La Casa-Museo César Manrique está situada en medio de un extraordinario palmeral en el pintoresco pueblo de Haría, al norte de Lanzarote, donde aún se conserva la forma de vida tradicional de la isla. En Haría, el artista encontró la tranquilidad y el contacto con la naturaleza que tanto apreciaba.
A comienzos de 1986, Manrique inició las obras de construcción de su nueva casa reutilizando y adaptando una vivienda de labranza, en ruinas, ubicada en una finca agrícola que había adquirido en los años setenta. Abordó el lenguaje de la arquitectura tradicional reconsiderada desde una visión moderna en la que prima lo estético y el confort. Aquí vivió hasta 1992, el año de su muerte. En 2013 se abrió al público como Casa-Museo. Su recorrido permite al visitante contemplar las estancias de la residencia y el taller en los que el pintor trabajó y pasó los años finales de su vida.
A través de dos patios, se accede a un sorprendente mundo de pertenencias personales, utensilios, objetos encontrados y piezas artesanales a los que Manrique dotó de función estética. Todo en un espacio caracterizado por la nobleza de los materiales y los rasgos de buen gusto. La exuberante vegetación exterior e interior contribuye a proporcionar ambientes serenos y acogedores. En el taller, aislado de la vivienda, se muestra el escenario original donde pintaba diariamente, rodeado de pigmentos, mesas con dibujos, caballetes y cuadros inacabados, conservados tal como el artista los dejó al fallecer.
El visitante podrá disfrutar de una experiencia única en un apacible entorno natural. Un mundo verdaderamente singular que permite acercarse al lado más humano del gran artista nacido en Lanzarote.
Las condiciones singulares del edificio hacen que sea parcialmente accesible para personas con movilidad reducida.
HORARIO:
Todos los días (festivos incluidos) de 10:30 h a 18:00 h
Cierre de taquilla: 17:30 h
El desalojo comenzará a las 17:50 h
La Casa-Museo permanecerá cerrada el 1 de enero
TICKETS:
Entrada: 10 € Combinado dos entradas Casa-Museo (Haría) + Fundación César Manrique (Tahíche): 17€ / Niños de 7 a 12 años: 3 € Combinado dos entradas Casa-Museo (Haría) + Fundación César Manrique (Tahíche): 4€
ADQUISICIÓN:
Casa-Museo (Haría)
Fundación César Manrique (Tahíche)
INFORMACIÓN:
+ 34 928 843 138
fcm@fcmanrique.org
FUNDACIÓN CÉSAR MANRIQUE
Casa del volcán.
Fundación César Manrique. Tahíche
La Fundación César Manrique se ubica en la singular y espectacular vivienda proyectada por el propio César Manrique a su regreso de Nueva York, cuando decide instalarse definitivamente en Lanzarote. Habitada por el artista durante 20 años, desde 1968 hasta 1988, constituye la casa en la que más tiempo vivió. Fue emplazada en medio de una colada de lava que originaron las grandes erupciones ocurridas en la isla entre 1730 y 1736. En esta construcción, que ocupa 3.000 metros cuadrados, en una finca de 30.000, destaca el diálogo entre el edificio y la naturaleza, fundiendo volcán y arquitectura en una relación de respeto permanente.
La planta superior está inspirada en la arquitectura tradicional de Lanzarote, a la que incorpora elementos funcionales de concepción moderna (amplios ventanales, espacios generosos, iluminación cenital, etc.).
En el nivel inferior se aprovechan cinco burbujas volcánicas naturales comunicadas mediante túneles excavados en la lava. Configuran un lugar habitable sorprendente y singular en lo que se refiere a una actuación sobre el espacio natural. Además, puede visitarse la piscina, la pequeña pista de baile, el horno, la barbacoa… todo acompañado de una abundante vegetación y la presencia constante del basalto. El último espacio, a la salida, es el antiguo estudio del pintor, hoy convertido en una sala donde se expone su pintura.
En los jardines que rodean la casa se combinan los contrastes fascinantes de la vegetación, las obras de arte –incluido un colorido mural- , la negrura de la lava, la ceniza volcánica y los “socos” (muros cortavientos) con frutales y otras plantas.
La visita a esta casa, levantada sobre un mar de lava, ofrece una vivencia excepcional.
Las condiciones singulares del edificio hacen que sea parcialmente accesible para personas con movilidad reducida.
HORARIO:
Todos los días (festivos incluidos) de 10:00 h a 18:00 h
Cierre de taquilla: 17:30 h
El desalojo comenzará a las 17:50 h
La Fundación César Manrique permanecerá cerrada el 1 de enero
TICKETS:
Entrada: 10 € Combinado dos entradas Fundación César Manrique (Tahíche) + Casa-Museo (Haría): 17€ / (Niños de 7 a 12 años: 3€ Combinado dos entradas Fundación César Manrique (Tahíche) + Casa-Museo (Haría): 4€
ADQUISICIÓN:
Casa-Museo (Haría)
Fundación César Manrique (Tahíche)
INFORMACIÓN:
+ 34 928 843 138
fcm@fcmanrique.org
DIRECCIÓN:
Taro de Tahíche – C/ Jorge Luis Borges, 16
35507 Tahíche.
Lanzarote
CÉSAR MANRIQUE
Biografía
César Manrique (1919-1992) nació en Arrecife, Lanzarote, isla en la que su trayectoria artística ha dejado huellas imborrables.
Tras finalizar sus estudios en la Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid (donde vivió entre 1945 y 1964), expone con frecuencia su pintura tanto dentro como fuera de España. En la primera mitad de los cincuenta, se adentra en el arte no figurativo e investiga las cualidades de la materia hasta convertirla en la protagonista esencial de sus composiciones, vinculándose así al movimiento informalista español de esos años.
Formalizado con una expresión matérica y abstracta, el imaginario plástico de su producción pictórica procede de las impresiones del paisaje volcánico de Lanzarote, que el artista trasmuta en una suerte de naturalismo no realista que no nace de la copia del natural sino de su comprensión emocional: «Yo trato de ser la mano libre que forma a la geología”, escribió.
En 1964, se traslada a vivir a Nueva York, donde expuso individualmente en tres ocasiones en la galería Catherine Viviano. El conocimiento directo del expresionismo abstracto americano, del arte pop, la nueva escultura y el arte cinético, le proporcionó una cultura visual fundamental para su trayectoria creativa posterior.
A mediados de los años sesenta, coincidiendo con su traslado de residencia a Lanzarote, César Manrique impulsa en la Isla una serie de proyectos artísticos de carácter espacial y paisajístico, novedosos para la época, donde plasma su pensamiento plástico y ético. Se trata de un conjunto de acciones e intervenciones dirigidas a poner en valor el paisaje y los atractivos naturales de la Isla, que configurarán su nueva faz y su proyección internacional, y que forma parte de la transformación paisajística y la adaptación de Lanzarote a la economía del turismo.
Así, elaboró un nuevo ideario estético, que denominó arte-naturaleza/ naturaleza-arte, en el que integra distintas manifestaciones artísticas, que pudo concretar en sus obras paisajísticas, un ejemplo singular de arte público en España: Jameos del Agua, Mirador del Río, Jardín de Cactus, Timanfaya, etc. Son fundamentalmente intervenciones vinculadas a la industria turística, a las que Manrique imprime un funcionalismo económico y social inédito en la cultura artística española. Obras de este carácter las realizó también Manrique en otras islas y fuera del archipiélago canario, —miradores, jardines, acondicionamientos de espacios degradados, reformas del litoral…—, en las que mantiene sus rasgos característicos básicos: diálogo respetuoso con el medio natural y entre los valores arquitectónicos de la tradición local con concepciones modernas
Obra
César Manrique elaboró sus propuestas artísticas en diálogo con los lenguajes plásticos de su tiempo. Si en pintura permaneció fiel a la tradición informalista, sus esculturas y objetos, ideadas en su mayoría para sus intervenciones espaciales, se relacionan con el arte pop, con el arte cinético o la nueva escultura. Pero fue al regresar a Lanzarote, a finales de los sesenta, cuando encontró el marco adecuado para abrir su práctica artística a nuevas iniciativas. De tal modo, que sería en sus obras de intervención en el espacio donde pudo concretar su nuevo ideario estético, a cuyo desarrollo dedicó buena parte de su actividad creativa.
Obra pública
A mediados de los años sesenta del siglo XX, Manrique impulsa en Lanzarote un conjunto de acciones e intervenciones, novedosas para la época, dirigidas a poner en valor el paisaje y los atractivos naturales de la Isla, donde plasma su pensamiento plástico y ético. Así, elaboró un nuevo ideario estético, al que denominó arte-naturaleza/naturaleza-arte, que es un ejemplo singular de arte público en España.
Pintura
Tras un comienzo con vocación figurativa, en la primera mitad de la década de los cincuenta del pasado siglo XX se adentra en el arte abstracto e investiga las cualidades de la materia hasta convertirla en la protagonista esencial de sus composiciones. No obstante el carácter matérico y abstracto de su producción pictórica, el imaginario plástico de esta procede de las impresiones del paisaje volcánico de Lanzarote.
Escultura
La producción escultórica de Manrique no puede ser disociada de sus creaciones espaciales, pues en muchas ocasiones sus características están predeterminadas por su emplazamiento y entorno. De naturaleza lúdica y abstractizante, trabajó con distintos materiales, técnicas y escalas. De especial relevancia son sus esculturas móviles, donde incorpora su interés por el movimiento.
Cerámica
En la década de los cincuenta del pasado siglo xx, Manrique se interesa por la cerámica. Realiza una serie de piezas esmaltadas influidas por la tradición del arte moderno. La mayoría de ellas fueron producidas en talleres de Talavera de la Reina (Toledo).
Grafismo
Dentro de su variada producción artística, Manrique también se ocupó de realizar diseños que se trasladaron a formatos como logotipos, carteles, portadas de libro, señaléticas, etc. La mayoría de ellos, para actividades desarrolladas en Lanzarote y en el resto de las Islas Canarias. En sus diseños suele emplear elementos coloristas y, con frecuencia, recurre a la iconografía del paisaje, flora y fauna de las Islas, a partir de técnicas variadas (collage, dibujo, técnica mixta…).
Activismo
Tras regresar César de Nueva York en 1968, Lanzarote comenzaba a desarrollarse turísticamente. Preocupado por las posibles implicaciones y consecuencias de esta actividad económica, que él mismo impulsaba de la mano del Cabildo Insular de Lanzarote, presidido por José Ramírez Cerdá, Manrique manifestó en varias ocasiones sus inquietudes en los medios de comunicación: “Siento un poco de miedo ante la avalancha turística que se avecina a Lanzarote” (1965).
Lanzarote se dirigía con decisión hacia una economía de servicios de carácter turístico y Manrique intuyó que, por su valor natural y por su belleza, el paisaje de la isla era susceptible de convertirse en su principal fuente de riqueza, pero también sabía que, por su extrema fragilidad, acciones desafortunadas en el mismo podrían comprometerlo de manera irreversible.
Fruto de esa inquietud, cuando a partir de mediados de los setenta, y sobre todo desde mediados de los ochenta, se intensifica la construcción alojativa, Manrique participa en actos de protesta por la construcción de complejos turísticos y alerta en infinidad de ocasiones de los riesgos de un crecimiento indiscriminado de la oferta alojativa en Lanzarote.
La vertiente activista resulta fundamental para entender la figura de Manrique y su proyección de artista social, con arraigo público y de fuerte carácter icónico para la comunidad. Su implicación, la labor de denuncia que ejerció abiertamente, su confrontación directa con autoridades y promotores, y su compromiso con los valores culturales y paisajísticos de la isla, lo convirtieron en un símbolo, añadiendo a su personalidad creativa una dimensión sociopolítica inédita en el panorama artístico español. La actitud propositiva y la denuncia conviven en un perfil de artista complejo y polifacético.
Escribe en 1986 (Lanzarote se está muriendo): “La insensibilidad reinante unida a la falta absoluta de entusiasmo están aniquilando el amor que había en un principio. Lo único válido para ellos es el éxito de vender en masas y ganar millones, sin tener en cuenta todo lo realizado en los comienzos. Indigna que esta torpe facilidad de ventas al por mayor se base en todos los grandes atractivos que hemos creado en Lanzarote, ya que, de no existir éstos, no venderían ni una perra chica. Esto es verdaderamente desmoralizador, es tirarse piedras sobre su propio tejado”.
Bibliografía
Bibliografía específica de pintura (selección)
CARMONA, Eugenio, «César Manrique en los años cincuenta. Consideraciones en torno a la creación de un imaginario plástico», en César Manrique 1950-1957, Fundación César Manrique, 2006.
CASTRO BORREGO, Fernando, “Pensar en el paraíso”, César Manrique über Kunst und Umwelt, Münchner Volkshoschule Gasteig Kulturzentrum, Munich, 1985.
César Manrique. Nueva York, Fundación César Manrique, Lanzarote, 1996.
GÓMEZ AGUILERA, Fernando. “Entre el espejo y la crisálida. Naturaleza y creación en la pintura de César Manrique”, en César Manrique. Pintura 1958–1992, Instituto Valenciano de Arte Moderno, Valencia, 2005, [también textos de Jaime Brihuega, “El paisaje y lo telúrico en el arte español de la primera mitad del siglo XX”; y Nilo Palenzuela, “El fuego y el juego del Universo-Manrique”].
GÓMEZ AGUILERA, Fernando. «La fábrica del artista moderno. César Manrique en el contexto del arte español (1950-1957)», en César Manrique 1950-1957, Fundación César Manrique, 2006.
Manrique. Hecho en el fuego, [Comisario: Lázaro Santana], Gobierno de Canarias, Islas Canarias, 1991, [Textos de Lázaro Santana; Fernando Castro, “Eros y Naturaleza; Frei Otto, “De la manera del volcán”; John Bernard Myers, “Un artista singular y su entorno: una opinión estadounidense”; Fernando Ruiz, “Manrique y el territorio. Una propuesta de intervención”; y Francisco Galante, “César Manrique. El tratamiento de la arquitectura en el espacio natural”; y César Manrique, “La creación total”].
RUIZ GORDILLO, Fernando, César Manrique, Fundación César Manrique, Lanzarote, 1995.
SANTANA, Lázaro, Manrique, Edirca, Las Palmas de Gran Canaria, 1991.
SANTANA, Lázaro, Manrique. Un arte para la vida, Editorial Prensa Ibérica, Barcelona, 1993.
- AA., César Manrique. Pintura, Fundación César Manrique, Lanzarote, 2002, [Textos de Fernando Castro Borrego, María Dolores Jiménez-Blanco, Mariano Navarro y Lázaro Santana].
- Bibliografía general sobre Manrique (selección)
GALANTE GÓMEZ, Francisco, Mirador del Río, Colección Lugares, Fundación César Manrique, Lanzarote, 2000.
GÓMEZ AGUILERA, Fernando, «Arte y naturaleza en la propuesta estética de César Manrique», en Atlántica Internacional, Centro Atlántico de Arte Moderno, nº 8, otoño 1994.
MADERUELO, Javier, Jameos del Agua, Colección Lugares, Fundación César Manrique, 2004, [en prensa].
MANRIQUE, César, Lanzarote, arquitectura inédita, [Edición de César Manrique], Lanzarote, 1974, [Textos de César Manrique, Agustín de Espinosa, Fernando Higueras, Juan Ramírez de Lucas, Carlos de Miguel, Francisco Nieva y José María Vellibre. Existe una segunda edición, revisada y ampliada, publicada en 1988 por el Cabildo Insular de Lanzarote con textos de César Manrique, Juan Ramírez de Lucas, Agustín Espinosa, Fernando Higueras y Francisco Nieva].
MANRIQUE, César, Escrito en el fuego, [Edición y prólogo de Lázaro Santana], Edirca, Las Palmas de Gran Canaria, 1988.
MANRIQUE, César, [Edición, selección e introducción de Fernando Gómez Aguilera], César Manrique. La palabra encendida, Colección Plástica & Palabra, Universidad de León, León, 2005.
MANRIQUE, César, [Selección e introducción de Fernando Gómez Aguilera], César Manrique. En sus palabras, Fundación César Manrique, 1995.
MARCHÁN, Simón, Fundación César Manrique, Lanzarote, Edition Axel Menges, 1996
RAMÍREZ DE LUCAS, Juan, Jardín de Cactus, Colección Lugares, Fundación César Manrique, Lanzarote, 2000.
RILEY, Terence, «The volcano´s gift», en Nest, primavera 2002 [traducido y publicado en La Provincia, 25 de abril de 2002].
SANTANA, Lázaro, Timanfaya, Colección Lugares, Fundación César Manrique, Lanzarote, 1997.
ZAYA, “Manrique, un artista para el medio ambiente”, Guadalimar, nº 59, Madrid, mayo, 1981.
CENTENARIO
César Manrique 100 años de vida
“Yo soy un contemporáneo del futuro (1970)”
Entre el 24 de abril de 2019 y el 24 de abril de 2020, la Fundación César Manrique (FCM) conmemora el centenario del nacimiento de su fundador con la celebración de un amplio programa de actividades desarrollado bajo el lema El desafío inmediato del presente: una humanidad contemporánea del futuro.
Se recuerda así a un pionero de la cultura universal en el campo de las relaciones entre arte y naturaleza y en la sostenibilidad ambiental y territorial. Un creador singular que practicó la integración de las artes en grandes espacios naturales. Una gran conciencia crítica y propositiva que convirtió una isla, Lanzarote, en una obra de arte.
LA FUNDACIÓN
AGENDA
https://fcmanrique.org/la-fundacion/agenda/?lang=es
Institución
La Fundación César Manrique (FCM) fue constituida por César Manrique en el año 1983, y puesta en marcha en 1992.
Tiene su sede en la antigua vivienda del artista en Taro de Tahíche, Lanzarote.
La FCM es una institución cultural privada, sin ánimo de lucro, que fundamenta su actividad a través de cuatro áreas complementarias de trabajo: César Manrique, las artes plásticas, el medio ambiente y el territorio, y la reflexión cultural.
Los objetivos de la actividad de la FCM, recogidos en su acta de creación, son los siguientes: conservar, estudiar y difundir la obra y el legado artístico de César Manrique; promover exposiciones, estudios e iniciativas que atiendan a las relaciones entre arte y naturaleza; desarrollar actividades que favorezcan tanto la conservación del medio natural como su transformación sostenible y la ordenación del territorio, en particular en Lanzarote y Canarias; y, promover la actividad intelectual, creativa y el pensamiento crítico.
Museos
Fundación César Manrique
Hay que indicar en primer lugar la significación artística del edificio en sí, con un valor relevante dentro del conjunto de las obras de Manrique, por cuanto aglutina las características esenciales de su propuesta integradora ARTE-NATURALEZA / NATURALEZA-ARTE.
La casa está edificada en una finca de 30.000 m², que se extiende sobre una colada lávica de las erupciones volcánicas ocurridas en la isla de Lanzarote entre 1730 y 1736. César Manrique escogió el terreno a su regreso de Nueva York, cuando decide instalarse definitivamente en Lanzarote. En 1968 comienza a construir esta arquitectura doméstica. El edificio, levantado sobre cinco burbujas volcánicas naturales de gran tamaño, tiene, en sus dos niveles, 1.800 m² de superficie habitable, a los que hay que añadir 1.200 m² de terrazas y jardines, y 2.900 m² de aparcamientos.
La planta superior está inspirada en la arquitectura tradicional de Lanzarote a la que se incorporan elementos funcionales de concepción moderna (amplias cristaleras, generosos espacios, etc.). En este nivel se localizaban las siguientes dependencias domésticas: el salón, la cocina, un cuarto de estar (sala Espacios), una habitación de invitados, su dormitorio (sala Bocetos) y un cuarto de baño en el que se integra abundante vegetación.
El nivel subterráneo aprovecha cinco burbujas volcánicas naturales, que fueron comunicadas por César Manrique a través de pequeños pasillos horadados en el basalto de la colada lávica y acondicionadas para ser habitadas. Además, en el jameo central puede visitarse una amplia zona de descanso (piscina, pequeña pista de baile, horno, barbacoa…) con abundante vegetación. El último espacio, ya a la salida, está constituido por el antiguo estudio del pintor, que fue ampliado con la inauguración de la Fundación, al remodelarse el edificio. En la actualidad se expone en esa sala la pintura de César Manrique o alguna de las exposiciones temporales que organiza la FCM.
Desde el punto de vista artístico, dos son las características fundamentales de Taro de Tahíche: la armónica síntesis entre una concepción moderna del espacio arquitectónico y la tradición de la arquitectura popular lanzaroteña; y el diálogo entre el edificio y la naturaleza, en una relación de comunicación y respeto permanente. La sede de la Fundación constituye en sí misma, por su belleza, originalidad y emblemático, un patrimonio fundamental de la propia institución.
Hoy la función básica del edificio es la de museo. Las transformaciones que ha sufrido, dirigidas en su práctica totalidad por el propio César Manrique, han estado encaminadas a reciclar el edificio para su nueva finalidad de espacio museístico, susceptible de ser visitado.
La estructura de la construcción se mantiene en su estado original. Las modificaciones sufridas afectan a la “limpieza” de las paredes y de los espacios interiores para colgar obras pictóricas y colocar esculturas; a permitir la comunicación entre los dos niveles, que desde marzo de 1992 se hace por una terraza exterior a través de una escalera de basalto, con el propósito de establecer un circuito que facilite la visita al museo; y a la ampliación del antiguo estudio del artista, en orden a disponer de una sala en la que se expusiera una selección de su pintura. El jardín exterior y el mural fueron ejecutados por César Manrique entre finales de 1991 y comienzos de 1992, y todas las modificaciones fueron propuestas y supervisadas por el artista.
El museo acoge la colección de arte contemporáneo de la Fundación, que perteneció a su fundador; tres salas dedicadas a César Manrique: obra pública (Espacios); apuntes de sus murales, diseños, esculturas móviles y cerámicas (Bocetos); y, a la salida, una amplia selección de su producción pictórica (Colección Manrique).
Casa-Museo César Manrique. Haría
Ubicada en un palmeral extraordinario, la Casa-Museo César Manrique representa el ejemplo más valioso de actuación del artista en una construcción doméstica vinculada a la arquitectura rural de Lanzarote, cuyos valores originales interpreta y recrea, a partir de una vivienda en ruinas preexistente. Una intervención con criterios modernos que exalta la arquitectura tradicional local además de la integración en la naturaleza.
La Casa-Museo muestra el entorno doméstico en el que César Manrique desenvolvía su vida diaria, así como las dependencias del taller en el que pintaba, mostrando la faceta más humana y personal del artista a través del mobiliario, los objetos, los cuadros y los enseres en general de que se rodeó los últimos años de su vida. Bienes varios que, en su conjunto, constituyen una prolongación de la forma de habitar del artista y de su personalidad creativa.
En el interior se perciben insólitos detalles constructivos y decorativos, y la abundante vegetación característica de sus viviendas. El visitante podrá disfrutar de la ambientación original de la casa, obras de arte y objetos de naturaleza variada, algunos funcionales como mesas o lámparas diseñados por el propio César Manrique, que fue rescatando y coleccionando a lo largo de los años, pudiendo acceder al entorno doméstico y al lado más humano del artista.
El taller, aislado de la vivienda y semioculto en un extremo de la finca, se muestra el ambiente donde pintaba diariamente Manrique, rodeado de caballetes, pigmentos, mesas con dibujos… tal y como quedó tras la muerte del pintor (1992)
Exposiciones dedicadas a Manrique
https://fcmanrique.org/la-fundacion/exposiciones/?me=1&col=exposiciones-dedicadas-a-manrique&lang=es
ACTIVIDADES
https://fcmanrique.org/la-fundacion/actividades/?lang=es
PUBLICACIONES
https://fcmanrique.org/la-fundacion/publicaciones/?lang=es
Prensa
El departamento de prensa está encargado de informar a los medios de las actividades de la Fundación César Manrique. Si desea alguna nota de prensa anterior, puede solicitarla en la dirección de correo prensa@fcmanrique.org