El Museo Sierra Pambley se encuentra en la plaza de la Catedral de León, en un antiguo caserón del siglo XIX. El visitante puede recorrer la vivienda de un rico propietario; un buen ejemplo de casa burguesa, que une los recuerdos de dos importantes familias de la hidalguía leonesa con las novedades que incorporó un hombre emprendedor y entusiasmado con el progreso que ofrecían los avances científicos y técnicos de su tiempo. El visitante también puede acercarse a su obra, la Fundación Sierra Pambley, que ofreció educación a los niños y jóvenes con menos recursos e impulsó la renovación pedagógica.
La casa
La primera planta reunía las salas en las que se recibía protocolariamente. Estaba amueblada y decorada con lujo, ya que era espejo de la posición económica y social de sus propietarios. Las estancias se organizaban en enfiladas, unas a continuación de las otras, de manera que pudieran formar un espacio continuo que albergara a los numerosos invitados a los bailes y saraos.
La planta segunda, de uso familiar, se articulaba en torno al comedor de diario, que hacía también de zona de reunión y de distribuidor. Se pueden contemplar las vajillas inglesas y de la Real Fábrica de Sargadelos, la platería o la cristalería de la casa. Daba paso al tocador, estancia destinada al aseo diario y a la habitación principal, presidida por la gran cama, símbolo del matrimonio y de la familia.
La casa fue construida en 1848 por Segundo Sierra Pambley y conserva todo el ajuar con que se amuebló y equipó: los papeles pintados, las moquetas, los muebles y los tejidos, las vajillas de Sargadelos e inglesas y los cubiertos realizados en plata. Destacan los juegos y los juguetes, las mejoras en la iluminación y la calefacción, las piezas de aseo, los nuevos materiales como la gutapercha, los muelles… Las dos plantas se distribuyen de acuerdo a su funcionalidad, la primera estaba destinada las estancias públicas, dedicadas a la vida social y la segunda a las privadas de uso familiar.
La casa fue erigida sobre edificaciones eclesiásticas, tiene una fachada regularizada, compuesta por balcones y miradores distribuidos a espacios iguales, con idénticas contraventanas e impostas que separan los pisos. Está clara la voluntad del propietario de marcar ritmos que contribuyan a la ordenación urbana, ofreciendo a la ciudad un módulo susceptible de ser repetido en otras fachadas.
Cuenta con numerosas habitaciones, dedicadas a usos muy precisos, como corresponde a una casa moderna y bien organizada. Además del núcleo tradicional, compuesto por sala, gabinete y alcoba, situado en el piso alto, la casa cuenta con otras habitaciones, escenario de las distintas actividades de la vida burguesa: sala de música, sala de juego, gabinetes para damas y caballeros, comedores, tocador, despachos, dormitorios de matrimonio, de niños y de huéspedes y retrete. Habría que añadir la cocina, el cuarto de reunión de los criados, sus dormitorios y su retrete, hoy desaparecidos.
La primera planta
Se llamaba cuarto principal a la planta de la vivienda que reunía las salas en las que se recibía protocolariamente. Estaba amueblada y decorada con lujo, ya que era espejo de la posición económica y social de sus propietarios: las estancias se organizaban en enfiladas, unas a continuación de las otras, de manera que pudieran formar un espacio continuo que albergara a los numerosos invitados de los bailes y los saraos que se distribuían entre las distintas salas que forman esta planta, como la de Juego, que conserva la mesa de billar y diversos juegos de mesa fabricados en China; la sala de Fumar, destinada a los caballeros, decorada con papeles pintados y cortinas, además de un cómodo mobiliario que favorecía las conversaciones, para dar paso a la Sala, cuya función era servir de salón de baile y de comedor de gala; y finalmente, a la Sala de Compañía, decorada con los colores que el gusto de la época relacionaba con la feminidad: blancos y platas.
Además, esta planta conserva otro grupo de estancias reservadas a Francisco Fernández Blanco: el despacho con la mesa de escritorio y la silla giratoria de gutapercha, el innovador retrete con agua corriente instalado en 1912 y decorado con solería de baldosa hidráulica y finalmente, su austero dormitorio.
La segunda planta
La planta segunda, de uso familiar, se articula en torno al comedor de diario, que hace también de zona de reunión y de distribuidor, donde se pueden contemplar las vajillas inglesas y de la Real Fábrica de Sargadelos, la platería o la cristalería de la casa. Da paso al tocador, estancia destinada al aseo diario, mediante el uso del baño de asiento o de la bañera, y a la habitación principal, presidida por la gran cama, símbolo del matrimonio y de la familia.
La perspectiva enfilada que sigue a continuación, está compuesta por el despacho de Segundo Sierra Pambley, la sala de música con el conjunto de piano y taburete del madrileño Vicente Ferrer (1804-1856) decorada con vistosos papeles pintados, y un gabinete, donde se recibiría a los amigos de confianza. Finalmente, se visitan los grupos de dormitorios destinados a los invitados y al resto de la familia, que conservan además del mobiliario y la ropa de cama, objetos de aseo de la fábrica alemana Villeroy & Boch y juegos de mesa adquiridos en Francia hacia 1860 como la Oca.
La Sala Cossío
En las escuelas Sierra-Pambley fueron muy importantes las influencias europeas de finales del siglo XIX y principios del XX. Sus profesores acudían, financiados por la Fundación, a los centros industriales y a las escuelas francesas e inglesas para ampliar su formación. Tras el período formativo, los profesores regresaban y enseñaban en Sierra Pambley los métodos que habían aprendido en el extranjero.
Francisco Fernández Blanco fundó entre 1886 y 1903 cinco escuelas en diferentes localidades de las provincias de León y Zamora. Todas ellas destacaron por su adaptación a los recursos de la zona y a sus características socioeconómicas. La educación impartida en ellas y el material escolar era íntegramente gratuito y facilitado por la Fundación. La primera fue en Villablino (León) en 1886, especializada en lechería, quesería y mantequería; la segunda, en Hospital de Órbigo (León) en 1890 para impartir la ampliación de instrucción primaria, al igual que la escuela de Villameca (León) y la de Moreruela de Tábara (Zamora) –fundadas en 1894 y 1897, respectivamente-, además de la especialización en agricultura. Finalmente, en 1903 fundó la Escuela Industrial de Obreros de León, que enseñaba a sus alumnos oficios en proceso de mecanización como la carpintería, la forja y la cerrajería.
La fundación
Trabajamos por la cultura y la educación desde 1887
La Fundación Sierra Pambley es una entidad privada sin ánimo de lucro dedicada desde 1887 a actividades educativas y culturales en la provincia de León (España). Fue creada por iniciativa de Francisco Fernández-Blanco y Sierra Pambley que la dotó con la mayor parte de su fortuna personal. La labor de la Fundación siempre ha estado guiada por el espíritu de la Institución Libre de Enseñanza y las ideas de Francisco Giner de los Ríos, Gumersindo de Azcárate y Manuel Bartolomé Cossío que formaron parte de su primer Patronato y en el caso de los dos últimos fueron sucesivamente sus presidentes.
Durante la dictadura
Tras el golpe de estado del 18 de julio de 1936, la Fundación fue incautada por los sublevados y destituidos sus dirigentes. El director de la Granja Escuela del Monte de San Isidro y catedrático de Veterinaria, Nicostrato Vela, fue ejecutado; el bibliotecario, Pío Álvarez, fue “paseado” y fueron “depurados” varios maestros. Durante toda la dictadura franquista, la Fundación Sierra Pambley funcionó con un Patronato presidido por el obispo de León y con las actividades educativas muy reducidas. Sin embargo, debe destacarse que la Biblioteca Azcárate, gracias a Antonio González de Lama, se mantuvo como refugio frente a la intolerancia y centro de cultura. Albergó, en plena posguerra, los inicios de la prestigiosa revista de poesía “Espadaña” (1944-1951), una auténtica excepción en el panorama literario y del pensamiento durante el primer franquismo.
La etapa democrática
Con la recuperación de la democracia en España, Justino de Azcárate y Flórez, recién llegado del exilio y nombrado senador por designación real, inició las gestiones para recuperar la Fundación Sierra-Pambley y devolverla a los principios laicos y liberales de la Institución Libre de Enseñanza, lo que se consiguió el 11 de enero de 1979. A Justino de Azcárate le sucedió Joaquín López Contreras, que había sido vicepresidente. Durante su presidencia, iniciada en 1989, la Fundación conoció un ascenso capital. Su amor por la Fundación, su fidelidad hacia los ideales institucionistas y su voluntad de servicio serán siempre nuestro ejemplo.
A medida que la enseñanza oficial ha ido cubriendo los espacios educativos a los que se dedicaba la Fundación Sierra Pambley, esta se ha debido readaptar y ha realizado un importante proceso de renovación mediante la creación de nuevas enseñanzas para cumplir los fines fundacionales.
El Patronato
La Fundación se rigió desde 1887 hasta 1936 por un Patronato del que fueron presidentes Francisco Fernández-Blanco y Sierra Pambley, Gumersindo de Azcárate, Manuel Bartolomé Cossío y José Manuel Pedregal y Sánchez Calvo. Además, en diferentes momentos también formaron parte Francisco Giner de los Ríos (que no llegó a tomar posesión de su cargo), Germán Flórez, Juan Flórez Posada, Ricardo Rubio, Pablo de Azcárate, Juan Uña, Leopoldo Palacios y Natalia Bartolomé López Cossío.
En la actualidad el Patronato de la Fundación está compuesto por:
Presidente: Salvador Gutiérrez Ordóñez
Vicepresidente: Graciliano Palomo García
Vicepresidente: José García-Velasco García
Secretario: David López Valdueza
Vocal: Francisco Carantoña Álvarez
Vocal: Elisa Navas García
Vocal: Luis Grau Lobo
Vocal: Elvira Ontañón y Sánchez (Presidenta de honor)
Vocal: Isabel de Azcárate González
Vocal: Pedro González Álvarez
Vocal: Manuel Velasco Rodríguez
Fondo familiar
El Fondo familiar es de carácter histórico y recoge toda la documentación generada por las familias Fernández-Blanco y Sierra-Pambley en el ejercicio de sus actividades tanto públicas como privadas.
El fondo Familiar del Archivo de la Fundación Sierra Pambley recoge la documentación relativa a dos ramas familiares, la Fernández Blanco, procedente de Hospital de Órbigo, y la Sierra Pambley, procedente de Villablino, en el ejercicio de sus funciones, tanto públicas como privadas. Cuando nos referimos a funciones públicas, estamos hablando de documentación en el ejercicio de los cargos públicos que ocuparon los diferentes miembros de la familia (intendentes de provincia, senadores, diputados a Cortes o secretario de Despacho de Hacienda, como Felipe Sierra Pambley durante el Trienio Liberal 1820-1823). La documentación conservada dentro de las funciones privadas nos va a dar una curiosa visión de cómo vivía una familia ilustrada en el siglo XIX.
El documento más antiguo conservado data de 1325 y siguiendo un orden cronológico el fondo llegaría hasta 1915, fecha en la que fallece el último de los herederos de la familia, Francisco Fernández Blanco. Por lo tanto, estamos ante un fondo de carácter cerrado. Los primeros documentos con una continuidad temática y temporal clara datan del siglo XVII y la mayor parte del fondo documental abarca los siglos XVIII y XIX.
Por su riqueza, es un fondo esencial para conocer la historia no solo de León sino también de España en su vertiente política y cultural.
Biblioteca Azcárate
Un lugar lleno de historia para disfrutar de la cultura
Refugio cultural
La Biblioteca Azcárate es un rincón leonés lleno de historia. Se creó en 1921, albergó el nacimiento de la prestigiosa revista “Espadaña” en 1944 y ya en nuestro siglo ha sido y sigue siendo un refugio ideal para reuniones científicas, literarias y culturales.
Pero también es un espacio lleno de futuro y adaptado a los nuevos tiempos que vivimos. Entre las infinitas páginas de sus libros y al calor de sus famosas estanterías de madera, podrás disfrutar de la cultura en un entorno acogedor. Está formada por una amplia colección bibliográfica de monografías y publicaciones periódicas.
Una historia centenaria
La Biblioteca Azcárate tuvo su origen en los fondos donados por la familia de Gumersindo de Azcárate. Sus sobrinos herederos interpretaron con gran sagacidad los ideales de Gumersindo y donaron en 1917 su biblioteca a la Fundación Sierra-Pambley, salvo los manuscritos que fueron a pasar a la Academia de la Historia, de la que era miembro.
La donación estaba constituida por obras de derecho, sociología, economía, etc., procedentes, muchas de ellas, de regalos de sus discípulos y admiradores que testificaban con este gesto el cariño al maestro. Muchas de ellas, unas 350, contienen dedicatorias curiosas a Gumersindo.
En 1917 Manuel Bartolomé Cossío, que sucedió en la presidencia del Patronato de la Fundación Sierra Pambley a Gumersindo de Azcárate, fue el encargado de la recepción de este legado. Decidió la construcción de una biblioteca que albergara los fondos y creó para ello una bella instalación en la parte baja de los inmuebles de la Fundación en la calle de Sierra Pambley.
El proyecto fue encargado al arquitecto municipal Manuel de Cárdenas, profesor de dibujo de la Escuela Industrial de Obreros de la Fundación Sierra-Pambley, quien diseñó y ejecutó las obras conforme al consejo e instrucciones directas del presidente del Patronato. El resultado fue una sala de lectura en forma de L, inspirada en las bibliotecas inglesas del S. XVIII, llamada Biblioteca Azcárate, que, desde su inauguración en 1921, ha perpetuado su recuerdo en su ciudad natal.
Fondos
El fondo general procede de las donaciones efectuadas en 1917 por los herederos de Gumersindo de Azcárate. Incluye obras sobre ciencias sociales, filosofía, derecho, pedagogía y literatura.
La sección de las escuelas está formada por manuales escolares y libros de lectura editados, en su mayor parte, en las tres primeras décadas del siglo XX y que fueron empleados en las Escuelas Sierra Pambley.
La sección de la ILE está dedicada a esta prestigiosa institución, incluye, entre otras muchas obras, el Boletín de la ILE (BILE).
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Contacto
Correo electrónico
fundacion@sierrapambley.org
Teléfono
(34) 987229369
Dirección
c/ Sierra Pambley 2, 24003, León, España
(información extraída de https://www.sierrapambley.org/)