podrían ofrecer más copias de los libros populares o desarrollar programas alrededor de temas que interesan a los usuarios más frecuentes.
- Decisiones de Descarte o Depuración de Colecciones El 80% de los libros que rara vez se prestan podrían ser candidatos para la depuración de la colección. Esto permite liberar espacio y mantener la relevancia de los materiales en función de las necesidades actuales de los usuarios.
Desafíos y Consideraciones
Es importante tener en cuenta que, aunque la Ley de Pareto ofrece un marco útil, no debe aplicarse de forma estricta. Materiales menos utilizados también pueden tener un valor significativo, como documentos históricos o libros raros que cumplen funciones de conservación y preservación del conocimiento.
Además, es fundamental tener en cuenta las necesidades cambiantes de los usuarios. Un libro que en el pasado tuvo poca circulación puede convertirse en popular si las tendencias educativas o de investigación cambian.