Bego Torregrosa dirige la escuela de escritura creativa y el libro Mensaje en un jersey de rayas es su primera obra en solitario. Hoy os voy a hablar de mis impresiones acerca del libro después de la lectura que llegó a mis manos hace no mucho.
Comenzamos con una dedicatoria a su tía Rita y a continuación unas frases que la acompañan de Alejandra Pizarnik y Frank Kafka.
El libro se compone de trece relatos, a cual más profundo, en el que se nos muestra una parte del ser humano que ha de ser trabajado. Trece relatos de los que no sabía con cual quedarme por el aprendizaje que me llevo. Relatos sobre la llamada desesperada a la libertad y al desatar los nudos a los que uno se aferra y debe soltar, para así emprender su propio vuelo o los que no tienen ninguna respuesta, pero te dan una lección de vida.
Comenzamos con el relato titulado Una decisión difícil, al que le siguen, Viaje a cualquier lugar, Trabajo de campo, Ir solo, No hay nada, Mojama, Jardinería, La gallina ciega, Tie Break, Dónde estás amor, Rumores, Volar para llegar al último relato que da nombre al conjunto Mensaje en un jersey de rayas.
Bego se recrea con cada uno de sus relatos, haciéndolos únicos. En cada uno de ellos hay una enseñanza, una misión o algo de lo que se tienen que desprender sus personajes para, como ella lo califica, volar. Si me ha llamado la atención que presta atención en sus relatos a la figura masculina y los sentimientos y emociones que afloran por encima de todo.
Desde el afrontar o cargar con la muerte, a los juegos de palabras con XY o XX, o A y B, al soñar despierto y alcanzar la ansiada libertad. A veces en los relatos se roza el esperpento como ocurre en el titulado Trabajo de campo y tengo que realizar un inciso también en este relato en el que entremezclado con la literatura se extraen pistas musicales (imagino gustos de la autora), como Every Breath you take, English man in New York o la música de Sting.
Me ha llamado la atención que los personajes leen a su vez en los relatos, en cada uno de ellos bajo un título aparecen personas cotidianas, que podríamos ser tu y yo, al que le suceden una serie de circunstancias, pero en muchas ocasiones tienen un libro en la mano, de ficción de aventuras, pero siempre con un libro en la mano.
Cada relato también podría ir asociado a un adjetivo o más que a un adjetivo a una emoción, desde la resistencia, a la tristeza, pasando por el dolor, el pánico, la ira, la responsabilidad, los remordimientos hasta llegar a una ansiada libertad, chocamos con un sinfín de sentimientos que nos llegan mientras realizas la lectura de los mismos.
Percibimos el dolor en cada una de las letras, el ansia de escapar de la jaula en la que muchos de los personajes se encuentran y el cómo el dolor se transforma en acciones que se reflejan en ellos a través de las heridas no sanadas.
Puedo deciros que cada relato está escrito con sumo cuidado, y con una cantidad de detalles que van a aflorar en ti sentimientos de todo tipo al igual que lo viven los personajes a veces con nombre y otras veces de manera anónima. Y si hablábamos de los gustos musicales de la autora, también se refleja el amor por el arte a través de los cuadros que se nos nombran en el libro como son la Venus de Boticelli, Los amantes de Magritte o El beso de Klimt.
Se nos habla de la libertad a través de La gallina ciega con una alegoría de un pájaro con el mismo nombre. No se nos dice en ningún momento que sea un pájaro al que buscan durante el capítulo, pero sí sabemos que está en una jaula y podemos extraer de él, varias interpretaciones. Podría decirse que es un relato de doble lectura.
También hay lugar para las proyecciones de los padres en sus hijos, que se convierten en fracasos y a nivel metafórico de nuevo la figura masculina se entremezcla para explicarnos la relación del protagonista con respecto al tenis. Sentimientos en esta ocasión de dolor físico y soledad sobre el control de la vida de uno mismo.
Sobre la vejez y la monotonía llega el final de la vida en un relato llamado Dónde estás amor, y llegamos a Rumores relato dedicado a Diego. ¿Quién no ha sufrido que le aislaran en el colegio? Eso es lo que sufre Diego y Bego nos lo representa de manera magistral, incluso con un toque de humor. Diego es un personaje al que se nota que le tiene bastante cariño la autora, y de nuevo se le representa o escribiendo historias o leyendo, en esta ocasión, El perfume de Patrick Süskind. Es un personaje que está acostumbrado a la soledad, pero para él no supone ningún trauma porque lo dedica a escribir o a leer.
Conforme vamos avanzando en la lectura cada vez parece que vas alzando más las alas para volar, llegando a uno llamado precisamente así Volar, en el que una paloma entra en una casa y ello les lleva a recordar a los abuelos. Aunque tiene también tintes agridulces.
Mensaje en un jersey de rayas culmina la sucesión de relatos en el que Bego Torregrosa lo da todo, letras llenas de poesía en el que se reflexiona sobre cuando uno no esté, a dar tiempo, al echar de menos, y se representa a través de las estaciones del año. La propia autora nos deja una frase para la reflexión “todo pasa, ya lo verás” y a una frase en el que la interpretación queda libre por parte del lector a la sucesión de los hechos.
La portada del libro es muy representativa y tengo que realizar también homenaje a la autora de la misma Raquel F. Sáez, en el que aparecen varios símbolos de los que trata en el libro.¡No os lo perdáis porque a mí me ha encantado!
¡Enhorabuena Bego Torregrosa!
