Llega a mis manos un libro cortito, pero muy intenso llamado Blondie de la escritora salmantina Maria Antonia Moreno Mulas.
La protagonista de esta historia es una chica con los ojos verdes llena de emociones y valores que nos va a mostrar a lo largo de toda la narración. Nos adentramos en la lectura con una frase de Daniel Blanco Parra y el libro va dirigido al lector y a su gente querida, también a su ciudad natal, Salamanca donde se ubica, en esta ocasión, la novela.
La historia de Blondie es muy particular y de manera personal, me atrevo a decir que está basada en una historia real, mi suposición. Su nombre verdadero es otro que descubriréis al leer, pero ella prefiere que le llamen Blondie. Maria Antonia nos va a contar la historia de una mujer solitaria a la que le gusta pintar, y que se detiene con la mirada para poder hacer bocetos de los niños que ve en el parque. Detalle no le falta en este aspecto a la autora que es capaz de transmitirte lo que siente y ve la protagonista de esta historia, mientras con su lápiz esboza los dibujos de los niños. También hace adentrarte en el parque como si tu fueras un espectador más y estuvieras sentado en otro banco.
Rodrigo, Fernando y Ana son otros personajes de esta historia y son sus compañeros de piso. Ellos estudian Comunicación y Blondie (que no encaja con ellos y sus gustos) se encierra en su habitación para leer que la califica como un lugar donde se esconden sus “tesoros terrenales”.
Si tuviera que calificar a Blondie diría que es una persona que ha sufrido mucho, muy observadora y lectora. Como ella misma califica en cuanto al amor, demasiado dolor en la vida como para querer a alguien. También le gusta la música y ama a los animales. Es una persona que merece que le vaya bien en la vida.
En la novela se cruza un hombre Antonio, más mayor que Blondie, CEO de una empresa. A Blondie no le gustan determinadas reacciones de él, pero es gracias a este personaje que ella empieza a expresar lo que quiere decir a voz en grito.
Boris es un personaje clave en la novela que va a ayudar mucho a Blondie. Junto a él Ramón Azcuy un filántropo dueño de los restaurantes Alma donde trabajan Boris y Blondie. Boris empatiza mucho con Blondie porque le gustan los libros y le habla de una biblioteca.
“Da miedo soñar porque si uno tiene sueños, pueden romperse”
Blondie se va a enfrentar a momentos duros, en los que no recuerda nada y en la que ella se ve envuelta en violencia. Me paro, en este momento, para hacer hincapié en que la autora ha querido reflejar de una manera explícita la violencia a la mujer y el cómo debe protegerse frente a las agresiones y a un tema de rabiosa actualidad como la violencia machista y para ello pone a la figura de Matilde.
También se nos muestra unido a ello, la crudeza de los centros de menores tutelados y las referencias que se hace al pasado que ha dejado marcado a Blondie. En todo momento, el presente y el pasado están conjugados en la novela que protagoniza Blondie.
Fernando es un personaje que va a abrir a Blondie al amor, con él experimenta situaciones que hasta ahora no ha vivido y se deja llevar. Y un personaje al que se le coge cariño y que se preocupa de verdad por Blondie es Samuel el psicólogo del centro en el que ha estado parte de su vida.
Sabemos de los gustos de la autora por la música que se nombra Hearth of the glass, Birdy, Call me y en cuanto a películas Atrapa a un ladrón en su versión clásica que ve junto con Teresa.
Dicen que hasta que tu alma no ame a un animal estará dormida, y en esta ocasión es una gatita blanca herida que se acerca a la habitación de Blondie. Ahora es ella la que necesita ayuda, se siente muy identificada con la gata y empatizan en demasía, porque “ella está también sola y herida”.
“La vida es un regalo, ¿no te das cuenta? Es terrible no aprovechar la vida”
Es en este momento donde la vida de Blondie da una vuelta de 360 grados y poco os voy a contar ya porque desvelaría parte de lo que le ocurre a nuestra protagonista de la historia, pero os puedo decir que va encaminada hacia un final feliz. Se leen entre líneas el cariño que tuvo la autora de este libro por alguna de sus profesoras de la infancia y en cómo llamaba a cada uno de los alumnos.
Hay mucha gente buena que está dispuesta a ayudar a Blondie y que le anima a seguir adelante y tengo que hacer mención a una canción de Amaral que se nombra en este momento que se llama Bien alta la mirada, que en la lectura tuve que hacer una pausa para buscarla en Youtube.
“¿Quién decide que tiene más o menos importancia que otra vida?”
Sí os puedo decir que la autora nos deja un final abierto en el que falta la fecha de cierre. Y una historia todavía incompleta y de la que queda mucho que recorrer.
Para terminar unas notas aclaratorias y un agradecimiento a las personas que han estado a su lado y le han apoyado en esta novela escrita durante el confinamiento.
¡Mi más sincera enhorabuena a María Antonia Moreno Mulas por esta novelita cortita pero llena de sentimiento!
