Pintor español hijo de José Ruiz Blasco, profesor de dibujo y pintor y de María Picasso López, malagueña de remota ascendencia italiana. Pablo Ruiz Picasso adoptó desde su juventud el apellido materno. Hasta los 9 años vivió en Málaga, donde empezó a dibujar y a pintar. Se conocen dos cuadritos suyos de esta época y un dibujo fechado en 1890. En otoño de 1891 se trasladó con su familia a La Coruña adonde su padre fue a ocupar el cargo de profesor de dibujo. Allí tuvo lugar, la verdadera eclosión del genio de Picasso. Antes de abandonar La Coruña expuso sus obras en una trastienda de la ciudad. Destacan ya La muchacha de los pies descalzos y El mendigo de la gorra. En 1895 José Ruiz obtuvo la conmutación de su cargo con el de un profesor de Barcelona y con este mismo motivo se trasladó la familia Ruiz Picasso a la Ciudad Condal.
Su entrada en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona fue brillante. Su principal profesor fue Antonio Caba, director de la misma. Picasso aprovechó, algunos de los modelos oficiales para ejercitarse, pero era por lo general un alumno indisciplinado. Allí conoció a otro alumno, Manuel Pallarés que se convirtió en uno de sus amigos para toda la vida. En esta época pintó La primera comunión, cuadro con el que participó en la Exposición de Bellas Artes de Barcelona y Ciencia y caridad galardonado en la Exposición General de Bellas Artes de Madrid con una mención honorifica.
Al margen de esta labor oficial pintó toda clase de temas, sobre tablillas o pequeñas telas, de inspiración más libre y ejecución más atrevida, testimonio de su precoz inquietud. El curso 1897-98 lo pasó en Madrid, donde ingresó en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. En aquella capital llevó una vida bohemia y precaria. De vuelta a Barcelona, partió con Pallarés a Horta de Ebro para reponer su salud y allí permaneció unos ocho meses. Volvió a Barcelona en febrero de 1899 y trabajó en el estudio del escultor Cardona; por aquel entonces conoció a Jaime Sabartés.
A principios de 1900 abrió una exposición en los Quatre Gats integrada por gran cantidad de retratos de amigos y conocidos: Sabartés, Casagemes, Ángel y Mateo F. de Soto, Ramón y Jacinto Reventós, Pitxot, Mir. En 1902 volvió a Barcelona. Las obras del momento se centran en el tema de la soledad de la mujer: Bebedora adormecida, Desnudo de espaldas. En otoño emprendió el tercer viaje a Paris, con Rocarol; su estancia en la capital francesa fue especialmente dura. Regresó a Barcelona en 1903; a este momento pertenecen: El abrazo, La vida, Escuela de Bellas Artes, Miserables ante el mar.
En la primavera de 1904 se fue a Paris con Sebastián Junyer-Vidal, para instalarse allí definitivamente. Residió en el Bateau-Lavoir en Montmatre. Allí realizó la primera serie de grabados: La comida frugal. Conoció a Fernando Olivier, cuya entrada en su vida determinará el paso de la época azul a la época rosa de acento menos trágico, con acróbatas y saltimbanquis como temática: El acróbata de la bola, Los saltimbanquis. Por esta época trabó amistad con Apollinaire y André Salmon. Sus experiencias con drogas cesaron tras la muerte del pintor Wiegels.
El verano de 1905 lo pasó en Schoorl que le inspiró el tema de Las tres holandesas. Hizo amistad con Leo y Gertrude Stein. En primavera de 1906 viajó a Gósol y cultivó un clasicismo mediterráneo de tendencia helenizante: La toilette. En 1907 Picasso pintó Les demoiselles d’Avignon, composición precubista que revolucionó la pintura moderna. Esta obra representa, frente a la atomización de la pintura impresionista, el retorno a la estructura; frente a la interiorización de las épocas azul y rosa, la vuelta a la plástica y la preponderancia del ritmo en la creación pictórica. De este modo, intuitivamente, Picasso coincidió con la última lección de Cézanne de quien hubo en Paris una retrospectiva en 1906. Los amigos de Picasso desaprobaron la osadía de este lienzo, al que siguieron obras de carácter negroide y precubistas. Por esta época recibió la visita de D.H. Kahnweiler, que le animó y le compró un lote de siete u ocho obras. Influido por la obra de Cézanne y estimulado por las discusiones teóricas de algunos de sus amigos, intentó crear una pintura pura o absoluta. Esta fue la problemática que se planteó el cubismo, tendencia que Picasso inició junto con Braque y que obedecía al afán de sugerir en un solo plano, los múltiples aspectos volumétricos sin recurrir al modelado y al claroscuro.
Por segunda vez visitó Horta de Ebro, esta vez con Fernando, en el verano de 1909: La fábrica de Horta, Retrato de Fernando. La aventura cubista prosigue su camino hacia la abstracción, que culminó en la producción de Cadaqués, durante el verano de 1910. Ya en Paris, Picasso pintó los retratos cubistas de Vollard, Uhde y Kahweder. La camaradería con Georges Braque se convirtió en estimulo mutuo. De 1911 a 1914 su evolución fue casi paralela. Los veranos de 1911, 1912 y 1913 los pasó en Ceret, lugar donde residía el escultor Manolo. En el otoño de 1912 tuvo lugar la ruptura con Fernande y el enlace con Eva: Ma Jolie. Junto con Braque, introdujeron en la obra pictórica elementos diversos: papel de periódico, papel de vidrio, trozos de tela, etc.
Son los famosos collages, de los que hay pictóricos y escultóricos. La I Guerra Mundial interrumpió esta evolución y la muerte de Eva a finales de 1915, sumió a Picasso en una crisis de soledad. La interrupción de J. Cocteau en su vida precipitó un cambio de orientación en su obra: la vuelta a la figuración y la colaboración en los Ballets Russes de Djagilev, para los que ejecutó figurines y escenografías. En 1918 tuvo lugar su enlace matrimonial con Olga Koklova, y en 1921 nació su hijo Paulo. El cubismo se une ahora a la figuración. Este proceso, iniciado en 1919, concluye con las grandes naturalezas muertas de 1924 y 1925 pasando por Los tres músicos. Si el cubismo primitivo era austero de color, el cubismo representativo es de colores vivos y contratados. A partir de 1926 la línea curva tiende a reimplantar su soberanía. La aparición de Marie Thérèse, de formas suaves es un factor decisivo en esta transformación. Por esta época proliferaron en la producción de Picasso técnicas y estilos divergentes: pintura, escultura abstracta, escultura figurativa y grabado. Las metamorfosis, Suite Vollard y Mino tauromaquia que cierra este proceso.
En 1937 inspirado por un episodio de la Guerra Civil española, Picasso pinta Guernica después de muchos esbozos y dibujos preparatorios de carácter expresionista. Guernica reúne y sintetiza todas las experiencias emprendidas anteriormente por su autor: realismo, cubismo, curvismo, grafismo, expresionismo, surrealismo, etc. Esta disparidad está expresada a través de un elemento aunador, que es el de la pintura plana, bidimensional, que da a la composición carácter de mural más que de lienzo y subraya así su contenido épico.
Durante los años de la II Guerra Mundial la figura humana surge en la obra de Picasso deformada, contrahecha. Es su manera de expresar el horror ante la guerra: el hombre se ha vuelto monstruoso. Su compañera en ese momento es Dora Maar. Con Françoise y con el nacimiento de dos hijos, la obra de Picasso conoció un momento de felicidad. La sonrisa se dibuja en los rostros de sus faunos y de sus ninfas: La joie de vivre. Picasso se adiestró en el arte de la cerámica, del que pronto se convirtió en maestro. El altibajo vivido durante el decenio anterior se traduce en dos grandes paneles: La guerra y la paz. Con un humor sin igual, Picasso realizó a sus 70 años un nuevo tipo de escultura, obtenido con materiales de Detrito: LA cabra y La Mona.
A partir de 1954 Jacqueline apareció en su vida. Pinto grandes suites: Ateliers, Las meninas, inspirada en la obra de Velázquez, Les déjeuners, inspirada en Manet y El pintor y su modelo. Empezó las series de grabados al linóleo. En 1966 tuvo lugar una magna exposición en parís, con más de un millar de obras expuestas. Por sus innovaciones, por su evolución, por sus aparentes contradicciones Picasso encarna en el arte, al hombre del siglo XX. A partir de este momento Picasso da rienda suelta a su imaginación en series de dibujos, grabados y pinturas. Libertad total, con la más insinuada mezcla de procedimientos y de personajes. En 1963 se inauguró en Barcelona el Museo Picasso, que se ha enriquecido posteriormente con dos nuevas donaciones: la de las Meninas, en 1968 y la de sus obras de adolescencia y juventud guardadas en Barcelona en 1970.
