Hablar del TOC no es fácil, y menos aún cuando la persona que lo está contando al lector es una persona que convive con ello. De aquí y de primeras darle mi más sincera enhorabuena a Judit por saber transmitir lo más duro y difícil de este trastorno que se llama TOC. Por si alguien no lo sabe TOC significa Trastorno Obsesivo Compulsivo y no es una enfermedad, es considerado un trastorno mental.
Os voy a contar lo que ha significado para mi leer el libro de Judit llamado El TOC y yo unidos de la mano con quien he tenido ocasión de hablar en alguna oportunidad y compartir rasgos de nuestra forma de ser y de, cómo no sentirnos en más de una ocasión como la oveja negra y el ser incomprendidos en una sociedad que mira para el otro lado de la salud mental.
El libro está dividido en catorce capítulos y al final vamos a encontrar diferentes anexos, en el que Judit de manera altruista nos ofrece para poner en práctica algunas de las herramientas que a ella sí le funcionaron. El primer capítulo se titula La infancia puede marcar tu futuro y el último Conclusiones sobre el TOC. No es un libro fácil de leer para una persona que está diagnosticada con TOC como ella, pero he de deciros que al leerlo he sentido que somos unos valientes, que somos unos héroes y que a pesar de todo podemos considerarnos unos luchadores por ganar día a día la batalla a nuestros pensamientos, que en ocasiones nos llegan a inhabilitar en nuestro día a día.
Hablar de TOC es hablar de pensamientos intrusivos y, de como lo dice la palabra, de obsesiones. Mucha de la gente que me he cruzado hemos compartido que hemos sido considerados desde siempre como personas especiales, raros, diferentes al resto y así es como Judit comienza el libro, hablándonos de cómo fue su infancia y de cómo sufrió bullying en el colegio por ser “la diferente”, para pasar a la adolescencia en la que de primera mano se nos cuenta las situaciones por las que tuvo que pasar, para “hacerse ver” y ser popular. A su lado dos amigas Esther y Alicia y sus primeros amores con los que también llegó a obsesionarse.
De la mano de Judit conocemos dos tipos de TOC, pero creerme que hay muchos más. Ella nos cuenta que tiene el homosexual en el que dudaba de su pareja (Juan), y el de limpieza. Aunque también tiene miedo a las tarántulas y a los fantasmas. Así como un miedo a que entrara alguien en su casa. Nos cuenta cómo empezó a darse cuenta de que sus sentimientos no eran normales sino contradictorios, y se habla de los prejuicios, de las dudas que le surgen, y un largo etc. que no acabaría nunca si tuviera que resumir el tipo de pensamientos que nos viene a una persona con TOC. También cómo vivió su tormento cuando generalizaba por todo y la tendencia a comparar, así como el concepto que tenía por ejemplo de los hombres.
Se habla de las dudas no reales y de las casualidades que le van aconteciendo que le hacen coincidir con sus pensamientos. Lo que hace que el TOC llegue a picos inalcanzables y que la ansiedad suba a niveles tan altos que puedas llegar a perder el control. El TOC he de deciros que es bastante cruel porque los pensamientos se repiten tanto que te hacen sentir que son ciertos.
Me ha gustado la importancia que le da Judit a la familia, sobre todo, a su padre, que estuvo a su lado apoyándolo, pero también vivimos el otro lado. La manera en que sufre la familia al ver a una persona con TOC desesperada y sin poder más. Y para los que es difícil entender porque no saben cómo ayudarte.
Lo más importante de este libro aparece a partir de este momento, en el capítulo seis en el que Judit asegura tener TOC. Lo define como la presencia de dudas irreales, y como un trastorno no como una enfermedad. Se nos explica lo que es el TOC por parte de la doctora que le atiende y de cómo acompañado a una terapia adecuada en ocasiones es necesario tomar medicación, según el paciente. De la importante que es aceptar que tienes un trastorno como punto fundamental y la culpa que acompaña a casi todos los pacientes con TOC. Judit se documentó y leyó mucho sobre el tema y lo que quiso en todo momento fue buscar soluciones.
He de dar la enhorabuena desde estas líneas a Judit por su valentía a enfrentarse a viajar sola, en un momento en que estaba tan delicada, y que nos relata también en el libro. Un viaje a Francia cambia su vida, y lo toma como una liberación y en el que aprendió mucho.
Me he visto muy identificada con Judit en la parte que os voy a contar a continuación y es la de tener la necesidad de decir los pensamientos que te vienen y soltarlo todo, sin ningún tipo de filtro. La impulsividad es un rasgo también de las personas con TOC y que en ocasiones, te hace perder amistades porque se “cansan de ti” y de tus “manías”. Solo alguien con TOC puede entender lo que pasa por tu cabeza.
El TOC es un mal aliado, porque también te afecta en tu trabajo en el que se manifiesta de la mano de la infinidad de preguntas por sus inseguridades y el sentirse diferente al resto. El fracaso unido al TOC de limpieza, le hicieron perder dos trabajos y eso también nos lo cuenta la autora de libro.
Del TOC de limpieza contaros que se caracteriza por sentir la necesidad en todo momento de lavar las cosas y de que aunque se vea una cosa limpia, tu mente siempre te dirá que está sucio. Es difícil hacerse una idea de lo que la mente puede llegar a decirte, pero es así.
Judit llegó a estar ingresada durante una etapa de su vida y debido a la desesperación por buscar soluciones le realizaron la terapia electroconvulsiva (TEC) que finalmente no resultó muy beneficiosa para ella. Ya que también nos cuenta cómo se sintió después de dicha acción. Es momento por parte de ella y de su familia de buscar un lugar especializado en TOC y Judit tuvo la gran suerte de encontrar a una gran profesional que le ayudó hasta el final. De la mano del psiquiatra, de la terapia cognitivo conductual acompañado de Exposición con Prevención de Respuesta de la mano de su terapeuta Cristina hizo que poco a poco fuera viendo la luz. Con ella se sentía segura, después de haber pasado por una infinidad de especialistas.
El TOC es un trastorno y los síntomas acompañados de un buen tratamiento pueden remitir hasta un 85% pero nunca desaparecer. Judit trabajó con ella misma porque de esto tienes que salir tú, por mucho que tengas apoyo, la única persona que puedes salir de esto eres tú. Y conocemos los primeros ejercicios que le enviaba hacer su terapeuta Cristina para salir del pozo donde estaba metida, para ser consciente realmente de lo que estaba haciendo. También sabemos qué tipo de rituales realizaba, su vergüenza al contar sus obsesiones y el cómo funciona la ansiedad.
De la importancia de acompañar al tratamiento con algo que te apasione, en este caso fue el deporte y las situaciones de estrés que tuvo que pasar y que le desestabilizaron, como la situación que le ocurrió con su perrito Mojito. Más tarde descubrió que tenia epilepsia consecuencia de medicación anti depresiva. Me gusta que Judit en más de una ocasión nombra la palabra ACEPTACIÓN y es que es una palabra clave para recuperarse del TOC. Aceptar que tienes un problema y poner solución.
Cada vez fue más consciente de los aspectos que tenia que trabajar, lo que ocurría era que estaba en un círculo depresivo y sin ganas. Un momento complicado en el que se revelaba con el mundo y tenia la necesidad de aclararlo todo y en el que la impaciencia no fue su mejor consejero. Debía aprender a controlar los pensamientos y la impulsividad. Ya que como ella bien define las obsesiones vienen cuando quieren. Y define a la mente como “una fábrica de pensamientos”.
Hay un capitulo el trece que lo titula Siempre tan obsesiva, en el que manifiesta su alta reactividad emocional y su impulsividad, la perfección y la poca flexibilidad a la hora de relacionarse o de tomar decisiones. Ella se considera una persona dedicada a los demás y nos cuenta cómo se suceden episodios de ira al no recibir lo mismo por parte de las otras personas de lo que sabemos que llegó a conseguir un gran aprendizaje.
De cómo tuvo que trabajar la asertividad y la tolerancia a la frustración a través de una serie de herramientas que nos detalla y en el que culmina con la frase de que nadie es perfecto.
Vamos terminando el libro con el capitulo denominado Conclusiones sobre el TOC en el que la autora nos realiza un resumen de sus ansiedades y el control de la impulsividad. De la lucha que cuesta para vencerlo y nos da la clave para encontrarte bien que es “luchar, nunca hay que rendirse”, así como dejarse llevar y confiar en los especialistas, y aceptar que durante una temporada de tu vida tienes que tomar medicación al igual que los diabéticos la toman. Normalizar.
Se nos realiza un resumen sobre cómo te ve la gente y de la incomprensión que se siente, del poco apoyo en ocasiones de la familia y de las verdades incorrectas que hacen daño. De cómo pueden ayudarte también otras terapias alternativas y de cómo puedes llevar en tu día a día una ansiedad crónica. Nos define la diferencia entre obsesiones y rituales y nos habla de la valentía que hay que tener para no tener miedo a contar que tienes TOC. Animándonos con una frase final en la que dice ¡Si yo he podido, tu puedes!.
Acabamos la lectura con unos anexos muy interesantes en el que nos vamos a encontrar, una carta de adiós al TOC, el TOC visto por un padre, el registro de obsesiones que le mandó su terapeuta Cristina durante 6 días, otro tipo de registros usados en terapia, se habla del estigma de nuestro enemigo la salud mental en la sociedad y de las etiquetas asignadas, así se nos explica cómo es la vida de los que tenemos un trastorno mental. También Judit nos presenta una tabla en la que se habla de vocabulario al hablar de la salud mental dividiéndolo en tres y haciendo referencia a lo que hay que evitar, lo que sería preferible decir, y ¿por qué? El anexo 9 va dedicado a quién nos puede ayudar, y se nos da una lista de asociaciones TOC de toda España con información útil para quien necesite ayude y un último apartado en el que se habla de la salud mental en cifras según la OMS y en el que se habla del trastorno como algo muy común en España y en el mundo.
Tengo que realizar un inciso aquí y es que Judit en la Reunión Nacional de TOC Granada de 2021, en una conferencia que dio contando su historia personal, popularizó una camiseta en la que ponía TENGO TOC Y TU QUÉ TIENES. ¡Me encanta, yo ya la tengo y en alguna ocasión me la he puesto por la calle y la gente se te queda mirando! Porque yo como Judit no tengo miedo a decir que tengo TOC y que sí puedo estar asintomática, a pesar de que algún factor externo te puede desestabilizar en algún momento determinado.
Judit nos da las gracias por haber leído su libro y lo pone a disposición de las personas para que le sirvan de ayuda. También nos facilita su web por si alguien se quiere poner en contacto con ella.
¡Mi más sincera enhorabuena a Judit por haber sido tan valiente y por hablar del TOC y dar visibilidad a la salud mental que falta hace!
