De nuevo llega a mis manos un libro del escritor Pablo Guillén titulado Relatos y ratos de la vida. Si ya realicé la reseña de sus anteriores obras, no podía ser de otra manera que en esta ocasión volviera a realizar la de su último libro. Un libro de relatos escrito con el estilo que le caracteriza en las dos anteriores y en el que se denota su evolución a lo largo de la escritura.
Relatos y ratos de la vida comienza con un prefacio en el que se realiza una reflexión sobre el tiempo y en el que ya podemos intuir lo que va a suceder y los temas que va a abordar. La estructura de los libros de Pablo Guillén es de capítulos cortos bajo un título alentador o grotesco, en el que no falta el humor, la ironía, la comedia o las emociones a flor de piel a partes iguales. No sabría con cuál quedarme la verdad.
El comienzo de su libro lo realiza con un relato titulado Espejismos sin desierto y lo termina con otro llamado Debería cerrarse el ojete para siempre. ¿Sugerentes verdad?
Se tratan diferentes temas que quiero desglosar a continuación, pero lo que me ha llamado la atención es la pasión por el cine que debe tener Pablo, porque a menudo en sus relatos y entre líneas puedes leer el título de película como Cantando bajo la lluvia, Oliver Twist, Lo que el viento se llevó, American Beauty (que da nombre a uno de los relatos) entre otras muchas. Y no solo se nos nombran películas sino también actores.
Y si sabemos que es un amante del cine también podría afirmar que es un defensor a ultranza de los animales porque además de dedicar varios capítulos a ellos, hace referencia a proyectos a favor del cuidado de los mismos. Me gusta cuando extraes características psicológicas de los escritores a través de sus letras.
Desde los recuerdos al pasado pasando por las pérdidas, en el que nada será igual. El paso del tiempo con el relato “Corre el tiempo” en el que el autor con tono desgarrador escribe que le faltan trozos de alma por la gente que ha perdido en el camino. Entre ellos su padre en el que en un relato llamado “Aquí se acaba todo” se tiene que despedir a su padre, que trabaja como reportero de guerra de una cadena televisiva. Y la reconciliación con él así como su búsqueda incesante en su interior sobre sus raíces y su persona.
Relatos en forma de poema como el titulado “En cualquier lugar”, en la que la forma verbal Hay inicia cada una de las frases que lo componen. De este estilo vamos a encontrar algún que otro más. Ideales para detenerte un rato en ello y deleitarte con la buena literatura. U otro como el de “Puede” en el que empieza las frases con el pronombre Que….de una belleza impresionante.
Me ha llamado la atención que casi todos los relatos, tienen nombre de persona, son protagonistas de una historia, el primero que me ha hecho pararme ha sido el de Antonio un hombre con 96 años y padre de nueve hijos. Pero tendremos muchos más. No sé si son de gente conocida o inventados, pero igual hay algunos nombres de las personas que conoce que le sirven de inspiración.
Relatos y ratos de la vida tiene lugar para las emociones como el miedo, la soledad, el paso del tiempo. Pero también tiene lugar como comentaba anteriormente para el esperpento, la burla y la crítica con una estructura literaria encomiable y al alcance de muy pocos. Se nota que ha trabajado con mucho cariño también este libro. Y que también ha dejado fluir las emociones tal y como le iban viniendo en gana.
También extraigo que parte de este libro pudo ser escrito durante el confinamiento o con posterioridad por las numerosas alusiones que de manera directa o indirecta se realizan. Las consecuencias de la pandemia y los sectores a los que afecta, así como los problemas derivados de la piel y de la soledad. Así como la gente que se fue consecuencia de este virus. También se realizan numerosas reflexiones en torno a la Navidad.
“El tiempo está en todas partes, pero no lo conocemos, no entablamos una conversación con él”
La trama se basa en Alicante, porque son numerosas las referencias que se hace a la ciudad, al Hércules, al castillo de San Fernando, Pantano de Tibi, etc. durante las épocas de su vida donde va transitando por esos lugares.
Se nos habla de la sociedad en la que vivimos en la que prima la inmediatez y de momentos históricos que siempre mantendremos presente como la caída del muro de Berlín. Del desempleo y de la frustración por las metas que nos proponemos. También de la depresión y de que la vida no lleva a ningún sitio porque nadie se escapa de nada.
Referencias al pasado de manera continuada también y a su niñez. Sus recuerdos que guarda cuando era un niño y las vivencias que tuvo. Así como de la época en la que vivió y el trato que tenía con su familia como él mismo define “mi cuarto parecía el camarote de los hermanos Marx”. Se denota mucha nostalgia. Y al igual que se habla del pasado se habla del presente y se reflexiona sobre que “la vida es más corta que un microrrelato”. Y de la lucha por conseguir un objetivo, en el que se hace alusión a lo largo del libro en el que se habla de intervenciones u operaciones y del momento en la UCI. El pasado tal y como lo define Pablo “es como un bolsillo roto en el traje del tiempo”. Y si hablamos del pasado y del presente también se menciona al futuro en el relato denominado 2067.
“Siempre lo perdemos todo cuando nos empeñamos en recuperarlo todo”
También denoto algo de negatividad en sus relatos, por los títulos que propone por decir alguno, “Lo peor está por llegar” o “Lo peor de todo es que hubo que estar allí para estar allí”. Y he perdido la cuenta en los relatos que utiliza la palabra mierda jaja me resulta chistoso pero lo tenía que nombrar. Se habla del vacío de la humanidad, de la falta de valores, pero también de que no hay que hacer siempre lo mismo, porque entonces te cansas.
También hay lugar para los capítulos en los que la infidelidad está presente. Y se toma la licencia en uno de los capítulos de cometer una errata ortográfica aclarándolo con una nota para los más curiosos. Hay lugar también para la crítica en cuanto al mercado del arte y a su invasión. El no reconocerse y ponerlo en el lugar merecido, del que habla en el capítulo denominado “Casi todo es posible si te empeñas”
Hay frases que te rompen el corazón “El pájaro sigue siendo un pájaro y nunca quiso ser otra cosa” en la que se te ponen los pelos de punta y otras en las que no crees lo que estás leyendo “cubitos en forma de culo”. Se extraen también los gustos musicales del autor que se entremezclan también en sus letras, suena la música de Roy Orbison
Detrás de cada uno de los relatos por muy esperpéntico que parezca o emocional, siempre vais a extraer un mensaje, así que abrir bien los ojos porque Pablo Guillén tiene algo que deciros. Y mientras el mundo gira hay gente que muere. Y reflexiones sobre lo que no nos atrevimos a preguntar.
Referencias literarias con la mención de Calderón de la Barca en el que Pablo nos expresa que “la vida no es siempre sueño” y del optimismo que hay que tener a pesar de las circunstancias de la vida.
Este conjunto de relatos los definiría como una nueva manera de encontrar la orilla, de despejar el camino de la vida, de cómo has de esconder los fantasmas del pasado para enfrentarte a un nuevo camino lleno de esperanza y amor. De darnos la oportunidad de ser como somos y de darnos permiso para equivocarnos haciéndote la pregunta ¿has tenido otra forma de vivir?
Me ha encantado una reflexión que finaliza este conjunto de relatos en el que se reflexiona sobre el ahora, que es lo importante nuestro presente. “Ahora no es otro momento y ahora no es ahora. Mientras escribo y leo ya no es ahora”
“Un pequeño montón de tiempo, otro de espejismo y quizá algo más. Eso es todo lo que tienes”
Sin duda darle la enhorabuena de nuevo a Pablo Guillén y os recomiendo además de este último libro de relatos, leer los anteriores porque no os va a dejar indiferente. ¡Enhorabuena Pablo, lo has vuelto a conseguir!