Tras acabar la lectura del poemario La vida inacabada quiero tratar de transmitiros lo que me ha hecho sentir a mí y las emociones que me ha hecho aflorar. Si tuviera que utilizar una palabra para definirlo tendría que elegir entre desgarro, tristeza, desolación, etc. Cualquiera de ellas sería insuficiente para hablar del halo que cubre este libro a través de sus letras. Y es bien sabido que debo tratarlo con el máximo respeto.
El poemario empieza con una dedicatoria hacia mi a bolígrafo de esas que me gustan tanto y empezamos la lectura con una frase de William Shakespeare de la obra Macbeth ambas en inglés. Desde el preámbulo, escrito con máximo cariño por Natalia Alemañy, ya sabemos qué es lo que le llevó a escribir este poemario y que gracias a un encuentro familiar se lee la primera versión de su libro.
Si tuviera que resaltar un tema del que se trata en estas líneas es la salud mental y es la elección de la poeta Lola Alemany realizarlo a través de versos para expresar mejor los sentimientos. La pérdida inesperada de una persona joven cercana a la autora y el duelo al que se tuvo que enfrentar hizo que este libro no viera la luz si no llega a ser por su tía ya que los tenía guardados y pudo rescatarlos.
En él quiso dar un aliento de voz sobre cómo vivir la vida, de cómo superar un duelo interminable o ejercitar la sobriedad y la autoayuda. También hablar de un tema “tabú” en la sociedad como es el suicidio en el que se refiere a lo largo del poemario con sus 32 poemas y un salmo como homenaje a una vida inacabada.
No podría haber elegido mejor título por un homenaje a Mª Jesús como se nos da a conocer acompañado de una frases en inglés del escritor Lord Byron.
Empezamos con el poema Inconclusa y acabamos con el Salmo. Cualquiera de los poemas que leas te van a desgarrar el alma, por el dolor que se refleja en ellos. Se hace referencia a la dureza de la muerte, al dolor de la pérdida, al echar de menos a la persona que se fue y no regresa “Primer cumpleaños que no estás. Te lloraré Siempre”, a la no aceptación…
En sus versos también se realizan alegorías y es el ejemplo de Mañana es febrero, en el que se rompe la tónica de la poesía para dar lugar a la prosa y pintar un jardín con sus flores simbolizando a la muerte. Es todo belleza lo que escribe la autora albaceteña Lola Alemany.
Para llegar a un desgarrador poema con un título curioso con un número de teléfono en el que la autora rota por el dolor desea que al otro lado de la línea alguien conteste y a su vez haciendo referencia a que la primavera ya no existe y que ya no hay días, solo dolor.
Hay momentos de soledad, con el poema Infortunio en el que en pocas líneas se puede esbozar una cuarentena de dolor y un montón de preguntas sin respuestas. Al que le acompaña el de Otros ojos haciendo referencia a la donación de órganos.
La rabia también está presente en el poemario, la rabia por dentro como manifiesta en sus líneas. Así como, el arrancarle el alma comparándola con que no habrá nadie como ella y que la recuerda en cada momento de su vida. También momentos en la lectura en los que se intuye el si se debe seguir luchando o no, como el verso “¿por qué seguir si tú no estás?”
Los aromas también se reflejan en los poemas a través de los recuerdos y los ubica en un lugar peculiar, en la cocina. También los accesorios que llevaba puestos, así como el paso del tiempo en el que las horas se hacen eternas. O el reflexionar sobre que hay que acostumbrarse a vivir con esto “El mundo se ha roto sin ti” y en el que la autora se culpa diciendo “la alegría no me pertenece”.
Reflexiones sobre la muerte en el poema La mort o Time capsule para hablar de todos los recuerdos convertidos en cenizas. Se trata la incomprensión en cuanto a los sentimientos, los miedos y la desolación de una familia rota por el dolor. Creerme que se os va a poner un nudo en la garganta conforme vayáis avanzando en la lectura. Del bloqueo que causa la pérdida de un familiar y de lo rápido que fue todo. Del silencio al día que “el cielo se apagó”.
Para culminar con el poema Salmo en el que la autora ruega a Dios para que le proteja y a la Madre Tierra como símbolo de protección y de los días difíciles a los que se tiene que enfrentar.
Una nota de la autora culmina en el que se quiere realizar hincapié a dos colectivos desatendidos en la sociedad de hoy día, al trastorno bipolar y a los supervivientes familiares del suicidio tratados todavía como un estigma social.
Hace visible este tipo de problemas para la sociedad y que con la escucha y la compresión podemos ayudar y salvar vidas. Que hay que tener cuidado con las etiquetas y que una enfermedad no define a la persona afectada la cual sufre y mucho.
Reflexiones continuas acerca del suicidio en el que se pronuncia diciendo que las personas que se suicidan no quieren dejar de vivir, es una manera de acabar con un final en el que ya no sufren, lo que ocurre es que es algo irreversible. Es necesario solicitar ayuda si se necesita y que vivimos en una sociedad cruel en el que parece que solo se puede ser feliz.
Apartado de agradecimientos no podía faltar, a su madre, a sus hermanos, a la asociación AVTB y a Shangha del Faro que le ayudan con las meditaciones para encontrar la calma que necesita. También a una escritora alicantina Rosa Cuadrado, quien ha creído en su proyecto.
Si te apetece saber más…. se nos nombran otros libros que hablan sobre el mismo tema así como películas y un email, el de la autora por si quieres compartir algún aspecto con ella.
Acabamos con una biografía de la autora, y se pronuncia diciendo que La vida inacabada es su primer poemario.
Solo puedo darle las GRACIAS en letras grandes a la autora por ofrecernos esta obra maestra y darle las GRACIAS por visibilizar un aspecto de la sociedad que aun parece tabú, pero que muchos sufrimos y que hay que normalizar. La vida inacabada es un gran alegato a ello. Un abrazo muy grande hacia Lola Alemany.