Recién terminada la última novela de Inma Chacón, titulada Los silencios de Hugo publicada por la editorial Contraluz. no me salen las palabras para explicaros todo lo que transmite esta novela. Os podría decir mucho o poco, pero nunca lo suficiente por todo lo que engloba en cuanto a sentimientos se refiere.
“No es cierto que la verdad nos haga libres”
La novela está estructurada en tres partes (El silencio del miedo, El silencio de las alas y El silencio de la memoria) y os aseguro que en cuanto empecéis a leer, no vais a poder dejar de seguir hasta encontraros con una última página en el que la palabra FIN hace que culmines un libro sensible, atroz, y por una parte esperanzador.
Seria reiterativo si os dijera que el tema principal de la novela es el silencio, pero no puedo utilizar otra palabra al empezar a escribir esta reseña con mis impresiones. Una lectura ágil va a permitir que sigas y sigas leyendo y unos personajes….¡qué podría decir de los personajes! Os los iré descubriendo a cada uno de ellos, porque ninguno de ellos pasa indiferente por la trama. Cada uno tiene su papel y su implicación en la novela.
“Las casualidades son puertas que abre el destino para unir a la gente”
Los primeros nombres son los de Olalla y Josep. A los que se suceden los nombres de Helena (con hache), Manuel, Yolanda, José Luis, Rosa (es un personaje que aparece poco, pero tiene gustos comunes con Hugo) y Hugo.
Olalla es abogada y Josep es su marido. El primer suceso en la novela es la desaparición de Olalla en el año 1996 y la llamada desesperada por parte de Josep hacia ella. Una llamada desgarradora y con mucha fuerza que nos transmite su autora en este momento.
“Aceptar la compasión es colocarse en un plano inferior al que compadece, debilitarse en la diferencia y asumirla como un mal del que se debería huir”
Pero en quien quiero centrarme ahora es en Olalla y Hugo, Hugo y Olalla, dos hermanos que han sufrido desde bien pequeños debido a una enfermedad. Hugo es una persona que tiende a la soledad y a apartarse de todo y Olalla está sobreprotegida por sus padres (ya fallecidos). Es cierto que, aunque la figura de los padres no aparece sí sabemos que la educación fue más dura y más exigente siempre hacia Hugo que hacia su hermana y que se vio toda su vida con la responsabilidad de cuidar a su hermana. Además de que no le permiten su libertad.
La vida de ellos no es fácil. Olalla cojea (aunque ella misma gasta bromas sobre ello) es miope, odia los móviles y Hugo es profesor de matemáticas, un apasionado, tanto que siempre tiene una frase relacionada con la vida asociada con ellas, aunque en ocasiones roza la obsesión porque encuentra un refugio en ellas y de ello esta frase “La vida es una ecuación llena de incógnitas que se van despejando”. También las asocia con la filosofía y el arte.
Hugo es una persona ermitaña y en alguna ocasión se hacen reflexiones acerca de la soledad. De Josep podría contaros…pero prefiero que seáis vosotros quienes las descubráis el papel que escoge en un momento determinado de la novela precisamente para proteger a sus hijos.
“El dolor no siempre empieza con la ausencia del otro, sino con la certeza de que sangrarán las heridas mucho antes de que existan”
Al lado de Olalla, otro de los personajes claves de la novela, Helena. Y los amigos de Hugo, Manuel y Yolanda. A Helena no le gusta su nombre y no cree en las casualidades. Asociado a ella vienen asociados recuerdos familiares, en especial, a su madre de la que ha heredado el gusto por la lectura y un año el 1992 en el que cambió su vida. Helena desde principio siente una conexión bastante fuerte con Hugo.
También tengo que hacer referencia al programa televisivo Informe semanal y a lo que ocurre en España en el tiempo en que se desarrolla Los silencios de Hugo.
“Así es el perdón para que exista hay que pedirlo y concederlo”
Leyendo a Inma te das cuenta de que no solo tiene una prosa ágil y directa, sino que también hace hincapié en los pequeños detalles. Hay una técnica que ha utilizado en esta novela que me ha resultado llamativa y es que cada cierto número de páginas, una frase llena de sentimentalismo y garra nos para y nos adentra en el siguiente capítulo.
También sus gustos musicales que podrían ser la banda sonora de Los silencios de Hugo, Hotel California o Summertime child the living’s easy de Janis Joplin, que puedes cantarla mientras uno de los personajes lo hace en la noche de San Juan, donde todo se convierte en magia y cada uno de ellos pide un deseo en unos papelillos.
“Esperar sin saber a qué se espera es permitir que avances las agujas del reloj sin poder hacer otra cosa que mirarlas”
No es de extrañar que una autora como Inma Chacón, refleje entre líneas, inserte frases de Pablo Neruda, César Vallejo o Wittgenstein con situaciones asociadas a Hugo o a su hermana, en el reencuentro con su amigo Manuel, en el gusto por la lectura o en las reflexiones acerca de la muerte.
José Luis y Hugo (amigos del colegio y conocidos como Zipi y Zape) hace que la novela de un vuelco y nos adentremos en un tema escabroso relacionado con las drogas y con la temática enfermedad del siglo XX, el SIDA. Tratado con un especial cuidado por parte de la autora y con muchísimo respeto. En esta ocasión es Manuel quien realiza el papel de protector de Hugo.
“La verdad no existe solo es una convención con la que tratamos de ponernos de acuerdo”
Hay capítulos cortos, otros más largos, pero hay uno que me hizo escribir mientras anotaba aspectos para realizar esta reseña, con las palabras… podría ser una poesía de amor y esto fue en referencia al capítulo 32.
Hugo y Olalla son dos personajes llenos de fuerza de decidir sobre su independencia y su valor frente a situaciones de la vida, pero es curioso que lo relacionado con Hugo siempre ha estado en silencio, tanto que llega a unos límites insospechados por proteger a los suyos cuando es él el que necesita ahora ayuda y precisamente es su hermana quien se vuelca en él tras una carta de su amigo José Luis.
“Hablar de la causa que provoca la angustia es aceptar la posibilidad de que exista
Valores como la amistad, la familia, no pasan de largo leyendo Los silencios de Hugo. Así como la valentía, y la superación de sus personajes principales que no pasan por momentos agradable y que en sus peores momentos sacan fuerzas de donde no las tienen para no debilitarse. También se trata el tema de la muerte con una realidad y una aceptación increíble, en el que el personaje dice…estoy preparado para la muerte, por lo tanto, no tengo miedo, así como momentos de mucha ternura en que es fácil que se te escape alguna lagrimilla.
“¿De qué valen los sueños si no vamos a buscarlos”
Acabamos la novela con una nota de la autora en que nos cuenta que la novela va dedicada a Paco y a su vez nos da resultados sobre los avances relacionados con el tema del SIDA. La última página, por supuesto, dedicada a su hermana Dulce Chacón.
“Cada uno encuentra sus propias razones para elegir el silencio”
Una novela totalmente recomendable para los amantes de la lectura. ¡Mi más sincera enhorabuena a Inma!