El pasado mes de octubre, la autora Cristina Campos fue galardonada como finalista del Premio Planeta con su novela Historia de mujeres casadas en su 71ª edición. Recién termino de leerla voy a compartir con vosotros los aspectos que para mí la han hecho bien merecedora de ese reconocimiento literario.
La lectura comienza con una escena en la que Gabriela, más conocida como Gabi se encuentra con su amante Pablo un escritor conocido de 55 años, amándose a escondidas y que desde el principio la autora nos plantea un debate sobre si un hombre puede amar a dos mujeres a la vez y una mujer no puede amar a dos hombres.
Nuestra protagonista está estructurada de una manera brillante y con la lectura sufrirás y te ilusionarás a partes iguales. Gabriela tiene una vida acomodada, pero el deseo le traiciona, unido al tsunami de sentimientos porque tiene una gran necesidad de aventura que le va a hacer dar un vuelco a su vida.
La estructura de la novela se compone de quince capítulos, el primero titulado Maridos y mujeres y el último La eternidad y un día. El hilo conductor de la novela está tan bien realizado que yo por lo menos me lo he terminado en pocos días. También y por qué no nombrarlo hay apartado de crítica que lo vais a intuir en la lectura.
La trama comienza con recuerdos, nuestra protagonista Gabi tiene melancolía y cuenta los años que lleva junto con su marido, nos podemos imaginar cómo es la relación por la cantidad de detalles que nos envuelve la autora. Germán es ingeniero y ella periodista y viven en Barcelona.
Me ha llamado la atención un recurso que utiliza la autora que aparece en varias ocasiones en el libro y es que nombra palabras y las aclara acompañadas de la definición por la Real Academia de la Lengua. Y va acompañado de una herencia del padre de Gabriela.
Sus protagonistas
Germán es un hombre noble, perfeccionista y que además de amar a su mujer, disfruta de lo lindo con su guitarra eléctrica. Es tranquilo y así lo demuestra en su defensa de su tesis. También es coherente y posee una gran disciplina. A él le gusta la lectura de Houellebecq.
“Hay que ponerse en la piel del otro para entender”
Gabriela Salinas es una mujer aventurera, nerviosa, imperfecta, tímida, es el caos, el desorden, la inter disciplina. Tiene un sueño que es escribir una novela, pero le falta ambición. Es amante de la lectura histórica en torno a Helena de Troya.
Pablo Hausmann es muy sincero desde el principio con ella, y ella no está acostumbrada a llevar una doble vida que se le ha presentado. Con Pablo tiene mucha pasión, cariño y sensualidad, pero ella al llegar a casa se siente sucia y culpable frente a su marido Germán.
Ambos, Germán y Gabriela, se han encontrado a través de una historia de amor preciosa y conocemos cuándo y cómo decidieron casarse, pero Gabriela llega un momento en que se siente atascada. Ella trabaja para La Femme y escribe artículos uno de ellos su título es el que da nombre a la novela y que ella no habría elegido porque es más amante de la poesía y siente gusto por E. Dickinson, Gabriella Mistral, etc.
“Al escritor le cuesta desprenderse de sus personajes porque los quiere”
Eugenia es jefa y amiga de Gabriela, que le facilita el trabajo en el que se encuentra. Las historias de Eugenia y de Gabriela tratan de mujeres a partir de los 40, y uno de sus artículos va dedicado a “El amigo de mamá”. Ella es directora de Revista y su deseo es jubilarse en Formentera. Pero también tiene un amante llamado Euken que se encuentra de manera casual en el aeropuerto. Es una amante de la naturaleza y en concreto de las orquídeas.
Silvia es otra amiga de Gabriela que ha sido madre. En el primer lugar donde nos la encontramos es en un tren con su bebé llorando de manera desconsolada. Ella ama y odia la maternidad a partes iguales, pasa el día pidiéndole perdón a su marido Salva (tenista) por sus repentinos cambios de humor y a su madre que la autora define la relación como amor-discusión-perdón. Ella es de Madrid, pero vive en Barcelona y conocemos su historia con Gabi. Silvia es fotógrafa y busca en su profesión el alma de las personas y se caracteriza por ser una persona meticulosa, ordenada y resolutiva. A pesar de que está casada se da cuenta que hay mujeres que le atraen y se da cuenta de lo que lleva negándose toda la vida sobre la atracción femenina. Manifiesta su preocupación por su futuro laboral y le van a dar una oportunidad también en la Feria de Londres de fotografiar a diez escritoras.
Con Cósima se nos habla del talento, así como a lo que se dedica que es diseñadora/estilista. Hacen un equipo perfecto: ella, Silvia y Gabriela y trabajan para Itziar Castro una actriz española. No es afortunada en el amor, es fiel y liberal a pesar de ser de una familia aristócrata.
Otro de los aspectos a destacar en la novela, es el valor de la amistad. Gabriela, Silvia, Cósima y Eugenia hacen un gran equipo y de vez en cuando se juntan en casa de una, para charlar y hablar de sus vidas y reflexionan sobre muchas cuestiones entre ellas sobre el valor del arte. Es habitual en esta novela encontrar escenas en las que se habla de sexo, muy explícitas, pero con mucha elegancia y también se habla de su historia unida a la de Grafenberg. También se habla del TOC y de un ejemplo con Rafa Nadal.
“El destino es a veces caprichoso y el azar juega sin reglas”
Dentro de la propia novela, es la autora quien nos regala un esquema de los pasos que hay que seguir para escribir una novela de ficción. Es Gabriela quien quiere escribir, pero se ve incapaz.
La trama da un vuelco y nos lleva a la Feria del Libro de Londres en 2008, en el que se detallan las características y posibilidades de que una novela destaque y el país invitado es España. Gabriela es invitada para cubrirlo de manera laboral y allí es donde se sucede la historia entre Gabriela y Pablo Hausmann que presenta su novela La argentina.
“Todo vuelve en esta vida. Todo vuelve”
Conocemos los gustos musicales en la novela también por parte de la autora, porque de la mano de Silvia y Gabriela, escuchamos a los Sex Pistols, Pulp (y una de las canciones que nos hace referencia la autora a que hay que escucharla antes de morir) y a Los Ramones y del otro extremo de la belleza de Nessum Dorma. También de la fascinación por Formentera por cómo lo describe a través de sus personajes, del cine por la cantidad de películas que se nombran y el teatro por las obras a las que se hace referencia en la novela como Medea o Secretos de un matrimonio de Bergman. También se hace mención a la radio con el programa en que Pablo habla “Libros de arena”.
Gabriela tiene una función en concreto en la Feria de Londres y se encuentra con Pía mujer por entonces de Pablo de la que piensa cuánto hay de ella en la novela que ha escrito Hausmann. Con Gabi reflexionamos sobre el patrón de los hombres y mujeres frente a la pareja y se habla de una tendencia que creó Freud. No solo las mujeres sufren por amor, sino que los hombres también lo hacen.
Con Cósima vivimos como en el siglo pasado, por pertenecer a una familia aristócrata, debe juntarse con alguien igual que ella, y es unida con Bosco de la Loma-Osorio que se cree la reencarnación de Chillida. De la mano de Bosco conocemos el “Complejo de Edipo” que no se nombra, pero sabemos que está enamorado de su madre Cayetana. También se hace referencia a las drogas y la reacción que tiene el cuerpo. El viaje es a Senegal, pero de nuevo la suegra se mete por en medio y le arruina su viaje. Cayetana tiene muy protegido a su hijo y entre las características de Bosco se le figura como un hipocondriaco.
“El amor es capaz de distorsionar la imagen del hombre al que amas”
En la novela también hay mención hacia una enfermedad de la mujer muy común, la endometriosis que sigue siendo muy enigmática y afecta al 6% de la población mundial. Se nos presenta de la mano de nuestra protagonista porque lo pasa muy mal y con muchos dolores. Ella quiere ser madre, pero no hay manera de que se queden embarazados, porque la relación con su marido empieza a distanciarse. Gabi tiene que someterse a una intervención por laparoscopia y conocemos todos los detalles, así como el cómo se siente ella con su cuerpo y la cicatriz. Es nuestra protagonista principal quien reflexiona a lo largo de la novela y en esta ocasión es en relación a la amistad masculina que no la entiende.
Se habla en la novela de algo curioso del cubo de Rubik, quién lo creó, en qué consiste y cómo realizarlo. Es el marido de Cósima quien hace una escultura en homenaje a Rubik expuesta en la galería Kreister y que es entendida por él como la liberación del subconsciente. Es Silvia quien se siente atrapada por la escultura y su marido Salva se la regala a pesar de que no les sobra el dinero. Empiezan a ocurrir aspectos raros en la novela, y que la autora los resuelve muy bien. La autora une al escritor Paul Auster con Pablo Hausmann que es su traductor y su última novela publicada Sunset Park.
La historia de Bosco es muy oscura también y Cósima lo va a pasar muy mal porque parece ser que está con otra mujer, en todo momento se siente apoyada por Silvia y averiguan lo que está ocurriendo, se entrelaza con el tema de la red de prostitución y las mafias rusas y ucraniana. Conocemos una historia (que conocemos a través de Gabi), la de Natasha Mijailova relacionado con el Mobile World Congress en Barcelona convertido como un ritual social, el tener sexo. También conocemos el por qué su padre le puso el nombre de Cósima. Y ella necesita dar un vuelco en su vida.
Gabi por fin ha podido quedarse embarazada de su marido y quiere estar a solas en el parto. Aunque su marido es de otra forma y hay discrepancia. Se habla del amor incondicional y su marido debe irse a Boston por trabajo. Es un momento en el que se encuentran muy felices, a pesar de que haya cosas que a su marido le pongan nervioso. Hay broncas y espacio entre ellos y es momento en que Gabi vuelve a ver a Pablo por el que siente algo, lo ve en el barrio Born y va a haber mucha pasión entre ellos acompañada de una frase de Jung sobre la sincronicidad de las almas.
“Una escritora sabe del poder persuasivo de sus palabras. Sabe y tiene habilidad para conmover, manipular, hacer sentir a aquel que la lee”
De nuevo la autora entrelaza la trama con la crítica social en la que se habla del poco tiempo para la baja maternal en España y otros países y la conciliación con la vida laboral.
Gabriela va a pecar con Pablo y hay momentos de mucha sensualidad acompañado de sexo y conversaciones con su amiga Eugenia sobre la infidelidad. Pablo es un amante de los libros y eso lo comparte con ella, en su buhardilla. Ella vuelve a sentirse mujer con los encuentros con Pablo los jueves, pero se siente desbordada por un sinfín de emociones que sabe transmitirlo muy bien la autora. Un capítulo titulado Medias negras sobre fémur blanco es la clave de la lujuria de Gabi. El marido no es tonto y empieza a darse cuenta de la situación y empieza a sospechar por lo que se suceden episodios de mucha tensión.
Hay ratos en que se reflexiona sobre el amor y sobre la inseguridad con su psicoanalista Korman y la autora utiliza el recurso de la elipsis literaria. Gabriela se ha dejado llevar por su pasión e impulso y se siente arrepentida, es momento de refugiarse en la escritura, en como llama la autora, su alter ego asociado al perdón.
“Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”
Vamos llegando a un final inesperado, en el que la novela da un vuelco y en el que Gabi se siente fatal, muy culpable y quiere rehacer su vida con su marido y su hijo (que no se quiere ir sin ella a Boston).
Para dar fin a la novela se nos nombran las películas citadas en el libro, así como las canciones, y nos dice que que alguno de sus capítulos son nombres de películas. Da las gracias a las mujeres de su vida, a sus amigas de juventud, a los ingenieros por corregir a Germán y a los que corrigen también a Silvia. A Ana por los vestidos de Cósima con la aristocracia y a toda la gente que le ha ayudado con sus personajes. También nombra a Itziar Castro y a Eva Baeza, a su padre y también a su marido y amante. Agradece al que está leyendo su novela por haberla elegido.
¡Mi más sincera enhorabuena a Cristina Campos!