Las bibliotecas, o las colecciones de conocimiento escrito, son la memoria colectiva de la raza humana. Archivos que recogen el registro de los logros culturales humanos con la intención de preservarlos para generaciones futuras. Espacios, en definitiva, que se convierten en lugares favoritos de los lectores y de los amantes de los libros. Junto al saber de milenios que conservan sus estanterías, las bibliotecas también son en ocasiones enclaves monumentales de singular belleza.
Sin duda, España cuenta con un amplio abanico de bibliotecas que bien merecen una visita. A lo largo de estas líneas iremos recorriendo unos cuantos museos bibliográficos de notable belleza y pasado. Como nuestra primera parada, que nos lleva a la Universidad De Santiago de Compostela. Su biblioteca de la Facultad de Geografía e Historia se ubica en un edificio del siglo XVIII, aunque el almacén librero se inauguró en los años 20 del pasado siglo. Una joya de obligada visita. En tierras de Castilla y León el viajero encuentra la biblioteca universitaria más antigua de Europa, la de Salamanca, que está repleta de primeras ediciones de libros clásicos y años de historia.
Llegados a la capital de España, resulta recomendable visitar la biblioteca del Ateneo de Madrid, del siglo XIX, por la que han pasado muchos escritores célebres. Sin salirnos de su territorio, podemos desplazarnos hasta la localidad de San Lorenzo de El Escorial. Su magnífico monasterio, que por derecho propio merece ser considerado una de las maravillas del mundo moderno (aunque no ostente dicha consideración oficial), alberga la no menos espectacular biblioteca fundada por Felipe II en el siglo XV. Con anaqueles de maderas nobles, conserva libros de indudable valor: cuatro mil manuscritos árabes, quinientos ochenta griegos, setenta y dos hebreos, más de dos mil latinos y más de 40.000 libros impresos. Auténticos tesoros de la literatura universal.
Ponemos rumbo al norte para retrotraernos en el tiempo y conocer el lugar donde nació la lengua castellana. En la localidad riojana de San Millán de la Cogolla no hay un monasterio, sino dos: el de Suso y el de Yuso. Un lugar famoso porque en el siglo VI, a comienzos de la Alta Edad Media, fue elegido por Millán (o Emiliano), un pastor de Berceo, para retirarse. De entre la colección de manuscritos que alberga la biblioteca de Suso sobresale por encima de todos las Glosas Emilianenses (hay aquí una copia, pues el original está en la Academia de la Historia de Madrid), que siempre se ha considerado el primer texto escrito en lengua romance de la historia de España (siglo X)
De singular belleza también es la biblioteca Arus, en Barcelona que, fundada en 1895 por un particular, es en la actualidad un foco de sabiduría público donde el usuario podrá acceder a fondos bibliográficos de finales del XIX y principios del XX.
Al sur de la Península podemos destacar la biblioteca central de Jerez, la más antigua de toda Andalucía (1873) Su sala de investigadores acoge hoy día el fondo bibliográfico de aquel entonces.
Nuestra visita a esta amplia colección de tesoros literarios y edificios artísticos da el salto a Europa para admirar el pasado y belleza de bibliotecas como la de Saint Gallen (Suiza), enclavada en una abadía suiza fundada en el año 613. Desde el siglo VIII la biblioteca aloja numerosos manuscritos que a día de hoy alcanzan 170.000 ejemplares. Está declarada Patrimonio de la Humanidad.
Una gran metrópoli europea como es París no podía dejar de estar presente en este recorrido. La capital gala presume de acoger en su territorio la Biblioteca Nacional de Francia (1792), que alberga más de 13 millones de volúmenes. Casi nada.
Sin menospreciar la biblioteca de la portuguesa Universidad de Coimbra (de estilo rococó y 70.000 volúmenes), nos trasladamos a tierras irlandesas para visitar el Trinity College. Su biblioteca antigua de 65 metros de largo y 200.000 libros, está decorada con bustos de mármol que representan filósofos, escritores y personalidades que apoyaron la creación del centro.
Ponemos punto y final a nuestra ruta bibliotecaria en busca de un reto: desentrañar los misterios y fondos bibliográficos que alberga en su seno el Archivo Secreto del Vaticano, el Estado más pequeño del mundo. Fundado en el siglo XV con apenas 350 códices griegos, latinos y hebreos, en la actualidad talmacena más de un millón y medio de ejemplares, unos cuantos de ellos extremadamente confidenciales.
Si quieres conocer más destinos de relevante pasado, visita lugaresconhistoria.com.
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