El juego es una forma de esparcimiento que le gusta a los seres humanos y éste ha sido el eje temático de muchas obras literarias y llevadas luego al cine. Bien se realice entre amigos, en familia o en un entorno social como los casinos, puede conllevar a la alegría y esparcimiento de las personas. Sin embargo, cuando las personas ya no lo hacen por diversión sino por necesidad, es cuando se puede convertir en un problema.
En el libro que reseñaremos en esta ocasión, la opción del juego al inicio se muestra como una alternativa atractiva, de entrada festiva, como puede ser cuando cualquier persona Visite Novibet. Sin embargo, el nudo de la historia de esta novela se da cuando los personajes pierden el control y comienzan a transitar un agujero del cual se les hace difícil salir.
La novela “El Jugador”, escrita por Fiodor Dostoyevski, describe muy profundamente el drama de varios personajes que tienen la firme creencia de que sus problemas se resolverán por un golpe de suerte, por un giro afortunado del destino. Esta manera de pensar se convierte en una ilusión engañosa que les lleva a la depresión, a la desesperación y a una absurda insensatez que complica aún más su situación inicial.
Resulta verdaderamente aleccionador presenciar como los personajes contagiados por esta “fiebre del juego” van siendo llevados por su propia debilidad personal a un lamentable desenlace.
La historia relata como un humilde preceptor llamado Alekséi Ivánovich, de frágil voluntad y blando carácter es fácilmente manipulado por Polina, la mujer que ama, y conducido a las apuestas en la ruleta, solo por complacer sus caprichos. Su suerte de principiante lo abandona al poco tiempo y la pequeña fortuna que logra juntar, se va desvaneciendo tan fácilmente como fue llegando.
El general Zagorianski, para quien trabaja Alexei, espera con ansias el fallecimiento de su tía, La Babulinka, para solventar fácilmente con la herencia, todos sus problemas económicos producto del despilfarro y los lujos excesivos.
El detalle, es que la tía es inesperadamente es también iniciada en los juegos de azar y decide impulsivamente arrojar todo su patrimonio a los brazos de la fortuna, que tristemente se convierte en desventura ya que también termina perdiéndolo todo.
“El jugador” describe con un detalle fotográfico todos los estados por los que pasa un jugador y muestra los pensamientos que atormentan a sus desafortunados protagonistas.
Es una novela excepcionalmente narrada debido a que mismo autor experimentó en carne propia el desmoronamiento de parte de su vida en las mesas de un casino, la persecución de sus acreedores que casi lo llevan a la cárcel y la pérdida de un amor debido al juego. El gran genio creador de Dostoyesvki sabía perfectamente de lo que estaba hablando al construir la historia de sus protagonistas y describir sus arrebatos con gran profundidad psicológica.
Esta obra creada en tiempo record, en tan solo un mes ya estaba en manos del editor. Y aunque han transcurrido casi doscientos años desde su aparición, “El jugador” se ha vuelto inspiración y base para numerosos guionistas de la gran pantalla que muestran el drama del irrefrenable impulso de apostar tras la esperanza huidiza de obtener un premio que nunca llega o de que se esfuma tan rápidamente como llegó.