Tras el éxito y galardonado libro La vida desnuda de la autora Mónica Carrillo, llega el libro El viento nos llevará publicado por la Editorial Planeta en el que la periodista y escritora nos descubre una selección de microcuentos en este pequeño tesoro literario.
Mónica nos entrega su corazón en pequeños trazos y nos envuelve en el alma que rezuman cada una de sus letras. Microcuentos intensos y de una belleza envolvente. El viento nos llevará va dedicado a los amantes y está estructurado en tres grandes bloques: deseo, el paso del viento y tiempo. Abráis el libro por la hoja que la abráis os vais a encontrar con un poema muy bello.
Del Deseo sobre el libre albedrío, la risa, los recuerdos del querer y futuros contigo y perfectos. La autora juega con las moralejas y juegos literarios con los verbos, palabras y signos de puntuación. Reflexiones sobre quién fui, la importancia de pedir perdón, de sumar y seguir, de la paciencia, los sueños, besos lentos, y la primavera. Mónica habla sobre el destino, el odio, la sombra y la paz. Y utiliza frases hechas que todos conocemos, pero cambiadas con alguna letra. Mónica trata el enamoramiento, la libertad y lo inevitable para terminar de la manera que comenzó con el libre albedrío.
Con El paso del viento de nuevo juega con formas verbales y se rinde a ella misma, porque su mejor compañía es la suya. La autora utiliza una frase de Maquiavelo conocida, pero de la que cambia el significado. Realiza un guiño a la aplicación de mensajería instantánea WhatsApp con un microcuento en el que dice que para alguien estará escribiendo. Surge el miedo a lo que ocurre y el “arte se convierte en helarte”. Sobre las mentiras y el punto de partida, hacia la condena de lo que pudo haber sido.
De la importancia de pedir perdón y la nostalgia del viaje de la vida. Del aprendizaje de la vida en cuanto al amor, y que el tiempo pasa y lo pierdes todo en un mundo sin juicios. El ojalá para siempre eterno y desde la marcha (de la persona querida) la lentitud. Finalizaciones de las cosas de otro modo y la distancia que separa a una persona de otra.
Sensación de vacío para empezar de cero y de las ganas de verte, de la importancia de aceptar y de dejar ir, como el viento, por el amor propio.
Y el tiempo para mirar lo que fuimos sin mirar atrás, de la huella inolvidable que dejan las personas. De la intensidad con la que se quisieron dos personas y ahora poco. Del vacío frío y de querer sin complejos, así como de la vida después de la suerte. El sufrimiento y, la frase bien conocida, de que la procesión va por dentro, pero que es necesaria soltar para vivir libre.
La memoria duele y vivir merece la pena, de los silencios violentos y de no olvidarnos del superpoder que tenemos de pedir ayuda, de la equivocación, y de la importancia de aprender de los errores. De disfrutar de los días buenos que no acontecen en el orden esperado y el valor para dejar ir a la persona que quieres y decirle adiós. De los silencios atrapados y de cómo la herida no sangra cuando duele de verdad. El tiempo pasa y da lugar a nuevas vidas.
Acaba el libro un apartado de agradecimientos en primer lugar a Planeta por la propuesta íntima y personal que le ofrecieron, a Puri su editora, a su equipo de medios de comunicación y a los lectores que esperan el libro con ilusión. A las personas que le acompañan en su viaje y a su inseparable compañero Camarón.
Nunca dejes de escribir así de bonito Mónica, porque contigo mucha gente como yo nos vemos identificados en tus bellas palabras y en tu profunda profesionalidad tanto a nivel literario como periodístico. ¡Mi más sincera enhorabuena!.
