Con el libro En la luz y en las tinieblas escrito por Mariela Miño Orellana nos adentramos en una historia cruda, real a la vez que horrorosa, pero también a la vez esperanzadora y en el que de nuevo y tras la publicación de sus anteriores novelas, no pude resistirme y desde que empecé a leer no poder dejar de seguir leyendo hasta el final y de la que de nuevo tengo que darle mi más sincera enhorabuena por la forma que tiene de transmitir y por dar visibilidad a una historia tan dura en nuestro siglo XXI
Su trama tan bien organizada hace que te adentres en ella como si estuvieras viendo una película e incluso sintiendo o acercándote cada vez más a sus personajes que en esta vez cambian de escenario para trasladarse a la guerra.
La novela da comienzo con un prólogo y el escenario Alepo (Siria) en abril de 2016. Es una novela escrita en primera persona contada por Cristian Alcázar del que más adelante os hablaré. Mariela desde principio hace que nuestro corazón se encoja mientras la gente corre y grita debido a un bombardeo que se ha sucedido en un hospital. Es momento de conocer a Marian Ugarte y a la hermana Isabel.
Este tipo de comienzos no es la primera vez que me los encuentro y ya te anticipan de lo que vas a encontrar en la lectura. La autora nos describe de primera mano el horror, la desesperanza y los gritos de la guerra. El libro es dedicado a Aylan.
La autora nos cuenta el significado de las guerras a lo largo de la historia. Como os comentaba anteriormente, Cristian es el que va a contarnos la historia a través de su historia de la guerra, y de cómo los niños son las primeras víctimas de ella, de la necesidad de hablar de ella para concienciar a la sociedad. La historia de amor con Marian hace que la historia se “endulce” un poquito aunque nuestros personajes lo van a pasar realmente mal
La novela está dividida en siete capítulos y finaliza con un prólogo y unas palabras de la autora. El escenario se traslada a Barcelona en 2015 y Cristian nos cuenta cómo conoció a Marian debido a la pasión de ambos por la lectura/literatura en la Feria del libro, sabemos que Cristian lee Oscar Wilde y Lovecraft, pero hay un libro que marca un antes y un después Un cuento de Navidad de Charles Dickens y que es el causante real del encuentro entre ambos. También que les apasiona la trilogía de Tolkien. Desde principio podemos entrever los objetivos y valores de la autora, y el primero de ellos es la lucha por la igualdad.
“El momento es cuando debe ser. Ni antes ni después”
Marian es médica de nacionalidad Argentina y Cristian se dedica a la arquitectura pero ambos viven en Barcelona. A ella le encantan los gatos, es dulce, cariñosa, sensible, voluntaria, solidaria y también fan de la saga del Señor de los Anillos algo que comparten entre ambos al igual que los gustos cinéfilos. Desde primer momento la chispa entre ellos está presente y al conectar se dan cuenta de que ven igual la vida y el mundo.
A la vez que nos vamos adentrando en la historia de amor, la historia de guerra nos acompaña paralelamente. Llegamos a la primavera árabe y a las revueltas en los países en guerra, así como la dureza y la manera en la que se pierden vidas a través de la guerra civil religiosa calificado como el monstruo de la guerra. El objetivo de Marian es ir de voluntaria a la guerra de Siria y no va a parar hasta conseguirlo en 2013.
“Cuando sientes que tienes que hacer algo, lo haces”
De primera mano conocemos la experiencia del primer viaje de Marian a Siria y de cómo nos transmite el dolor, el silencio y el horror de la vida que están viviendo esos niños. Y también el segundo viaje en el que ya va “un poco más preparada” porque ha podido asimilar la experiencia. Ella no entiende lo que ocurre en el mundo y a modo de crítica la autora nos da otro retazo, de la necesidad de informarse y no dejarse manipular por la opinión pública y de la necesidad de mirar hacia el lado que se debe mirar y no mirar para otro lado. También conocemos al compañero de Marian, Víctor un traumatólogo que trabaja con ella en el campo de refugiados y del que en alguna ocasión Cristian siente celos de él.
“Mientras la humanidad no aprenda se seguirá repitiendo la historia”
Conocemos el clan de Siria de la mano de Jerome y cuando Cristian viaja a Siria conoce la historia de amor que tuvieron Víctor y Marian. Es momento de que algo despierta en Cristian y quiere contribuir a ayudar también en la zona de guerra con su profesión de arquitecto en construir una nueva escuela.
Tras la vuelta al trabajo de Cristian una mujer se le cruza en el camino Carla una mujer con una gran sensualidad. Él tiene una historia muy bonita de amor con Marian pero debe llevar cuidado con Carla tras la advertencia de su amigo Jorge, Cristian cae en las redes de Carla. Es momento de miedos y culpa. Se habla de los límites y del perdón y del eterno arrepentimiento.
“El camino recto de tu vida te ofrece dos opciones y si tomas la equivocada, darías lo que fuera por volver a ese punto y cambiarlo todo”
“Las personas pueden amar a otros aun no estando a su lado”
Es momento de que Marian tome otra decisión, pero a su vez Cristian se va a sentir eternamente culpable, aunque no se va a quedar de brazos cruzados. Ella marcha de nuevo a Alepo y podemos sentir la angustia y desesperación de Cristian. Él la entiende pero no lo acepta y cree que va a perderla. Es momento de hablar del vacío y la tristeza que siente. Moisés es el padre de Marian con quien Cristian mantiene en una conversación y por amor decide dejarlo todo y marchar al lado de su amada a la guerra aunque el camino no va a ser nada fácil para llegar a ella.
Ahora va a comenzar el camino duro de Cristian, de buscar la manera de llegar a ella en una zona muy peligrosa y lo antes posible. Una mezcla de miedo y valentía se apoderan de él, pero no lo ha tenido tan claro nunca, pero lo va a conseguir gracias a la gente buena que le va a facilitar el camino. De la mano del hermano Mateo llega a Alepo con la intención de ser voluntario pero sobre todo de estar cerca de Marian escapándose de vez en cuando para verla acompañado de Diego quien le muestra el camino. Es momento de encontrarse también con Víctor y de que ambos tengan una conversación acalorada.
“Cada uno elige qué hacer con el tiempo que tiene en esta vida”
Dos hermanos Aisha y Aylan (acompañados de su peluche Carbón) rompen el corazón de Marian y de Cristian y la autora trata esta parte con un especial cariño del que no os voy a desvelar mucho más. Rusia en estos momentos apoya al gobierno sirio y las guerrillas atacan a los campamentos por lo que hay necesidad de ubicar el hospital en un subterráneo para estar seguros. Tras momentos tensos llegan de nuevo las reflexiones de la mano de Marian afirmando que “no concibe que un Dios esté de acuerdo con todas las matanzas que se están sucediendo en la guerra sobre todo por los niños” y su único objetivo va a ser salvar a cuantos más mejor.
“Controla al miedo y solo verás la vida con los ojos del amor”
La lección de Marian es la de que “venimos a aprender”. Ahora Cristian apoya y echa una mano en el hospital aunque sigue cansado e impactado, así como con una terrible ansiedad. La historia se confunde con la necesidad de ayuda y Rusia entra en Alepo lo que conlleva una gran masacre de niños cuyo objetivo macabro es conseguir poder y dinero. Es momento de que Esteban hable de la homosexualidad y de cómo fue su vida por la presión familiar, así como la historia dura de Víctor.
“A veces es necesario que algo muera para renacer de otra manera”
Dentro del horror, se habla de pintura de la mano de Van Gogh y ahora lo importante es mantenerse todos unidos para poder salir airosos de la situación, a pesar de que la autora hay episodios que los describe con dureza y que es difícil continuar leyendo. Son momentos de despedida.
“El destino de los demás no está en nuestras manos”
Marian sigue sufriendo por ver sufrir a los demás y en un mundo en que está todo destruido lo que sobrevive es el amor. Es un momento duro en la historia y los ataques se intensifican por lo que deben marchar a pesar del dolor que sienten y equiparan la guerra con el fin del mundo de la Biblia. La vuelta a Barcelona de Marian y Cristian no va a ser fácil pero junto a ellos van cuatro niños más que van a tener la oportunidad de tener un futuro mejor.
Y cuando todo empieza a ser felicidad para ellos, sucede algo que te deja con el corazón encogido, Marian sufre un fatal accidente y lo que no le ocurrió durante la guerra, le sucede en Barcelona, realizando la autora un homenaje a las personas heridas y fallecidas en el ataque terrorista en las Ramblas. Es momento de conocer a Alfredo compañero de Marian en el hospital y que Cristian llegue a su culmen de su propio crecimiento personal, él ha entendido el significado de la vida y está dispuesto a aceptar hasta la peor de las noticias.
La autora cierra la novela con un epílogo en el que se relata un sueño con Aisha relacionado con la creencia del amor y con unas palabras sobre la historia ficticia que nos acaba de contar, lo que sufrió al escribirla a nivel emocional y lo que tuvo que soportar escribiéndola debido a que era en cierta manera una cruda realidad mientras muchos niños estaban muriendo en la guerra. De cierta manera realiza un homenaje a la gente que sufre en Gaza y su libro está dedicado a todas las víctimas inocentes debido a los conflictos armados.