Llega a mis manos el libro publicado por Guillermo García-Arche, El cabo del fin del mundo. Un libro en el que se nos cuenta una historia de ciencia ficción de la que sabemos por parte del autor que es su pasión.
Disfrutamos de una lectura fluida en la que Guillermo nos va a entremezclar la ciencia ficción con la realidad. La parte de realidad se ubica en Galicia en un lugar muy querido por el autor. Y sabemos que estamos a principio de año porque la primera fecha que nos aparece en la lectura es un 2 de enero. Hay otra fecha clave que es el 30 de enero y que averiguaréis en su lectura.
Unas naves amenazan a la tierra y unido a ella aparece la figura de una mujer Angélica que dice venir del Planeta Betania, las imágenes son acontecidas en la televisión por lo que el autor desde el principio y para que te vayas adentrando en la novela te hace prestar atención por el lugar donde pone el foco a través de los medios de comunicación.
Podemos sentir el shock inicial de la población y los momentos de inquietud porque se refleja en la lectura. Sabemos que hay contacto con los alienígenas y que el mundo se destruirá en siete días. Quizá coincidiendo con el principio de la creación del Universo de la religión católica.
De Betania y como curiosidad, conocemos que coincide con una aldea de Jerusalén y que es considerada la raza más antigua del Universo. A pesar que de primeras parece un lugar inventado. Y de su mano, un organismo, la ONU analizando aspectos relacionados con la Creación y en el que como no era para menos hay discrepancias al respecto.
En esta parte inicial de la novela también se hacen reflexiones sobre la vida y se suceden incertidumbres propias de una población que siente miedo por lo que les acontece.
Santiago
Para llegar a un personaje clave de la novela con su nombre llamado Santiago, no podía ser otro si la trama se sucede en Galicia. Él es un hombre de 29 años gallego. Conocemos de él que se ha quedado huérfano y que vive con sus tíos a los que tiene mucho que agradecer. Estudia antropología y conecta en especial con otro personaje llamado Irina. Ambos se conocen en una excavación arqueológica de petroglifos y su labor es catalogarlos y realizar un estudio profundo para la Universidad. Allí también conocen a Hans y Ari.
Gracias al personaje de Santiago conocemos Galicia y se nos muestra de su mano la pasión y el cariño que el autor guarda con esta tierra. Además, se puede leer una frase que nos encontramos en la novela que dice “Galicia es el mejor lugar del mundo”.
A partir de este momento vamos a tener interacción de los personajes con los alienígenas, lo que me ha sorprendido es que en ocasiones, no se profunde con algunos personajes que aparecen en escena. De los que se nombra en la novela podemos hablar de Ari, Shamir, Luca, Irina, Hans, Erika, Santiago, Tekia y Kiara, pero hay de alguno de ellos que conocemos muy poco.
Empieza una misión en la que deben salvarse y el autor es capaz de transmitirnos su pasión en cuanto a los aspectos relacionados con la ciencia ficción a través de esta aventura. Pisamos Finisterre (lugar pendiente que debo visitar) y del que vamos a saber parte de su historia relacionado con el título de la novela y las primeras averiguaciones en torno al número pi. También conocemos la historia de Galicia de la mano de Amánidas y se realiza una cavilación en torno al Planeta Plutón.
Uno de los valores que prima en torno al autor es la familia, y lo podemos detectar en comentarios o acciones que se suceden en la novela. Así como también lo que valora el autor la amistad por la unión de sus personajes.
Como os comentaba antes el número pi gana importancia en cuanto a la tarea de indagación que deben realizar estos personajes y se le da cierto lugar en la novela a la simbología que aparece en el escenario de una cueva cuando se adentran en ella, en la que no se van a encontrar aspectos agradables.
Es una novela que me ha llamado la atención que combina el estar escrita en presente y pasado de manera continuada y siempre relacionado y en torno a estos personajes y a la trama.
El autor, deducimos también entre líneas que es un apasionado de la astronomía y se nos habla de las cuatro razas creadas al principio de la Creación y también lo que fue inventado, con una denotación crítica. Así como también se nos hace referencia a la teoría de la evolución humana de la mano de Shamir y Ari. Yo por lo menos he aprendido mucho de la mano del autor por la información valiosa que ha aportado en su novela.
Además, se nos hace referencia a épocas de la historia albergando todas las civilizaciones y de la historia de la Atlántida de la que conoceremos a sus habitantes en la novela. Así como el concepto de la tierra dentro del Universo relacionado con la física pura. Las civilizaciones antiguas tratadas desde el punto de vista del Creador y de los dioses de todas las religiones.
Es curioso que al principio de cada capítulo aparezca una esfera con 4 letras relacionado con la simbología de la que os hablaba anteriormente. Quizá representando también las cuatro razas de las que os hablaba, los Atlantes, los Betanios, los Castios y los Dalmitas que se unen para poner orden en el universo.
Dentro de la historia de ciencia ficción aparece una historia de amor a bordo de un barco en el que también tiene mucho que ver la simbología y que rompe con toda la historia de realidad y ficción. Es algo bonito que por supuesto que tiene el personaje principal Santiago con otro personaje importante de la novela.
El objetivo de todos estos personajes es salvar el Planeta y hay una palabra que ha llamado mi atención y es FE. A la que van unidas las de imaginación y valentía.
Santiago es un personaje que requiere darle un espacio especial en esta reseña por todo lo que en él se sucede y las acciones que lleva a cabo. No sé en quién se habrá inspirado en este personaje, pero incluso podría atreverme a decir que es él mismo, el autor. Es un personaje que no va a dejar de sorprendernos de principio a fin y no se va a dejar vencer así como así hasta conseguir su objetivo final.
Albert es otro personaje al que se le dedica menos tiempo y es hermano de Erika, él es astrónomo. Él va a ayudar a Santiago a paralizar la destrucción que se quiere realizar al planeta y las fases en las que se van a ocupar. También como dato curioso conocemos que las siglas A.N. que significan Agujeros negros de la creación.
Si tengo que destacar un detalle en esta novela es la valentía frente a un temor que se infunde en todos, pero que gracias a Santiago resulta ser más sencillo. Ellos y el Universo salen adelante, por su fuerza y el valor para que todos los de su alrededor estén tranquilos e infundirles que no va a pasar nada.
Acabamos la lectura con una pequeña biografía de su autor en el que nos cuenta su fascinación por los temas relacionados con el espacio y las películas de Star Wars. Así como de su pasión de manera continuada por el aprendizaje del Cosmos, del Universo tan lleno de vida, en el que ha llegado el momento de poder compartirlo con los lectores.
Mi más sincera enhorabuena al autor por adentrarnos en su mundo de fantasía y ficción del que he leído menos, pero en esta ocasión me ha encantado y lo recomiendo a todo el mundo.