Un canto al amor, a la esperanza y que destila pura resiliencia, así como una fuerza interior difícil de describir para una persona que ha tenido que sufrir el perder a un hijo. Así defino el libro escrito por Gaspar González titulado Un viaje de amor y pérdida publicado por Círculo Rojo, dedicado a su hijo Gasparín que tuvo que marchar al otro plano de manera prematura. Quiero desarrollar esta reseña de la forma más delicada posible y transmitir a su familia mis más sinceras palabras de cariño.
El autor nos adelanta que los beneficios del libro van a la Fundación Menudos Corazones y comienza con unos agradecimientos quienes la mayor parte de las palabras van hacia su compañera de vida Begoña con quien tuvo que sobrellevar la marcha de su hijo y la creación del proyecto LaRanaGaspar, también a su gente, así como a su editorial.
Fabián Villena amigo del autor es encargado de realizar el prólogo, quien nos cuenta sus sensaciones e impresiones tras la lectura del manual calificado por él como “escrito desde el corazón”. Nos habla de la necesidad de concienciarnos sin necesidad de pasar por el drama para despertar y de que se puede ser feliz a pesar de haber perdido un hijo. También nos adelanta que gracias a la lectura aprenderemos a agradecer, a relativizar y a tener una visión realista del presente. Califica a Gaspar como un ejemplo de API (Actitud Positiva Inteligente) que es el método con el que Fabián trabaja.
La introducción nos adentra en el amor y en la pérdida, en la tristeza y la esperanza, así como en el desgarro, de cómo su hijo se convirtió en un faro y de los peldaños que tuvo que vivir en su proceso de recuperación incluidas la exploración de las emociones. A lo largo de la lectura se desarrollan veinte reflexiones repartidas en sus doce capítulos (siempre precedidos con un título) y se nos adelanta los temas que se tratan. Gaspar hace hincapié en dar cuenta de lo verdaderamente importante de la vida y de dirigir la atención hacia ello y no dar lugar a nada más.
Desde el primer capítulo, Gaspar nos hace adentrarnos en la historia de su familia, y en los primeros momentos en que le detectaron la enfermedad del corazón a Gasparín en 2007 con apenas cuatro meses y ya nos adelanta el primer aprendizaje: Invitación a redefinir las prioridades.
“La vida nos recuerda constantemente la fragilidad de nuestra existencia”
“No esperes a que una pérdida te haga consciente de la fragilidad de la existencia”
Se nos relata con desgarro los días de incertidumbre por las complicaciones en el hospital y los protocolos médicos, así como el aferro a confiar en los avances médicos. Pero el destino cruel llegó y tuvieron que decir adiós a su hijo de forma prematura por no poder superar la primera operación. Noticia terrible acompañado de su mujer y de su otra hija Carlota de cinco años. Imaginar las palabras escritas a lo largo de la narración que hace que en más de una ocasión se te pongan los pelos de punta, cuanto dolor tuvo y seguirá teniendo esa familia frente a esta pérdida tan cruel. Aunque también os digo que descubriréis de qué manera afrontó el duelo y cómo la pérdida de su hijo sirvió para que otra gente se diera cuenta de lo realmente importante
Se habla de cómo se aborda en la sociedad el tema del duelo y que no se prepara a las personas para ese momento y lo importante que es tenerlo presente. Así como la creencia de que los padres no pueden sufrir por ser el “sexo fuerte” y en el que afirma que sí hay dolor y drama igual de intensos que experimenta la madre.
“La pérdida es una herida que afecta al alma de manera profunda, sin importar cuanto tiempo haya compartido uno con su ser querido”
“La vida después de la pérdida de un hijo se convierte en una danza compleja entre la necesidad de recordar y la búsqueda de la renovación. La cicatriz no se borra”
Gabriel nos habla en su libro del proceso de adaptación por la pérdida de su hijo a través de la resiliencia y los destellos de luz entre el dolor. Y de las no respuestas a las que llegó cuando surgieron las preguntas: ¿Por qué a mí? ¿Por qué yo?
“Cada experiencia vivida tiene como finalidad nuestro aprendizaje si así lo tomamos, lo decidimos y lo trabajamos”
“La aceptación no implica olvidar ni dejar de sentir dolor, sino encontrar la manera de coexistir con él”
Hay dos palabras que fueron claves para él en su proceso de duelo: la empatía y el apoyo en las personas cercanas, así como la necesidad de pedir ayuda a profesionales si hace falta. Nos cuenta cómo sobrellevó el dolor y el amor con su familia unida, y acompañados de la alegría de Carlota. Además de que le fue bien aferrarse a la fe.
La sorprendente revelación le vino cuando tras hablar con su amigo Jorge le enseñó que “gracias” a la muerte de su hijo le había hecho valorar más a su gente querida, a amar con intensidad y sus palabras para él fueron un rayo de luz.
Poco a poco, Gaspar nos cuenta cómo fue entendiendo el para qué a través de la resiliencia, el amor y la aceptación que como él dice abren caminos con el propósito de crecer, conectar y aprender, nunca sin olvidar a su preciado hijo. Así como a aprender a transformar el dolor en oportunidad de crecimiento y a conectar con la vida.
“Los para qué te ayudan a aprender, enfrentar y redirigir la situación”
En el capítulo séptimo nos habla sobre sus tres claves transformadoras que le sirvieron para abordar el significado del por qué al para qué con total honestidad y apertura. Nos cuenta lo que experimentó con los demás tras el funeral de Gasparín y guarda en su corazón cada acción amorosa que tuvieron con su familia. Nos ayuda a diferenciar entre los dramas y las “cositas” a resolver que lo tiene presente a lo largo de toda la narración.
“Es necesario explorar la diferencia entre el peso de las situaciones y la capacidad que todos tenemos para abordarlas con sabiduría y claridad”
El autor nos cuenta en qué momento surgió el proyecto LaRanaGaspar, con el objetivo de recordar a su hijo, enfocado a un viaje de solidaridad, autodescubrimiento y compromiso social y de inspirar a trasformar el dolor en amor que como dice él forma parte de la curación y el crecimiento personal.
La llegada para sí de la paz personal que le acompaña a llevar una vida plena y serenidad frente a las adversidades, y la necesidad de medir muy mucho si merece la pena gastar la energía en cómo la gastamos. Nos cuenta cómo impactó en él el proyecto, y a convertirse en otra persona, ayudando a quienes lo necesitaban de modo altruista y guía a través del autodescubrimiento y del servicio de ayudar a otros.
El Proyecto LaRanaGaspar lo califica como un faro de alegría, creatividad, pasión e inspiración y un compromiso que le ilumina y que es su propósito de vida al que le enseñó e inspiró Gasparín y que llegó a convertirse en la mejor versión de sí mismo y que le hace transmitir a los demás la riqueza y complejidad de la existencia. Así como la misión que tiene con el proyecto que no es otra que a través de un corazón inspirado, el compromiso de aprender a vivir de nuevo hacia el viaje de la felicidad y la plenitud. Nos cuenta que cada individuo debe hacer un viaje al interior y encontrar su propósito que es la huella que va a dejar en el mundo a través de su legado.
Nos aconseja a practicar la gratitud diaria y escribir un diario con los pequeños momentos e instantes que dan luz y felicidad y afirma que cada pequeña acción tiene un impacto profundo en nosotros. También nos relata el intercambio que ha realizado con su proyecto tanto en lo físico como en lo virtual y en enriquecimiento de su compromiso con las personas a través de diferentes colectivos y a difundir positivismo a través de más de quince plataformas virtuales en los que orienta y da apoyo a personas a través de diferentes vías: formación, recursos para emprendedores, vida familiar, etc.
Nos habla también del proyecto 10.000 Sonrisas Mágicas y del surgir sin ninguna planificación a aprender herramientas para aplicarlas al día a día, del apoyo de las redes sociales para difundir sus mensajes positivos a través del lema “cositas para pensar, actuar, ser, más y mejor persona”. Agradece el apoyo de Fabián Villena, su comprensión sobre el proyecto y la introspección guiada que hizo con él para conectar con su hijo.
Gaspar nos lanza una pregunta para la reflexión en su última reflexión “¿Estamos viviendo de acuerdo con lo que valoramos?” y acaba el libro a través de una recapitulación en el que nos recalca la importancia de no postergar lo esencial y en el que afirma que el dolor no es estático. Comparte con nosotros un video de casi cuatro minutos en el que conocemos su viaje relatado en forma de video.
A través del capítulo final Un viaje de acción, significado y gratitud, el autor da unas palabras al lector para que las utilicen como faro de inspiración, así como la necesidad de la evolución constante, búsqueda del crecimiento y el compromiso con la autenticidad. Sus palabras finales van dirigidas a su hijo Gaspar hacia el amor que le tiene.
“Incluso los gestos más pequeños tienen el poder de desencadenar una cascada de bienestar”
El epílogo lo cierra Javier Millán quien afirma que lo que tenemos entre manos no es solo un libro sobre la pérdida de un hijo, sino es un canto a aprender sobre el amor, la pérdida y la aceptación como camino de superar retos en la vida y nos lo resume con esta frase “La vida a veces nos trae experiencias duras de las que podemos elegir aprender y crecer para convertirnos en un diamante o resistirnos y decir que la vida es injusta”.