Para mí ha sido un regalo leer la primera novela de Lola Cabrillana, una escritora malagueña con mucho corazón que entregar y dar a través de sus escritos. He de decir y en exclusiva que va a ser una escritora que va a dar mucho que hablar y que tiene en mente otros proyectos que iréis conociendo poco a poco.
Su primera novela editada bajo autopublicación se llama Voces color canela en la que Lola (su pseudónimo) divide la novela en tres partes. También he de deciros que es de fácil lectura porque sus frases cortas y concisas hacen que la lectura sea ágil para el lector.
La primera parte la titula Ellas. Las sensaciones que me ha transmitido la autora a través de la lectura de su libro han sido reflexiones que yo en mi día a día también medito o pienso, como son los prejuicios que nos hacemos frente a las personas o las situaciones que diariamente nos suceden y no sabemos cómo solucionar o los impedimentos que nos pone la vida a veces para alcanzar la felicidad, pero sí he de decir que tiene una resolución completa frente a sus valores y objetivos en la vida y que me ha hecho conectar mucho con la escritora.
“El destino tiene a veces una forma muy simpática de mostrarnos los errores cometidos”
Muchas de las relatos contados son historias reales con nombres cambiados y otras no lo son dificultad te hacen reflexionar. Aunque en cada una de ellas y en sus capítulos cortitos vas a encontrar un motivo por el que sonreír. Gracias al toque de humor que ofrece en alguno de ellos. No vas a salir indemne de sus letras sin haber aprendido algo. Y vas a enfrentarte a tus emociones porque créeme que vas a sentir al leer esta novela.
Conocemos las reflexiones acerca de los límites de las personas y el tipo de pensamiento que se nos presenta en el día a día de cada uno de nosotros. Es la propia Lola quien en algún capítulo muestra relatos de su vida, o de la gente que le rodea, pero siempre con mucho cariño y siempre aprendiendo cosas nuevas que son las que te hacen crecer como persona.
Lo que no sabe el lector es que aproximadamente a mitad de la novela, va a dar un giro inesperado para entrar en una segunda parte por título Susana y en el que la sensibilidad llega a límites insospechados al encontrarse de repente en una reunión un grupo de mujeres que van a escribir en un papel un hecho importante de su vida. Cada una de ellas tiene un objetivo en la vida y unos sueños o unas características que le hacen únicas, y también diferentes.
Tenemos a Cristina, una mujer culta y a la que el arte corre por sus venas. Bea, dinero y libertad. Verónica, miedosa. Marina y sus errores cometidos. Pilar paciencia. Patricia tierna. Carmen sensible. Laura exploradora y María que lleva sufriendo durante mucho tiempo. No os voy a desvelar mucho más de ellas porque vas a ser tu lector quien llegue a sus propias conclusiones tras leer a estas mujeres unidas bajo un objetivo común.
Y llegamos a una tercera parte llamada Todas. En el que las mujeres citadas anteriormente proyectan de la mano de Susana un proyecto común que conoceréis y que os llenará de entusiasmo y alegría. Un proyecto real ubicado en Benalmádena unido bajo una misma causa llamado Mamasú y en el que las mismas mujeres son las principales protagonistas del mismo. En él ellas se sienten “libres” para expresar lo que piensan, lo que sienten y lo que desean.
Voces color canela es un alegato y un grito en toda regla a la libertad y a la lucha contra las injusticias, los prejuicios y al darnos cuenta de que todos somos igual. Nadie es inferior a nadie y hay una serie de valores que las personas no debemos perder.
Para la autora sé que ha significado mucho escribir esta novela y a mi solo se me ocurre apoyarla en esta su primera novela y en las próximas que estén por venir.