Si aún no conoces a Rafael Guastavino, Javier Moro te va a contar la historia del arquitecto nacido en Valencia autor de numerosas obras, que desarrolló gran parte de su actividad en Estados Unidos. En esta ocasión en una versión novelada a través de su hijo Rafaelito en esta su nueva novela publicada bajo el sello de Espasa y llamada A prueba de fuego con una portada sorprendente de ambos personajes mirando hacia el Puente de Brooklyn de espaldas al lector.
El autor de Pasión india y El Imperio eres tú con la que obtuvo el Premio Planeta 2011, entre otros, nos va a sorprender con una novela fresca y familiar con el fin de dar a conocer a este personaje histórico llamado Rafael Guastavino en el que os vais a sorprender con su carácter y su afán de conseguir lo mejor simplemente creyendo en él y no dejarse por vencido. Javier ha querido transmitir su entusiasmo por la arquitectura a través de esta novela y dejar su impronta a modo de homenaje del constructor de obras maestras como el Museo Americano de Historia Natural o la Catedral de San Juan el Divino.
Comenzamos la novela con un prefacio en el que se reflexiona sobre el arte. Y sobre la costumbre de transmitir las inquietudes, valores y gustos a los hijos. En este caso es Rafael quien alecciona a su hijo Rafaelito sobre su pasión por la arquitectura.
También comienza con una noticia de impacto sobre la madre de Rafaelito, Paulina Roig que les dejó el día 11 de mayo de 1881. Es ella quien se encuentra abatida y desconfía de su marido y quien no se encuentra fuerte como para afrontar un cambio de vida en Nueva York y quiere volver a su vida de Barcelona junto con sus dos hijas.
Estructura de la novela
El personaje principal de la novela junto con su hijo Rafaelito crecen con la novela. He de decir que la novela se basa entre Barcelona y Nueva York ya que me gusta siempre ubicar espacial y temporalmente la novela. Ellos se alojaban en un edificio en Nueva York en el que los únicos españoles eran ellos.
De Rafael podríamos decir que es un apasionado de la música, que toca el violín. Es alegre y optimista, disciplinado, sincero una persona de luces y sombras y tiene un gran poder de persuasión. Es un personaje que refleja un pensamiento de los antiguos ya que nos lo refleja en la novela, cómo frente a su mujer y sus hijas prefiere quedarse con el varón para que siga su estirpe. Muy propio de la época.
Por eso es Rafaelito quien todo el rato nos está contando la historia de la mano de Javier para contar la historia de su padre porque es quien lo vivió directamente en primera persona. Rafaelito se encuentra con una sensación extraña porque lo separan de su madre y se encuentra solo con su padre en Nueva York. Conocemos a un Rafael entusiasta, valiente y aventurero para encontrar la contraposición de su hijo inseguro, “abandonado” por su madre y asustado. Quiere saber la historia de su familia a través de su padre. En ocasiones desgarrador por parte del hijo conocemos sus miedos y su forma de afrontar la vida.
“Tocar sirve para todo, la música también es arquitectura”
Conocemos también que Rafaelito necesita saber toda la verdad de la historia de su familia y sabemos que Rafael se codeó con gente de la época entre los que podemos destacar a Fernando Miranda escultor y Arturo Cuyás de la revista cultural en catalán llamada La Llamanera. Y Domingo Mora que es quien realiza los dibujos para la revista. Nos encontramos en la novela con un vivero de artistas españoles relacionados con el ámbito de la arquitectura.
Su hijo es quien va a aprender todas las técnicas de su padre sobre la arquitectura. Es un niño al que su padre quiere educar bajo sus enseñanzas y que reciba la mejor educación y el mejor cuidado. También tiene una institutriz que se encarga de él llamada Francisca una mujer mexicana en la que Rafaelito encuentra el cuidado y apoyo de una madre. Francisca es un personaje fresco, actual y donde afloran en Rafael sentimientos afectivos.
Nueva York
Conocemos en la novela las costumbres de Nueva York, los colegios que existen, la forma de enseñanza, los barrios, etc. Todo podemos conocerlo a través de esta novela de Javier.
Y si hasta ahora estábamos hablando de todo lo que le rodea a nuestro personaje principal a partir del capítulo diez empezamos a conocer la historia verdadera de Rafael Guastavino. Por supuesto relatada por su hijo. Sabemos que Rafael Guastavino nació en Valencia un 1 de marzo de 1842 que trabajaba con su abuelo en la construcción y que posteriormente fue aprendiendo en los talleres de arquitectos de Valencia sobre las bóvedas tabicadas.
“Olvido el mecanismo de defensa para no sufrir”
Es una novela también en la que nos encontramos aclaraciones a pie de página para conocer más detalles sobre la historia del personaje que nos muestra Javier. También nos encontramos cartas, probablemente originales que han sido transcritas para la realización de esta novela.
Me gusta resaltar que en casi todas las novelas que leo últimamente la música clásica se encuentra presente, y en este caso no podía ser menos. Desde la elegancia de la más pura arquitectura y de su fondo las bóvedas tabicadas nos encontramos con la composición de Tchaikovsky Cuarteto de cuerda nº 3.
Es en el momento más álgido de la novela cuando el autor de esta novela refleja el título de su novela en la conversación de Rafael cuando en un momento de la misma dice que “concibió dos edificios a prueba de fuego”. Se refleja el entusiasmo que siente Javier Moro por este arquitecto cuando comenta que verle trabajar era un espectáculo y una lección.
Pero lo mismo que se tiene todo, en un momento crucial de la novela, nos encontramos una crisis. Significado de que las personas somos de carne y hueso y también podemos tener decaídas y tocar fondo para volver a resurgir como el ave fénix. Quiere intentarlo en Boston pero sabe que sueña con sus creaciones en Nueva York. Es en el momento en que se nos refleja un personaje diferente al que hemos estado observando hasta ahora. El hijo reflexiona sobre su padre y llega a decir por el “problema” que tiene con las mujeres de si es bígamo o tiene miedo a la soledad.
“El amor se olvida pero el odio permanece se enquista, es eterno”
El arquitecto de Nueva York
Es majestuoso que Javier nos transmite como Rafael transmite a través de sus obras su carácter, según el momento que esté viviendo construye algo más complejo o más sencillo. Podemos decir que de sus manos surgieron proyectos como las bóvedas de la Biblioteca Pública de Boston categorizada como un emblema de la cultura y en el que se le abren al artista puertas para la realización de futuros proyectos.
“Romper con el pasado es de ignorantes. No se puede anteponer la originalidad a la belleza”
A lo largo de la novela vemos cómo es el padre el que tiene una visión de prolongación de sí mismo el más ambicioso y el hijo es el que tiene los pies en la tierra. Es un momento en el que Rafaelito vuelve a reflexionar sobre su vida, y sobre la figura de su padre. Cree que su padre no disfruta de la vida, pero quizá lo hacía a su manera.
Me quedo con la importancia que tuvo este hombre en cuanto a la arquitectura modernista y sobre el anticipo de las líneas onduladas. Fue llamado el arquitecto de Nueva York y de otros lugares y revolucionó gracias a su obra el valor arquitectónico norteamericano.
Cerramos la novela con un epílogo en el que se realiza un resumen de la vida de Guastavino y en el apartado de agradecimientos destacar a su editora Ana Rosa Semprún que fue tras la pista de la historia de Rafael Guastavino, así como el agradecimiento a otras personalidades de la cultura y a los expertos, herederos, administrativos, bibliotecarios, archiveros y estudiosos de la arquitectura.
No dejen de leer la novela de Javier Moro A prueba de fuego publicada por la Editorial Espasa.
