El libro Proyecto Flame del escritor Julio J. Sánchez, llega a mis manos con una propuesta diferente a las conocidas por mi hasta el momento. Lo primero de todo tengo que darle la enhorabuena a su autor por su excelente proyecto y destacar la portada.
Proyecto Flame está dividido en dos partes y el autor realiza una apuesta poco vista hasta el momento, en el que se rompe dentro de la literatura y Julio con excelente maestría combina la broma con sensaciones en la que creas estar dentro de un videojuego entremezclado con la realidad y la ficción a partes iguales.
Ya la edición y en cómo se organiza el libro resulta curioso que nada más comenzar a leer nos encontramos con recortes de periódicos en los que se nos advierte de que no se conocen los problemas del exterior. Los personajes, de esta novela, van a disfrutar de quince días en un Resort llamado Barrentino en el que le esperan numerosas aventuras de la mano del Señor Jaudenes. El objetivo principal va a ser salir de la isla, pero no va a ser tarea fácil.
Ethan es un personaje querido en la novela y es el que gana protagonismo, es una persona con un talento innato y está contratado en el Resort. Ya desde los primeros momentos de la novela llegamos a través de la literatura que nos ofrece Julio a sucederse situaciones “burlescas” como aguantar bajo del agua para ver un espectáculo por poner un ejemplo entre muchos.
Del agua al incendio hay un trecho muy cortito en el que Ethan se encuentra con su amigo Alfredo. No tan afortunado como el primero y empezamos a encontrar una figura inventada por el autor de esta novela que son los veloides. Destacar entre ellos a Nigel.
Hay una película que se nombra en varias ocasiones en la novela y es la de Donde habita el mal. Quizá le sirvió de inspiración al autor para escribir algunos pasajes de Proyecto Flame. Pero lo que sí sé es que la novela va pasando como si estuvieras haciendo un recorrido de réplicas de una película.
Hay un aspecto de la novela que ha llamado mi atención y ha sido el que a menudo y en la lectura nos vayamos encontrando llamadas de atención escritas en cursiva en la que se reflejan pensamientos sobre lo que los personajes deberían realizar en ese momento o lo que tu como lector estás pensando en ese momento es muy divertido dentro del caos.
Siempre que en una novela aparece la palabra biblioteca, mis ojos ya se detienen en ese momento y es en Proyecto Flame donde la biblioteca sirve como refugio para sus personajes. Me encanta que recurran a ese escenario por ser un lugar preferido por mí.
Otro de los personajes destacados de la novela es Jill que la conocemos a través de un diario y que es una mujer que vaticina acontecimientos. Un personaje tratado con un especial cuidado y que es la encargada de mantenimiento y seguridad en la isla. Jill va a ser un personaje imprescindible en la novela por la cantidad de datos e información que va a aportar.
No solo es una novela en la que vas a estar en todo momento en tensión por la presencia de los veloides sino que también vamos a encontrar momentos de pérdida o de historias de amor, que harán que te leas la novela de un plumazo.
Podría adelantaros que la novela tiene dos finales, la primera parte que se centra en la aventura de cómo salir de la isla y la “lucha” con los veloides, así como documentación anexa relacionada con la situación y una segunda parte en la que David un periodista con características intuitivas va a investigar lo que ocurrió en el lugar en el que se desarrolla la novela y cuál fue su origen.
Otro de los aspectos que me hace pararme en las reseñas de las novelas que leo, son los guiños o críticas que el autor deja caer entre líneas y en este caso es las mentiras y la crítica hacia la prensa.
¡Una apuesta segura de un escritor joven que no podéis perderos! ¡Animaros a leerla! ¡Enhorabuena a su autor!