El Museo Casa de Cervantes se asienta sobre el conjunto de cuatro casas construidas en la antigua calle del Rastro de los Carneros de Valladolid. Miguel de Cervantes alquiló una de esas casas a su llegada a la ciudad, concretamente la número 9, residiendo en la ciudad desde 1604 hasta 1606. Con la intención de proteger de la ruina al edificio y dotarle de finalidad cultural, en 1916 se abrió al público la Biblioteca Popular y Cervantina, convirtiéndose en la segunda biblioteca más consultada en España tras la Biblioteca Nacional.
La casa, que se abrió al público como museo en 1948, recobra especial protagonismo porque, seguramente, fuera el escenario de una de las mayores satisfacciones en la vida del escritor: hojear los primeros ejemplares de El Quijote, aparecido en 1605.
En 2005 con motivo del IV centenario de la publicación de la primera parte del Quijote, se llevó a cabo la renovación de la museografía en base a los documentos familiares de Cervantes (cartas de dote y testamentos), a la literatura, a la pintura y a los estudios históricos de la época con el objetivo de lograr una recreación de espacios lo más ajustada a la época del ilustre escritor.
Historia
A comienzos del siglo XVII, el monarca Felipe III trasladó la Corte de Madrid a Valladolid. Siguiendo la estela del rey, Miguel de Cervantes, como recaudador de impuestos que era, llegó a la ciudad en 1604, instalándose con su familia en una vivienda en el Rastro Nuevo de los Carneros. Esta casa fue su morada hasta los primeros meses del año 1606 momento en que se trasladó de nuevo la Corte a Madrid.
A finales del siglo XVIII se produjo un hecho crucial, el hallazgo del expediente sobre la muerte de don Gaspar de Ezpeleta, un caballero calatravo que sufrió una emboscada junto a esta casa. Entre las declaraciones de los testigos que ayudaron a socorrer al caballero se encontró la de Miguel de Cervantes. Gracias a ello se pudo localizar e identificar la vivienda.
La publicación de un extracto del proceso Ezpeleta por Juan Antonio Pellicer en su esmerada edición de El Quijote (1797), y su reproducción en 1819 por el historiador cervantista Martín Fernández Navarrete, suscitó la curiosidad por averiguar si todavía existía la casa donde había vivido Cervantes.
Aunque la documentación referente a este suceso no fue entonces suficiente para fijar con seguridad la casa donde habitó el escritor, en 1862 el profesor don José Santa María de Hita fue capaz de localizar la ubicación exacta de las estancias habitadas por Cervantes, que fue aceptada oficialmente por todas las instituciones culturales y políticas el 23 de junio de 1866, colocándose una placa recordatoria.
En 1912, por iniciativa del marqués de la Vega-Inclán, el rey Alfonso XIII compró la casa que fue vivienda del escritor y Mr. Archer Huntington Presidente y fundador de The Hispanic Society of America, compró las dos casas colindantes con la intención de crear en ellas una biblioteca y un museo.
El 23 de abril de 1916 se abrió al público la Biblioteca Popular y Cervantina con un depósito de libros de la Biblioteca Nacional y de la colección personal del propio marqués. Se convirtió en la segunda biblioteca más importante del país tras la Biblioteca Nacional.
En 1948, tras el legado al Estado de las Fundaciones y donaciones del marqués de la Vega Inclán, se inauguró el museo dedicado al ilustre escritor.
ANTECEDENTES
El Ateneo Cervantino
La identificación de la vivienda cervantina se produjo en el año 1866 pero hasta 1872 no se hizo el primer intento de dedicar la casa a una finalidad cultural.
Fue un grupo de jóvenes escritores el que acordó fundar en ella un ateneo, arrendando la casa y reuniéndose allí para discutir temas literarios. Sus limitados recursos no pudieron soportar el peso económico de la Sociedad, que apenas tuvo de vida seis meses.
La sociedad “La Casa de Cervantes” (1872-1887)
Con motivo de la conmemoración del 275 aniversario de la publicación del Quijote, el 23 de abril de 1875, el farmacéutico don Mariano Pérez Mínguez, ayudado por los propietarios de la casa, la decoró “con muebles y objetos antiguos, dando a aquel histórico recinto todo el color posible de época”, y se abrió al público. Se decidió crear una Junta conservadora, formándose la sociedad “La Casa de Cervantes” en 1875. La casa terminó de enriquecerse con cuadros, armas y libros antiguos, raras ediciones nacionales y extranjeras del Quijote y más objetos de diverso uso y época.
También se inauguró en la casa un cómodo gabinete de lectura con doce periódicos de ciencias, artes, literatura y noticias varias, y algunas obras literarias.
Las sesiones literarias se celebraron entre los años 1876 y 1881 y la casa continuó convertida en un interesante museo hasta 1887, año en que desaparece la Sociedad y la vivienda deja de albergar el museo, pasando a ser ocupada de nuevo por inquilinos.
Mariano Pérez Mínguez también encabezó una suscripción pública para erigir una estatua a Cervantes, realizada por el escultor Nicolás Fernández de la Oliva e inaugurada el 29 de septiembre 1877 en el entonces denominado Campillo del Rastro, cercano a las casas.
Los tres patronos
El marqués de la Vega Inclán
En 1912 el vallisoletano don Benigno Vega Inclán y Flaquer, Comisario Regio de Turismo entre 1911 y 1928, informó al rey don Alfonso XIII de la situación ruinosa en la que se encontraba la casa. El monarca acogió la proposición y le ordenó la creación de una Institución Cervantina que “evitara la ruina y desaparición de este sagrado recuerdo… para que fuera también honra y gala de la capital castellana”.
Alfonso XIII
En 1912 el monarca adquirió la casa nº 14, identificada como la que habitó Cervantes, reservándose Mr. Huntington la adquisición de las dos colindantes, es decir, las señaladas con los números 12 y 16 con el fin de dar “amplitud y desenvolvimiento” en el caso de que algún día lo requiriese la nueva institución cultural.
Mr. Archer M. Huntington
El marqués propuso que se asociara a esta empresa la Sociedad Hispánica de Nueva York, cuyo presidente Mr. Archer Milton Huntington, se adhirió inmediatamente al proyecto. Gracias al “entusiasmo y resolución” del monarca y del magnate americano se siguió adelante con esta empresa.
Entre finales de 1912 y principios de 1913 se hicieron arreglos en la casa sufragados por los nuevos propietarios y el propio marqués continuó las obras hasta 1916, fecha en que se hizo cargo el Estado.
Por su parte, en 1912 el Ayuntamiento cedió el uso del espacio delantero a la casa, impidiendo la construcción de cualquier edificio en esa parcela para que esta pudiera ser contemplada libremente desde la calle de Miguel Íscar.
Concluidos todos los trabajos, el rey Alfonso XIII, en 1915, hizo generosa donación al Estado de la casa señalada con el nº 14, que fue aceptada por el entonces Ministerio de Instrucción Pública.
Siguiendo el ejemplo del rey, Mr. Archer Huntington, en 1918, entregó al Gobierno español la propiedad de las dos casas colindantes a la llamada de Cervantes, números 12 y 16. Por su parte el marqués alquiló la casa señalada con el nº 10, para evitar su posible venta y desaparición.
EL MUSEO DESDE 1948
El Patronato de las Fundaciones Vega Inclán adoptó el acuerdo de continuar la labor iniciada por el propio marqués y encomendó a Javier Sánchez Cantón, Subdirector del Museo del Prado, y a Constantino Candeira, arquitecto y Subdirector del Museo Nacional de Escultura, la elaboración del proyecto de un museo en la vivienda cervantina.
Para la recreación de la vivienda vallisoletana recurrieron a la consulta de documentos, como las cartas de dote y testamentos, en los que se podía rastrear los muebles, objetos y utensilios que poseyó la familia, aunque sin duda, la interpretación que se obtuvo excede a la holgura y relativo bienestar que disfrutó el escritor durante su estancia vallisoletana. La nueva instalación se inauguró el 23 de abril de 1948.
En 1955, se estableció la celebración de “Las mañanas de la biblioteca” con el fin de difundir y fomentar el cultivo y la lectura de poesía, que continuaron organizándose los domingos.
En 1962 se nombró a Miguel de Cervantes “Vecino de Honor” de Valladolid. Al año siguiente el Ayuntamiento estableció la costumbre de acudir anualmente en pleno a la Casa de Cervantes para asistir cada 23 de abril a un acto cultural en memoria del ilustre escritor.
En 2005 con motivo del IV centenario de la publicación de la primera parte del Quijote, el museo renovó la museografía en base a los documentos familiares de Cervantes (cartas de dote y testamentos), a la literatura, la pintura y los estudios históricos de la época para procurar la mayor verosimilitud en la presentación.
LA CASA MUSEO
La casa pertenece a un conjunto de cinco edificios, similares todos ellos, construidos por Juan de las Navas en 1601 sobre unos solares heredados de su padre y otros adquiridos en la calle del Rastro Nuevo de los Carneros.
La regularidad en la distribución de sus vanos, balcones en la planta principal y ventanas en la segunda, coincide con el modelo habitual de fachada establecido en Valladolid desde el siglo XVI. En su tejado se abren huecos abuhardillados.
Con el paso del tiempo la casa ha sufrido algunas alteraciones tanto en su exterior como en el interior a consecuencia de las diferentes obras de mantenimiento que ha necesitado, no obstante, se ha mantenido íntegra su estructura así como su disposición interior.
En la actualidad conserva el aspecto que el marqués de la Vega Inclán le dió en la intervención rehabilitadora llevada a cabo durante las primeras décadas del siglo XX, observándose una fachada de sillería y mampostería en la planta baja y de ladrillo visto, que oculta el original entramado de madera, en los pisos superiores. Sus balcones, en origen de madera, ahora son volados y de forja antigua.
La zona delantera de la casa está precedida por un jardín, de tipología española, diseñado regularmente mediante bojes y mirtos en origen, que ha experimentado diversas variaciones tanto en estructura como en decoración y altura. En el centro se encuentra una fuente de línea clásica rematada por bello fragmento escultórico de mármol del siglo XVI.
La fachada posterior de la casa repite la misma estructura, pudiéndose acceder a un patio que recuerda la antigua existencia de corrales. Hay un patio accesorio, con varios pozos, en el que se conserva restos de su tabiquería divisoria correspondiente a los diferentes inmuebles que constituyen el conjunto actual.
PLANTA BAJA
La visita se inicia ingresando a la sala de lectura de la antigua Biblioteca Popular y Cervantina. Este peculiar recinto ofrece al visitante el palpable recuerdo de la actividad literaria de Cervantes.
El 23 de abril de 1916 se abrió al público esta biblioteca con un depósito de libros de la Biblioteca Nacional y de la colección del propio marqués de la Vega Inclán. Llegaron a reunirse más de 4.000 ejemplares. En sucesivos años se adquirieron más volúmenes, aumentando el fondo bibliográfico hasta los 10.000 ejemplares. Llegó a ser la segunda biblioteca más importante del país tras la Biblioteca Nacional.
En ella se puede encontrar una gran mesa de madera de nogal, excelente ejemplo de mueble barroco del siglo XVII, mientras que las estanterías que completan el mobiliario de la sala se fabricaron en 1916 según un diseño muy clasicista.
Se encuentra también un retrato del marqués de la Vega Inclán, firmado en París y dedicado en 1904 por el norteamericano William T.Dannat (1853-1929); así como un retrato de Miguel de Cervantes, obra de autor anónimo de la escuela flamenca.
Previamente a la instalación de la biblioteca, en época del escritor, este espacio había sido una antigua tabernilla y un pajar.
El patio posterior de la vivienda conserva la distribución original del corral al haberse conservado el muro de separación que primitivamente separaba las casas vecinas. Fue la zona usada como cocina.
Sobre el muro se han colocado los cuatro relieves en hierro fundido con episodios del Quijote que en 1877 fueron modelados por el escultor Pablo Santos de Berasategui para decorar el pedestal del monumento que aquel mismo año se dedicó en al ilustre escritor.
En 1918 se desmontó uno de los muros que separaban originalmente los patios interiores de estas viviendas para colocar en su lugar la portada de la iglesia del monasterio jerónimo de Nuestra Señora de la Armedilla, cuyas ruinas se hallan próximas a Cogeces del Monte (Valladolid). Su diseño seguramente correspondió al arquitecto flamenco Hanequín, que hacia 1512 trabajaba en aquel monasterio, logrando con él un excelente ejemplo del primer estilo renacentista, muy emparentado con la portada del Colegio Mayor de Santa Cruz.
Un busto de Archer M. Huntington en bronce, firmado en 1958 por la escultora norteamericana y esposa del magnate e hispanista americano Anne Hyatt, que lo donó a este museo, evoca la memoria de quien promovió con su apoyo la conservación de la vallisoletana Casa de Cervantes.
Saliendo de la biblioteca se accede por una puerta al zaguán de la casa. En él se halla un pozo, de alto brocal de piedra, de 11 metros de profundidad.
En la pared del fondo se exhibe una gran pintura en lienzo que representa La Batalla de Lepanto , obra anónima de la escuela madrileña, realizada en el primer tercio del siglo XVII.
Desde aquí arranca la escalera con sus contrahuellas decoradas con azulejos talaveranos, que conduce a las habitaciones en donde habitó el escritor.
PLANTA PRIMERA
Entramos a las habitaciones de Cervantes por una sala que en vida del escritor tendría vistas sobre el ramal sur del río Esgueva, hoy cubierto.
Como los restantes cuartos, está solado con baldosa de barro y techado por viguería de madera vista alternando con bovedilla. Las superficies de sus paredes están encaladas, como era lo habitual en la época.
En la disposición original de la casa no habría un «recibimiento», una pieza de paso como en las casas acomodadas; sin duda esta habitación de entrada, la más luminosa de la casa, se usaría para recibir las visitas y trabajar.
Sin embargo, en esta estancia se ha querido conservar el recuerdo del primer montaje de la Casa de Cervantes en 1875, cuando don Mariano Pérez Mínguez la decoró como homenaje al escritor, exponiendo, entre otras cosas, algún autógrafo de Cervantes y ediciones del Quijote.
Con esa intención se ha colocado aquí el Retrato de Felipe III, réplica del que pintó Pedro Antonio Vidal, conservado en el Museo del Prado que recuerda al monarca que trasladó la Corte a Valladolid y bajo cuyo reinado se publicó El Quijote; un san Miguel evoca el nombre del escritor; la genealogía del apellido Cervantes, la Topographia e Historia General de Argel, publicada en 1612, a nombre de fray Diego de Haedo, que ha sido atribuida parcialmente por algunos al Dr. Antonio de Sosa, compañero de Cervantes, y que hace mención directa al cautiverio del escritor; y una carta facsímil, en la que Cervantes da cuenta de su trabajo como recaudador de impuestos.
«Alcoba, es aposento para dormir, con el techo de bóveda. Alcobilla, el tal aposento, cuando es pequeño.” Sebastián de Covarrubias, Tesoro de la lengua castellana o española, 1611.
La cama se sitúa en una pequeña alcoba, con su dosel, elemento muy necesario para el abrigo, más aún en una ciudad fría como Valladolid.
En su dote, la mujer de Cervantes aportaba «un cielo de cama de anjeo colorado». También mencionan los documentos familiares el imprescindible calentador, y diversos colchones, «de lana y estopa». Era habitual superponer varios colchones delgados, más que uno grueso. También se nombran en esos documentos almohadas de lienzo (también se usaban varias superpuestas), dos de ellas «con tiras de red» (¿encaje de bolillos?), frazadas, mantas…
Aunque las mesillas de noche no existían como tal, en los cuadros de la época vemos arcas o mesitas junto a las camas, donde se deja el necesario velón o candil y también alguna silla para dejar la ropa. Sus oraciones irían dedicadas a buscar el amparo de san Francisco, del que Cervantes acabaría siendo hermano terciario y que aparece representado en una modesta pintura española del siglo XVII.
“Todo lo miraba Sancho Panza, y de todo se aficionaba. Primero lo cautivaron y rindieron el deseo las ollas, de quien él tomara de bonísima gana un mediano puchero; luego le aficionaron la voluntad los zaques, y últimamente las frutas de sartén, si es que podían llamarse sartenes tan orondas calderas”. Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha, Parte II-Cap. 20.
La cocina fue instalada con chimenea y bancos laterales, como en otros museos creados por el marqués de la Vega Inclán. No corresponde verdaderamente a la estructura de la casa pero es un tipo de chimenea que se representa en la pintura de la época, aunque es propia de cocinas más grandes o de casas de campo.En pisos pequeños como era este caso se utilizaron simples braseros o anafres para cocinar.
En todo caso, la normal dificultad de calentar la casa hacía que las cocinas fueran un lugar concurrido, que en ella se hicieran muchas otras cosas que cocinar, y que en ella durmieran a menudo los criados. La ventana que ilumina la cocina da al patio, donde en origen estuvieron los corrales de la casa y donde probablemente se harían las faenas de lavar y tender la ropa.
La cocina está amueblada con una alacena y sillas de tipo popular, grandes tinajas donde normalmente se almacenaba el agua, el vino o el aceite, enseres de cocina de barro y de cobre que responden a tipos tradicionales, así como los morillos o caballetes de hierro destinados a sustentar la leña del fuego, de bronce dorado.
“El lugar donde las señoras se asientan sobre cogines y reciben las visitas.” Sebastián de Covarrubias, Tesoro de la lengua castellana o española, 1611.
Se llamaba estrado a una habitación de «recibir» o de estar que se caracterizaba por estar en parte ocupada por una tarima (el estrado propiamente dicho) cubierta por alfombras, donde normalmente se sentaban las mujeres a la morisca sobre almohadones, según costumbre española de origen islámico. Esta costumbre causaba sorpresa a los visitantes extranjeros, pero en nuestro país pervivió prácticamente hasta la llegada de los Borbones.
Existen abundantes testimonios del uso del estrado tanto en la literatura como en la pintura española y en inventarios que documentan el mobiliario de las casas. Solía ser la habitación más rica y la dedicada a las visitas. La tarima preservaba del frío de los suelos y a su alrededor se colgaba un arrimadero de tela, estera o tapiz para preservar la pared y evitar su humedad.
En el estrado, las mujeres se mantenían ocupadas cosiendo o leyendo cuando no se entretenían con la conversación de sus visitantes, que si eran varones se sentaban en sillas fuera del espacio de la tarima. A veces los dormitorios de las señoras tenían también su estrado donde recibían a sus amigas más íntimas.
En España, como en otros países, era normal mezclar usos distintos, como comer, lavarse y dormir, en una misma habitación. Cervantes menciona en sus obras el estrado, como lugar particularmente confortable, en relación con la siesta o como lugar de citas amorosas.
Entre los muebles que decoran su interior sobresale un magnifico cofre o baúl del siglo XVII, cubierto con terciopelo rojo claveteado y con su herraje intacto, ejemplar rarísimo por no ser «de camino», como prueban los cajones que posee, así como un excelente escritorio o papelera, de ébano e incrustaciones de hueso en sus cajones adornados con representaciones de san Pedro, la Virgen y san Pablo, a la que se arrima un sillón tapizado en cuero. La ambientación de la estancia se completa con un aparador de cajones.
Una escultura del Niño Jesús, un tipo de objeto de devoción muy extendido entre el mundo femenino de la época y varios sillones tapizados que utilizarían los componentes de la tertulia que compartían conversación con las señoras, distraídas momentáneamente de sus labores de hilado o cosido. Por eso no faltan ni la rueca ni el uso ni la devanadera, ni los cojines sobre los que se sentarían todavía a la manera morisca las mujeres de la familia.
“Pidió las llaves a la sobrina del aposento donde estaban los libros autores del daño, y ella se las dio de muy buena gana. Entraron dentro todos, y hallaron más de cien cuerpos de libros muy bien encuadernados, y otros pequeños”. Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha, Parte I-Cap. 6.
La palabra aposento se usaba en la época de modo muy genérico para referirse a las distintas piezas de la casa; Cervantes la utiliza muy a menudo y con ella alude más específicamente a la habitación reservada a una persona, donde tiene su cama y, concretamente Don Quijote, sus libros. Esta sala evoca lo que pudo ser la habitación más personal del escritor.
Los documentos familiares hablan de varios escritorios y mesas. La estancia se completa con dos lienzos que ilustran escenas del Quijote: Don Quijote enfermo (Capítulo VIII. Primera parte) y El pastor Grisóstomo y la pastora Marcela (Capítulo XIV. Primera parte.)
«Llegó la hora de comer y sentámonos. Yo descogí una servilleta sobre la mesa y mi silla, tan fina y tan hermosamente labrada de las señales de las dobleces que me pasó por la imaginación limpiarme en las faldas de mi ropilla por no violalla.” Juan de Zabaleta , El día de fiesta por la tarde.(ca. 1600-1667).
En la época de Cervantes no se reservaba una habitación para comer más que en las grandes casas, donde además de las mesas se montaban suntuosos aparadores escalonados para exhibir la vajilla de plata, orgullo de los adinerados.
La mesa se podía preparar donde conviniera. No siempre comían las familias reunidas y era corriente usar el mismo aposento donde se dormía.
Ni la literatura ni la pintura de la época representan «comedores» tal como hoy los entendemos, pero sí «comidas» y gracias a la pintura de bodegones conocemos «mesas» de todos los estratos sociales.
Salvo en los figones, las mesas preparadas se cubren con manteles, blancos, y bien planchados, marcando bien los dobleces, cuanto más rica es la mesa. En ellas vemos los platos trincheros con los alimentos, los platillos de loza y de metal, escudillas, copas, cubiertos de metal, saleros y azucareros, vasos y fruteros de vidrio, panecillos cuidadosamente colocados sobre las servilletas, cestillos con frutas, cajitas de dulce, tarros de compota, frutos secos.
Aunque lo más probable es que esta habitación se usara como dormitorio de las mujeres, en la actual instalación se ha mantenido el «comedor» que decoraron los primeros creadores del museo, atentos a dignificar la figura del escritor más que a los pormenores vulgares de la vida cotidiana, y basándose seguramente en los objetos que aparecen en la carta de dote de la mujer de Cervantes, Catalina de Salazar y Palacios (mesas, manteles «alemaniscos» y «de gusanillo» -tejido corriente en la época, que hace dibujo en mate-brillo en forma de cuadritos, zig zags, etc., y unas servilletas), y en la de la hija de Cervantes (algunos objetos de mesa de plata: cucharas, un jarro, un salero…). También se menciona una alacena, además de diversas mesas y sillas. Amueblan esta sala una alacena de calidad, así como la mesa de comer y algunas sillas y sillones. Las cerámicas son reproducciones de originales de la época de Cervantes.
La habitación, sin luz directa, fue dotada en el pasado de un hueco de comunicación con la cocina, pensando sin duda en los equívocos «huecos» que en algunos bodegones juveniles de Velázquez dejan ver, desde la cocina, la habitación contigua donde alguna escena religiosa proporciona una coartada digna a la pintura de los personajes humildes.
La escalera interior conduce a una puerta que da al descansillo de la escalera general; el piso tiene, por tanto, dos puertas y hace pensar que pudo estar dividido en dos.
LA AMPLIACIÓN DEL MUSEO
El Ministerio de Cultura y Deporte adquirió en 2019 el inmueble colindante al Museo Casa de Cervantes para ampliar el museo y proporcionarle nuevos espacios expositivos y equipamientos que mejorarán la accesibilidad y la oferta al visitante. Dicha adquisición permitirá duplicar el espacio actual del museo y dar respuesta a las necesidades que requiere la institución.
El inmueble dispone de un gran auditorio con un aforo para 220 personas, dos salas de exposición temporal, un aula de formación, vestíbulo de recepción y aseos de uso público; así como otros espacios de uso interno (zonas de reserva y administrativas).
La nueva sede data de mitad del siglo XX y está realizada con materiales modernos. No obstante, su fachada imita las características de la fachada del Museo Casa Cervantes, a requerimiento del Ayuntamiento que instó a respetar el carácter histórico del edificio del museo así como su entorno.
Desde que el marqués de la Vega Inclán, el rey Alfonso XIII y Mr. Archer Huntington, compraran las casas para establecer en ellas una institución cultural que incluyera una biblioteca y un museo, son muchas las imágenes que se han captado de su exterior e interior.
La prensa gráfica de la época, los viajeros, el propio Huntington, fundador de The Hispanic Society of America envió durante muchos años expediciones de fotógrafos que tomaron imágenes de los tipos y lugares de España. La Comisaría Regia de Turismo editaría numerosas postales a partir de imágenes, que se conservan en archivos que hoy se pueden consultar digitalizadas en el Archivo Municipal o en la fototeca del Instituto del Patrimonio Cultural de España
LA COLECCIÓN
La colección del Museo Casa de Cervantes está integrada por objetos del propio museo y otros cedidos en depósito por instituciones como el Museo Nacional de Escultura, el Museo del Traje o el Museo del Romanticismo.
Se compone principalmente de mobiliario del siglo XVII, pintura de los siglos XVII y XIX, cerámicas de Talavera y un importante fondo bibliográfico.
Completan esta colección la fachada del desaparecido Hospital de la Resurrección de Valladolid y la portada de la iglesia del monasterio jerónimo de Nuestra Señora de la Armedilla en Cogeces del Monte (Valladolid).
La información de catálogo e imágenes digitales de las colecciones del museo se muestran al público a través de esta página web, y forman parte de la Red Digital de Colecciones de Museos de España.
ACTIVIDADES
El Museo Casa de Cervantes tiene entre sus objetivos acercar a la sociedad actual la figura de Miguel de Cervantes, tanto en su faceta de escritor, como en su vida cotidiana, a través de la investigación, conservación, exhibición y divulgación de las colecciones del museo.
La elaboración de exposiciones temporales temáticas y el desarrollo de actividades didácticas y culturales que permitan un mayor conocimiento de Miguel de Cervantes, su vida y su obra, son algunos de los trabajos que el museo realiza para conseguir dicho objetivo.
Se programan a lo largo del año diversas actividades culturales en relación con sus contenidos. Se organizan con carácter cultural: conferencias, conciertos, presentaciones de libros o lecturas de poesía.
Igualmente se ofrecen actividades educativas y didácticas como: talleres infantiles y para familias. Así como el Aula Cervantes: la cesión del espacio de la biblioteca histórica para impartir clases de literatura.
MIGUEL DE CERVANTES
Miguel de Cervantes Saavedra es uno de los escritores más conocidos universalmente. Todo en torno a su vida es un gran misterio. Tan solo nos han llegado algunas noticias escritas de documentos relativos a los cobros por sus negocios y trabajos como soldado, recaudador de impuestos y por su cautiverio en Argel.
Fue un gran viajero siempre en busca de un oficio que le permitiera vivir y dedicaba los espacios de tiempo entre trabajo y trabajo para escribir, como consta en un documento custodiado en el Archivo General de Simancas de Valladolid donde dice en una carta dirigida a Antonio Eraso del Consejo de Indias, que mientras aguarda «a la carabela de aviso por ver si hay alguno de alguna vacante…en este ínterin me entretengo en crear a Galatea que es el libro que dije a VM. estaba componiendo…».
Utilizó su libro más conocido, El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Macha, para expresar lo que pensaba sobre la sociedad y la política de su tiempo.
Horarios
De martes a sábado de 9.30 h. a 15.00 h.
Domingos y festivos de 10.00 h. a 15.00 h
El museo cierra:
- Todos los lunes
- 1 y 6 de enero
- 1 de mayo
- 8 de septiembre (festivo local)
- 24, 25 y 31 de diciembre
Se informa a los visitantes de que el último acceso al museo será diez minutos antes de la hora de cierre.
HORARIO ESPECIAL EN EL PUENTE DE DICIEMBRE:
- Lunes 5 de diciembre de 10h a 15h (entrada gratuita)
- Martes 6 y jueves 8 de diciembre en horario de tarde de 18h a 20h. (entrada gratuita)
Tarifas
- Entrada general: 3€
- Entrada reducida: 1,50€
- Tarjeta anual: 25€
- Entrada conjunta con Museo Nacional de Escultura: 5€ El abono se podrá adquirir en cualquiera de los dos museos y tendrá una validez de cinco días.
Entrada gratuita:
- Todos los domingos
- 18 de abril. Día Internacional de los Monumentos y Sitios
- 18 de mayo. Día Internacional de los Museos
- 12 de octubre. Fiesta Nacional de España
- 6 de diciembre. Día de la Constitución Española
- Pensionistas, desempleados, menores de 18 años, mayores de 65 años y otros (previa acreditación)*
Entrada reducida:
- Grupos constituidos por 8 o más miembros y previa solicitud con 15 días de antelación.
- Programa Museos en Red de RENFE. Esta oferta será válida 48 horas antes de la salida y después de la llegada, presentando el billete Renfe Alta Velocidad o Larga Distancia en la taquilla del museo.
Venta de entradas online
En la actualidad solamente se pueden realizar RESERVAS online, no la compra de entradas. Disculpen las molestias.
► Reserva de entradas online
Acceso para la compra de entradas para la visita al Museo Casa de Cervantes.
- Todo visitante debe disponer de entrada para poder acceder al museo.
- La compra online de esta entrada no otorga preferencia de acceso al museo.
- Atendiendo a la seguridad y conservación de las colecciones el número máximo de visitantes por grupo será de 10 personas.
- Sólo se pueden adquirir entradas de tarifa general (3 euros).
- La recogida de entradas se realiza en la taquilla del museo.
- Las entradas gratuitas o con descuento se adquieren en taquilla, en el mismo momento que las de tarifa general que se paguen por este canal.
- Para grupos de 8 o más personas procedentes de centros educativos, grupos turísticos y asociaciones se deberá hacer una reserva de grupo. Para ello, consulte las condiciones de reserva.
Cómo llegar
Autobús
Estación de Autobuses de Valladolid C/ Puente Colgante, 2, 47007 Valladolid Telf: 983 236308
Autobús urbano
Autobuses urbanos: líneas 2 y 8 (parada de Plaza España)
Tren
Estación de Renfe Valladolid Campo Grande C/ Recondo s/n 47007 Valladolid Telf: 983 240202 – 902 240202
Aparcamientos públicos
Plaza de Zorrilla y Plaza España
Planos del museo
- Plano del museo (español)
- Museum map (English)
- Plan du musée (français)
- Plano accesible (lectura fácil)
RESERVA DE GRUPOS
El Museo Casa de Cervantes ofrece la posibilidad de realizar reservas para grupos de martes a sábado. El grupo deberá estar formado por, al menos, 8 personas. Sentimos comunicarle que no disponemos de servicio de visita guiada pero ponemos a su disposición guías y planos del museo para que pueda preparar su visita.
Atendiendo a la distribución arquitectónica y a la seguridad de las colecciones, el aforo máximo permitido en la casa es de 10 personas.
Para poder gestionar la visita se deberá concertar con un mínimo de 15 días de antelación.
Por favor, para poder tramitar la reserva, rellene el siguiente Formulario de reservas
Si alguno de los miembros de su grupo tiene movilidad reducida o necesidades especiales, consulte la información relativa a accesibilidad.
Esta modalidad de visita les da derecho a una reducción en la entrada (1,50 €), o en su caso, a la gratuidad, según la normativa vigente. Nuestro personal de taquilla les atenderá y tramitará las entradas correspondientes en el propio museo. Más información sobre tarifas.
Para más información, puede contactar por teléfono en el 983 30 88 10 o a través del correo electrónico: reservas.mcervantes@cultura.gob.es
ACCESIBILIDAD
Accesibilidad cognitiva
La Subdirección General de Museos (SGME) mantiene su compromiso de hacer de los museos lugares más accesibles y amigables para personas con discapacidad cognitiva y del desarrollo, dentro del marco del Plan Museos+ Sociales.
Con ello se ha desarrollado un proyecto basado en la implantación de planos y folletos adaptados a Lectura Fácil, más comprensibles para todo tipo de públicos y desarrollado en colaboración con Plena Inclusión Castilla y León.
Los nuevos planos refuerzan los caminos a seguir, indican con iconos sencillos algunos servicios y marcan con colores las diferentes zonas. También resaltan algunas piezas importantes. Además, los textos han sido simplificados permitiendo lo que se denomina una ‘lectura fácil’. De este modo, son más sencillos de comprender para personas con dificultades de comprensión lectora.
Accesibilidad física
Debido a las características arquitectónicas del inmueble y su imposibilidad para adaptarse, el acceso a la casa no resulta posible para personas con discapacidad motora y puede resultar dificultoso para aquellas con movilidad reducida. Sentimos las molestias.
Accesibilidad sensorial
Por las características de las salas, en las que priman las escaleras, los pasos estrechos y una museografía que muestra las obras en su montaje original y sin elementos protectores, el visitante con discapacidad visual puede encontrar ciertas dificultades en el recorrido del museo.
En atención a los usuarios con audífonos e implantes auditivos, en la taquilla del museo encontrará a su disposición un sistema de bucle magnético portátil.
Normas del museo
Tanto el edificio como el entorno y los bienes culturales que se exhiben en la casa están protegidos por la Ley de Patrimonio Histórico Español en la categoría de Bien de Interés Cultural. Por este motivo:
Atendiendo a la seguridad y conservación de las colecciones, el número máximo de visitantes en la casa será de 10 personas.
Está permitido tomar imágenes en el interior del Museo, excepto con flash y trípode.
No está permitido consumir comidas ni bebidas en el interior del Museo.
Se ruega que los teléfonos móviles sean silenciados durante la visita al Museo.
No está permitido fumar en el interior del edificio.
No está permitida la entrada de animales, excepto perros-guía de invidentes
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El Museo Casa de Cervantes te enviará información sobre sus novedades, programación mensual, actividades infantiles y exposiciones.
Servicios
La carta de servicios permite a los visitantes y usuarios del museo conocer qué servicios puede esperar y demandar, así como el nivel de calidad de los mismos que la institución se compromete a ofrecer.
En este documento podrá encontrar a su disposición información acerca de los fines y servicios del Museo Casa de Cervantes, los compromisos de calidad que se adquieren con el usuario, los derechos de estos y otra información general práctica.
- Carta de servicios del Museo Casa de Cervantes
- Tríptico de la carta de servicios del Museo Casa de Cervantes
Si desea hacer sugerencias sobre el funcionamiento del museo o sus servicios, por favor contacte a través de la pestaña «Contacte con el museo» de la parte superior.
El Museo Casa de Cervantes da acceso a sus colecciones museográficas, documentales y bibliográficas a los investigadores que así lo soliciten.
Formulario de acceso a investigadores
Las solicitudes deberán enviarse a la dirección: informacion.mcervantes@cultura.gob.es
La biblioteca del museo se encuentra dentro de la Red de Bibliotecas de Museos (BIMUS). BIMUS ofrece la posibilidad de consultar los catálogos de todas las bibliotecas de la Red a través de un catálogo colectivo que facilita el uso y visibilidad de todos los fondos. Cuenta también con una “biblioteca digital” que da acceso a los fondos digitalizados por las distintas instituciones. Acceso al catálogo
El acceso a los fondos del museo se realizará sin menoscabo del normal funcionamiento de los servicios de visita pública y respetando las adecuadas condiciones de conservación de los bienes culturales (art. 23, R.D. 620/1987).
El Museo Casa de Cervantes facilita imágenes de sus fondos, espacios e instalaciones y puede autorizar su realización de fotografías y filmaciones por las personas que lo soliciten.
Reproducción de imágenes
El museo cede los derechos de reproducción de las imágenes, previa autorización, únicamente para el fin señalado en la solicitud. Cualquier nueva utilización deberá ser autorizada expresamente.
Envíanos relleno el permiso de reproducción de imágenes a la siguiente dirección informacion.mcervantes@cultura.gob.es Este documento incluye a su vez un compromiso de cumplimiento de las condiciones generales de uso de las imágenes.
Realización de fotografías y grabaciones
Las fotografías de piezas de nuestras colecciones obtenidas por otros medios quedan sujetas a los derechos que detenten sus autores o poseedores, no siendo responsable el museo del uso que de ellas se haga.
El Museo Casa de Cervantes atiende a los medios de comunicación que lo soliciten, por teléfono en el número 983 30 88 10 o por correo electrónico en la siguiente dirección: informacion.mccv@cultura.gob.es
Para realizar imágenes y filmaciones de las colecciones del museo, mándanos tu solicitud. Si puedes, incluye ya el formulario de solicitud de realización de filmaciones y fotografías de autor, debidamente cumplimentado. Este documento incluye a su vez un compromiso de cumplimiento de las condiciones generales de uso de las imágenes.
Solicitud de realización de fotografías y/o filmaciones
Si se tratara de usar las salas del museo como localización para una filmación (cinematográfica o publicitaria), tendríamos que aplicar además la normativa de cesión de espacios
El Museo Casa de Cervantes ofrece la posibilidad de alquilar o ceder sus espacios para actividades con fines culturales.
Supuestos de usos de espacios en museos estatales:
- La utilización de espacios en museos estatales por tercerossujeta a tasa
- La utilización de espacios en museos estatales por terceros no sujeta tasa:
- Utilización de espacios en museos estatales queno lleven aparejada utilidad económica.
- Utilización de espacios en museos estatales con condiciones o contraprestaciones.
El procedimiento a seguir para poder alquilar un espacio del museo es el siguiente:
- Enviar el formulario de solicitud explicando el tipo de evento a realizar, el nombre de la entidad o empresa organizadora, el aforo necesario y las fechas, a la siguiente dirección: información.mcervantes@cultura.gob.es
- Todas las solicitudes son valoradas por la Dirección del centro, atendiendo a las características del acto y la disponibilidad del propio museo, elaborándose un presupuesto adaptado a cada caso concreto.
- De aceptarse dicho presupuesto, se firmará el correspondiente acuerdo entre las partes, en el que se establecerán las condiciones de uso y cualquier otro aspecto que el museo considere necesario.
Museo Casa CervantesDirección: C/Rastro s/n , 47001 – Valladolid Teléfono: 00 34 983 30 88 10
(información extraída de www.museocervantes.es)