No es de extrañar que la novela escrita por Paloma Sánchez-Garnica, Últimos días en Berlín fuera finalista del Premio Planeta 2021, tras terminar la lectura he quedado maravillada con tan digna novela y tan merecido galardón.

La novela está basada en San Petersburgo y al primer personaje que conocemos es a Yuri que nos va a acompañar a lo largo de toda la trama en diferentes situaciones y de la que sale airoso en la mayoría de ocasiones. El personaje de Yuri daría para largo hablar de él, pero os iré contando según vaya surgiendo. De él conocemos a sus padres, Verónika y Miguel y sus hermanos, Sasha que enferma de tifus y Kolia. Podría decirse que es el protagonista de la novela, pero no quiero adelantar acontecimientos.

Podría englobar la novela en histórica y la autora se nota que se documentó bastante bien para escribirla. El primer lugar en que nos coloca Paloma es en la revolución bolchevique de 1917 y sabe describirnos totalmente el miedo que se sentía en esa época en Alemania. El matrimonio es una familia que lleva una vida de lujo, pero de un momento a otro todo esto se desvanece y deben marchar a Europa. La autora es capaz de hacernos sentir lo que sienten sus personajes con una prosa fácil de leer y que engancha desde la primera página.

Los tres calificativos que califican la novela desde el principio son inseguridad, temor y miedo, pero en contraste tenemos la valentía de Yuri para capear todas las situaciones que la vida le va poniendo delante. Yuri hereda la sensibilidad de su madre, sus cualidades y le duele la falta de humanidad de las personas.

“¿De qué sirve la libertad en un mundo de desigualdades?”

Una situación horrorizante comienza al principio de la novela cuando empiezan las primeras  detenciones. En su huida, sin marcha atrás, el tren se va, pero en él no van todos, pero los Santacruz salen del país. Verónika es sinónimo de culpabilidad del que no se perdonará nunca, pero Yuri no se va a dar por vencido por rescatar a su madre y luchar por ella y la justicia.

La autora en todo momento nos sitúa en espacio y en tiempo. Llegamos al Berlín de 1933 en el que otro personaje entrañable acoge a Yuri en su casa, la Sra. Metzger y en el que conoce a Axel Laufer, este último estudiante de humanidades. Hay reflexiones acerca de que debe haber menos comunistas y menos asesinos, y un sinfín de preguntas sin respuestas.

Con Litten (abogado) se nos introduce el mandato en la época de Hitler y tanto Yuri como Fritz Spiegel leen Mi lucha del dictador alemán.  Villanueva es el jefe que supervisa a Yuri Santacruz, le gestiona los correos y le hace una propuesta para ganar dinero en la embajada española, pero él también tiene un pasado

Otro de los personajes odiosos es Ulrich marido de Claudia, un ser desconfiado y que va a hacerlo pasar mal a Yuri, de ideología nazi. Yuri vive el triunfo de Hitler en Alemania y los cambios en el país. Vadim Sokobu trabaja en la embajada rusa.

Yuri va a mantener una tristeza enorme a lo largo de la novela porque no sabe de su madre ni de su hermano en tiempo, y otro de los aspectos que le caracterizan es que no soporta los sitios cerrados desde la infancia. Él es consciente de a lo que se expone y consigue el visado de Rusia, pero él se rebela contra el sistema. Alemania se encuentra fragmentada a pesar de que la mentalidad de los nazis es mantenerla unida.

“Está claro que algunos no saben perder”

Axel tiene una serie de principios que no va cambiar por nada ni por nadie, y va a tener lealtad a sus padres. Es él el que compara Alemania a Rusia. Axel va a hablar con Yuri sobre los orígenes de ambos y sobre un crimen que no ha cometido. Yuri va a defender a los suyos y va a pedir ayuda a Claudia para esconderlo en su casa. Así como un luchador por la búsqueda de la verdad.

Ulrich (director de un campo de concentración) y Claudia tienen una relación de amor, pero Claudia está arrepentida de casarse con él, lo único que quiere él es un descendente y su único objetivo es dejarla embarazada y que herede la raza aria. Claudia es golpeada y maltratada.

Krista vive en la misma casa en que se aloja Yuri y sienten lo mismo en cuanto a las injusticias y quieren luchar por defender a los judíos. Tras una charla se dan cuenta de que Claudia piensa lo mismo que ellos en cuanto a los judíos y les sorprende.

Llegamos al Berlín de 1934 en el que Claudia sufre una complicación en el embarazo. Fritz es amigo de Yuri y Fritz es detenido, él tampoco entiende el odio a los judíos y cómo son considerados.  Fritz va a luchar por la libertad de expresión gracias a su trabajo como periodista

La autora nos define muy bien cómo es la cultura alemana de esa época y nos nombra libros como Los amigos de Voltaire de E. Beatrice Hall. Pero he de deciros que también retrata la masacre y lo terrible de la época histórica con el nazismo como principal protagonismo. Pero en la novela no todo es odio y guerra, la autora también ha querido dejar valores que se muestran como la amistad, el compañerismo y se entrelaza con una historia de amor, de un hombre y dos mujeres.

Villanueva es homosexual y se confiesa ante Yuri, pero disimula con su mujer porque tiene miedo a revelar su identidad sexual por miedos a represalias. A Nicole Friedman le anuncian fallecimiento de Fritz y lo que debe hacer con las cenizas. A Yuri le quieren enviar el pasaporte, pero en realidad le están tendiendo una trampa y es Villanueva se preocupa por él.

“A veces hay que soltar el lastre del pasado para asegurar el presente y sobre todo el futuro”

Nicole se marcha a Alemania en 1936-1939. Claudia se encentra embarazada pero no es de Ulrich ya que conoce por parte de su suegro que al sufrir paperas de pequeño le inhabilitó para tener hijos. Su hijo es moreno y saltan las sospechas por parte de su marido. Krista es detenida y Yuri piensa que es Claudia quien la ha desvelado, aunque es Ernestine Urlacher. Es Yuri quien tiene que pedir disculpas a su amiga y le cuenta cómo murió su amigo

De España también llegan malas noticias con Franco y a todos nos afecta la política.  Y por la parte de Alemania y de manera implícita en la novela vivimos La noche de los cristales rotos.

Yuri va a por Krasia, aunque sea al fin del mundo y se le dice que debe renunciar a ella. Fratz tarde para salir del país y Krasia se pone rebelde y no está dispuesta a aceptar un matrimonio que quieren para ella. Ella afirma que “tú eres el único dueño de tus emociones”. Ahora le persiguen a Yuri y Claudia le va a ayudar a huir con el ropaje de su marido y le confiesa que sus hijos son suyos y no de Ulrich.

“Uno cree que hace las cosas por amor cuando en realidad es puro egoísmo”

Llegamos al Moscú de 1939 en el que se leen libros de Stefan Zweig. Es momento de reencuentros: Yuri se ve con su hermano Kolia pero hay cierta frialdad entre ellos. Le llegan noticias de que su madre ha muerto, pero él no lo cree y va a luchar por averiguar la verdad.

Alemania invade también Polonia. Kolia y sus hermanos  consiguen un visado falso de un mes y pueden llegar a subir al tren para escapar, pero Yuri quiere buscar a su madre y preguntarle por todo lo que ocurrió. La que le acompaña también es su hermana de padre Petia Smelov.

Yuri escribe una carta a su padre, aunque no quisiera para salvarle la vida, pero averigua que toda la historia que le han contado es mentira. Es momento del reencuentro con la madre y de cómo ella le cuenta a Yuri que ella perdonó a Kolia, pero él no consiguió hacerlo con el mismo. Su madre tiene cáncer y vive de milagro (quizá esperando la llegada de Yuri). Verónika ahora es un alma limpia de rencor, sin venganza.

Petia Smelov es herido de bala y Sonia les da a sus hijos y para que los ponga a salvo, pero en tren los detienen. Sus hijos están a salvo con Maria que es su otra hermana por parte de padre y de la que poco os voy a contar porque la tendréis que averiguar en la lectura.

“Tanto el arrepentimiento como el perdón poseen la mágica capacidad de sanar el alma herida”

Se acerca el final de la novela y es la más complicada para Yuri, él es enviado a Siberia en 1943-44 y Angélica es su doctora. Con él llegamos al Berlín 30 de abril de 1945, donde Alemania se ha liberado: Hitler ha muerto y Eva su mujer se ha envenenado. La autora nos regala una frase preciosa sobre el fin de la guerra atribuida a Aristóteles.

Hasta el final la autora nos va a mantener con vilo por la vida de Yuri, ya que sobre él cae una condena. El título que da nombre a la novela aparece al final de la novela Últimos días en Berlín, lunes 15 de junio de 1945 en el que deben refugiarse y huir a Suiza con los niños. Desde donde Villanueva manda una carta a Yuri.

La autora acaba la novela con un apartado de agradecimientos y da las gracias por los documentos publicados que ha tenido que leer para documentarse sobre la mentalidad, costumbres, etc., los diarios que le ayudaron con los personajes y da las gracias a los historiadores con los que ha entendido los acontecimientos históricos. También a través de las películas y los documentales.

Su gratitud a Víctor Arribas cinéfilo y a su Hada de los Libros, Ester Gómez que reside en Rusia y conoce a través de ella la mentalidad de los alemanes, a Palmira Márquez y a su marido.

 

Reseña del libro Últimos días en Berlín de Paloma Sánchez-Garnica
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Editado en Alicante por Eva María Galán Sempere
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