Hoy entrevisto a Pascual Gozálvez escritor de novelas como Amor de bolsillo entre otras que hoy viene a hablarnos sobre ella. ¿Quién es Pascual Gozálvez y cuáles son sus sueños? Alicantino de nacimiento, funcionario de profesión, aficionado a la fotografía, amante de la música, lector empedernido, cinéfilo incansable, aspirante a aprendiz de escritor, crítico de cine amateur y alguna cosa más que seguro se me olvida. ¿Mis sueños? Los dejo para cuando duermo, jaja. Mi meta en la vida: ser feliz bajo cualquier circunstancia.
¿Qué día surge la idea de ponerse delante de un folio y empezar a escribir un libro? Ya había escrito con anterioridad algunas historias de menor extensión: microrrelatos y relatos breves. Escribir una novela es una labor que requiere de un gran esfuerzo, dedicación y disciplina, al menos en mi caso. Era algo que quería hacer desde hacía tiempo, pero que al mismo tiempo me imponía mucho respeto. Enfrentarme a mi primera novela era una gran responsabilidad. Me costó mucho encontrar la historia adecuada, hasta que fue ella la que me encontró a mí. A partir de ese momento todo vino rodado. 
¿Cree que guarda relación el cine (por su faceta de cinéfilo) y la cultura? Por supuesto. Estamos rodeados de cultura por todas partes, aunque a veces no nos demos cuenta ni sepamos apreciarlo. En una revista de divulgación científica, en el crucigrama del periódico, en la música que escuchamos en el coche, en el libro que tenemos entre las manos o en la pantalla del cine. Naturalmente, si hablamos de cine y literatura, es evidente que se trata de dos lenguajes muy diferentes, pero que a veces tienen puntos en común en cuanto a su gramática. En ambos casos el autor trata de transmitir emociones, bien sea a través de la palabra escrita o por medio de la imagen. En mi caso particular, he conseguido emocionarme con una sola frase de Auster, tanto como con la escena final de “Luces de la ciudad”. Dependiendo de los casos, en ocasiones es el escritor de un libro quien lo tiene más difícil para sumergir al lector en la historia, al requerir, por ejemplo, una narración pormenorizada en la que el narrador utilice los cinco sentidos. Otras veces es una película la que debe encontrar el equilibrio perfecto entre palabra e imagen para lograr esa capacidad de síntesis que consiga contar un relato en noventa minutos, mientras que la lectura de la misma historia en su formato escrito pueda ocuparnos días o semanas.
¿Qué nos podría contar de su novela Amor de bolsillo? «Amor de bolsillo» es una historia que trata sobre esas personas que de repente un día ya no te quieren a su lado, pero tampoco te dejan marchar. Y también sobre esas que dicen no querer nada serio, que desean tener sus emociones bajo control y no complicarse la vida, como si tuviesen un corazón de quita y pon, como un abrigo colgado en el armario que te puedes poner o quitar según te convenga, sin permitir que las emociones invadan tu corazón. En mi opinión una problemática real que, por desgracia, está a la orden del día. Es también la evolución de alguien que intenta alcanzar su felicidad a través de su relación con los demás, sin darse cuenta de que su felicidad sólo depende de sí mismo. No es un libro de autoayuda, pero sí una novela de superación personal y casi podría decirse que un manual de procedimiento para todos aquellos que han sufrido una ruptura sentimental, en la que son protagonistas las emociones, la psicología y la búsqueda de la felicidad.
¿Cuál es su lugar preferido para escribir? En una cabaña de madera enmedio del bosque, en una vieja máquina de escribir Olivetti y con una taza de café humeante sobre la mesa. Es broma, jeje. Escribo en casa, en cualquier lugar en el que me sienta cómodo y siempre con música de fondo, que me ayuda a aislarme del ruido de la calle o de los vecinos. De todas formas, el grueso de la labor de escritura tiene lugar mientras voy conduciendo, o en el transporte público, o tomando un café, o trabajando. En cualquier momento y lugar una parte de mi mente sigue trabajando en la escritura, ideando pasajes y dando estructura a la historia, tomando decisiones narrativas de todo tipo y escribiendo notas en el primer lugar que encuentre: una libreta, un papel, incluso el bloc de notas del teléfono móvil. Mentalmente estoy escribiendo todo el día. Cuando me siento ante el ordenador ya tengo gran parte del trabajo hecho.
¿Piensa seguir escribiendo? ¿tiene proyectos futuros en marcha? Mi próximo proyecto ya está en marcha y se trata de una antología de relatos cortos en la que participo y que verá la luz en breve. Contribuyo con un relato breve titulado «Trabajo nocturno», que intenta combinar el suspense con el terror y la historia reciente. Además, como decía antes, mi cabeza ya le está dando vueltas y forma a una segunda novela en la que volveré a abordar los temas que más me interesan: las relaciones, la psicología y las emociones.
¿Qué importancia piensa que tiene las redes sociales en relación con la difusión de la obra de un escritor o de cualquier aspecto relacionado con la cultura? Mucha. Son una herramienta más que no hay que infravalorar en absoluto. Es el siglo XXI y estamos en la era de la información. Todos estamos en internet. Todos utilizamos, en mayor o menor medida, alguna red social o aplicación similar. Desde facebook hasta twitter, pasando por instagram o google+. La promoción a través de redes sociales es una manera óptima de llegar rápidamente al mayor número de personas posible. Además, su versatilidad ofrece posibilidades de que esa promoción sea enormemente dinámica, a través de la palabra escrita, imágenes, vídeos, etc.
¿Qué piensa de Alquibla www.alquiblaweb.com como página de difusión de la cultura? Cualquier iniciativa a favor de la difusión de la cultura es algo bienvenido y digno de elogio. Sobre todo teniendo en cuenta el enorme esfuerzo y dedicación que esoy seguro requiere. Habría que haceros la ola.
Algo que añadir… Agradecer el interés mostrado en mi trabajo y felicitar a la web, deseando que nos acompañe por muchos años.
