En el mundo bibliotecario y de la gestión del conocimiento, la identificación precisa de autores, instituciones y creadores es fundamental. Aquí es donde el ISNI (International Standard Name Identifier) juega un papel crucial. Este sistema de identificación internacional está transformando la manera en que las bibliotecas y otros actores culturales manejan y organizan la información.
¿Qué es el ISNI?
El ISNI es un código único de 16 dígitos que identifica de manera inequívoca a individuos o entidades que participan en la creación de contenidos culturales, como libros, artículos, música, películas, entre otros. Este estándar fue desarrollado por la ISO (Organización Internacional de Normalización) y facilita la interoperabilidad entre bases de datos a nivel global.
Por ejemplo, si un autor escribe bajo varios seudónimos o trabaja en diferentes disciplinas, el ISNI puede vincular todas sus actividades en un solo identificador.
Beneficios del ISNI para las bibliotecas
Precisión en la catalogación
Al usar ISNI, las bibliotecas pueden asegurarse de que los registros de sus catálogos sean más precisos, especialmente cuando un nombre es común o puede generar ambigüedad.
- Interoperabilidad global
Las bibliotecas pueden compartir datos de manera más eficiente con otras instituciones culturales, editoriales y plataformas digitales, reduciendo duplicaciones y errores. - Rastreo de derechos de autor
El ISNI facilita la gestión de derechos, asegurando que los creadores reciban reconocimiento y compensación adecuados. - Acceso mejorado para los usuarios
Los usuarios pueden encontrar obras de un autor, independientemente de los nombres o seudónimos que haya utilizado. Esto enriquece la experiencia de búsqueda y fomenta el descubrimiento de nuevos contenidos.
El papel de las bibliotecas en la promoción del ISNI
Las bibliotecas pueden actuar como puntos de registro para asignar ISNI a autores y entidades locales. Esto no solo fortalece su papel en la preservación y difusión del conocimiento, sino que también ayuda a conectar a creadores con un ecosistema global más amplio.
Ejemplos prácticos del ISNI en acción
- En autores clásicos: Un escritor como «Gabriel García Márquez» puede ser identificado con un ISNI único que agrupe todas sus obras, incluso aquellas menos conocidas o publicadas bajo seudónimos.
- En instituciones: Universidades, editoriales y bibliotecas también pueden tener un ISNI, facilitando el rastreo de sus publicaciones y colaboraciones.
Conclusión
El ISNI es más que un número; es una herramienta que garantiza la integridad y accesibilidad de la información cultural en un mundo interconectado. Las bibliotecas, como guardianes del conocimiento, tienen la oportunidad de liderar la adopción y promoción de este estándar, mejorando la calidad de sus servicios y consolidando su relevancia en la era digital.