Entre mis manos se encuentra el libro Todas las islas. La isla de la escritora Jacqueline Cruz. Podría deciros que la autora ha entregado cuerpo y alma en esta novela que a mi pesar creo que ha sido una vía de escape, que necesitaba sacar a la luz. Una obra para “desnudarse” a nivel emocional y recolocar su vida desde que decidió asentarse a Alicante. La vida no fue fácil para ella y a través de estas líneas lo vais a poder observar.

Al empezar a leer me ha llamado la atención la advertencia lingüística que nos ofrece la autora en el que se matiza el tipo de lenguaje utilizado en la novela y los patrones de uso realizando hincapié a que ella es una persona que se considera feminista y que no diferencia entre los géneros al escribir al no ser que se refiera a sus padres con los que realiza una excepción.

En el preludio ya comprobamos la necesidad de huida con un lenguaje recargado y duro a la vez en el que la expresión de las emociones empieza a florecer. Junto a él, frases de Agustín Espinosa y Emeterio Gutiérrez.  Cada uno de los capítulos está ordenado con numeración romana y lo anticipa un título. Comenzamos con Cantos de sirena que es el primero para acabar con Hacia tierra firme.

La novela está llena de sentimentalismo, recogimiento y de momentos de mucha tristeza, como el que nos inicia en la lectura, en el que una urna se ve flotando en el mar y de fondo una música sonar. Ya empezamos a conocer los primeros personajes de la novela (que he de decir que no son muchos, pero son claves). La primera que se nos nombra es a Carla a la que siguen, Antonio, Desirée, Héctor, Paula y Jacinto.

Me resulta curioso cómo puedes averiguar los gustos musicales o de cualquier otro tipo porque son los propios autores quienes los insertan en la novela. En este caso y en cuanto a gusto musical podría hablar de la música de Nino Bravo que nos acompaña mientras las cenizas están siendo esparcidas por el mar.

Es el momento de, como la autora lo califica volver a casa y recorrer a lo largo de la novela las Islas que le van a cambiar la vida. Pero es cierto que esas vivencias duras las tuvo que vivir para llegar hoy en día a ser la persona que es.  Sabemos de sus autores favoritos, Cernuda, Mario Benedetti, etc. y de su amor por los libros “los libros son sagrados”, y de cómo en los momentos de desesperación recurre a ellos.

“A todo pasado es muy fácil tomas las decisiones correctas”

También se reflejan los miedos y las inquietudes. Nuestra protagonista tiene miedo al avión y fuma, fuma mucho cuando está nerviosa.  En ocasiones, la novela muestra tanto de la autora que incluso dentro de la misma novela se refleja la presentación de su propia novela en Madrid y las sensaciones que le invaden. Así como el club de lectura en el que la gente participa opinando sobre él y realizando reseñas sobre el mismo.

Otro de los personajes que hace pasar un mal trago a nuestra protagonista/autora es Vero. Y a su lado también Gonzalo un antiguo amigo de la Isla. Ella se encuentra en la UCI y en ese momento se pasan por la cabeza de la autora muchos pensamientos. He de realizar un inciso porque en este apartado me pareció entender entre líneas que hay una crítica al personal médico.

Si hay algún calificativo que utilizaría para definir la novela sería la culpa. La protagonista de la que no sabemos muy bien su nombre hasta más adelante, pasa momentos muy duros con su madre, y ello se refleja a través de la soledad, la envidia o la fantasía de recibir ayuda, pero también se sabe de la importancia que tiene de tener amigos a su lado y se reflexiona sobre ello. La autora somatiza a través de Nadia el personaje principal las emociones tal y como las ha ido sintiendo y haciendo partícipe al lector de lo que ocurre a cada momento.

También se trata el tema de la familia. Ya que según lo reflejado en la novela la familia de Nadia no fue la que le hubiera gustado por frases que puedo extraer como “pa tener hermanos así mejor no tenerlos”. Sabemos cómo fue su infancia y los recuerdos malos que guarda, así como el rechazo durante su infancia y adolescencia que le marcó para siempre. Y otro de los temas tratados es el de la violencia machista en todos los estratos.  También se habla de enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson.

Hay momentos en la novela de mucho dolor, porque es la protagonista la que está atravesando una depresión bastante fuerte y eso se refleja en el estado de ánimo y en las acciones de ella, porque en todo momento se está echando las culpas por todo.

Si hay que hablar de un personaje también clave en la novela además del de Nadia éste es Jacinto, sabremos en el momento en que entra porque la conversación con él es a través de email. Me ha resultado en esta parte algo chocante, se transcriben emails (posiblemente reales) en los que algunas frases aparecen tachadas, (bastantes párrafos) posiblemente consecuencia de las dudas e inseguridades de la autora al escribirlos.

Los amigos son importantes en su vida sí, pero hay gente que no le hubiera gustado que entrara nunca como es el caso de Mauricio, una persona que se cruza en su camino en una de sus islas, pero es una persona tóxica que no le va a ayudar en cuanto a su recuperación. Y como Mauricio también Carla, de la que la autora expresa un sentimiento de liberación.

También en la novela se hace referencia a un ensayo de Pedro García Cabrera y que también aparece citado en su tesis.  Y mención a las novelas negras, Pandemia de Franck Thilliez y Temps glaciers de Fred Vargas.

En todo momento la culpa y las sensaciones de malestar nos acompañan en la novela porque es la autora quien se siente culpable por la muerte de su madre de la que no se perdona y ello lo refleja en su relación con Jacinto. También se refleja el victimismo que se ha ocupado en la vida de Nadia y que quiere dejar atrás.

Numerosas van a ser las islas en las que va a encontrarse y vivir experiencias y gente que se va a cruzar en su camino, entre ellas Málaga, Gijón, Sevilla, etc. y de las que va a tener que atravesar todo tipo de peripecias y situaciones hasta llegar a su destino final relacionado con Levante.

Es importante resaltar los estados emocionales que en todo momento es capaz de transmitirnos la autora a través de su libro y la importancia de resaltar que junto a los libros y las obras clásicas es capaz de desconectar y encontrar un hueco para la calma como se refleja en su entrada al Teatro de Mérida.

Me gustaría realizar una pausa, en torno a la página 166 de la novela en el que las confesiones de la autora llegan a una gravedad extrema, y a una desesperación y en el que aparece una persona que hace de ángel de la guarda, Héctor.  La crudeza con la que se relatan ciertos párrafos es de ponerte los pelos de punta.

Nadia se recarga de su vida con las actividades culturales que le llenan de satisfacción y con la que gente que sí le suma y se quita a las que le restan. También se trata el tema de la ayuda por parte de los profesionales de la salud mental y de la necesidad de pedir ayuda cuando es necesario. Mención especial al Trastorno Afectivo estacional (TAE) y de que llegue el momento de colocar las cosas en su vida.

A modo aclaratorio hay anotaciones a pie de página para información de algunos conceptos que ayudan en la lectura y podría decirse que la novela Todas las islas tiene banda sonora, por las canciones que se nos nombran a lo largo de toda la trama.

Hay momentos de desesperación de arrepentimiento y de querer volver hacia atrás para cambiarlo todo. De comparar su nombre y de cambiarlo con una sola letra, para encontrar sentido a todo lo que le rodea. Y la comparación de su vida con Ulises e Ítaca. Llega un momento en que se da cuenta de lo realmente importante en su vida y del daño que ha hecho a las personas que de verdad han querido estar en su vida y ayudarla.

Es momento de lectura y sabemos que la protagonista lee L’Elegance du Hérrison o que ve series como La Mante. Es momento de empoderarse y de cantar a los cuatro vientos que ha alcanzado su libertad y ello se nos refleja a través de la canción Ella, de Bebe. Y en el que va a acabar con el victimismo que lleva dentro y va a tomar las riendas de su vida. Podría decirse que ha alcanzado la libertad plena soltando todos esos nudos que le ataron a su pasado.

Hacia tierra firme es el último de los capítulos de esta novela. En él emprende el último viaje de su vida para asentarse en un lugar seguro y así poder romper con el pasado. En él quiere deshacerse de parte de su equipaje para llegar a la que será su tierra definitiva en la que actualmente vive.

Acabamos como siempre con un apartado de agradecimientos en el que la autora nos nombra a Lola Fernández del taller de escritura y en lo que le ayudó para expresar en su novela sobre su memoria y los sentimientos. A Begoña Torregrosa por estar a su lado corrigiendo los borradores de la novela y que le hizo expresar su vida entera, sus dolores, sus traumas, sus bloqueos que dicho por ella misma más psicológicos que literarios. A sus lectoras, al fotógrafo que le ayudó con la portada y a los personajes de esta novela.

¡Mi más sincera enhorabuena a Jacqueline Cruz y darle las gracias por el atrevimiento al abrirse tanto al lector para cerrar lo que fue una etapa dura de su vida!

 

 

 

 

Reseña del libro Todas las islas. La isla de Jacqueline Cruz
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Editado en Alicante por Eva María Galán Sempere
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