Entre los libros que elijo para leer y escribir las reseñas, en esta ocasión se me ha presentó un título Entre garnacha y tempranillo o más bien la autora me buscó a mí, ella es alicantina de nacimiento, pero actualmente vive en Logroño. Lo deja muy presente en su libro porque hace referencia a ambas tierras.
Su libro va dedicado a los que están y a los que no están.
Entre garnacha y tempranillo se sucede en espacialidad entre Logroño y Alicante, y en cada uno de sus capítulos vamos a saber la fecha en la que nos encontramos a modo de diario. Tiene una manera de comenzar muy intensa, en la que un personaje femenino Andrea aparece en escena corriendo porque le persiguen.
Es tal la transmisión de las letras con este libro que crees estar corriendo tú también y tu corazón se va acelerando a marchas forzadas conforme vas avanzando con la lectura. Los primeros escenarios son las calles de La Rioja.
Entre los personajes que nos encontramos en esta novela tenemos a Mateo Sáenz, un inspector de la policía nacional de Logroño, Jimena, Rodrigo Mayoral, Mángel Varó, Jueza Veiga.
Mateo es cazador y tiene dos perros a los que llama Brujo y Mia. La sensibilidad de los escritores se ve también cuando aparecen por ejemplo animales como en este caso. Mateo es un personaje clave en esta historia y transmite pensamientos como el de que él no cree en las casualidades sino en las causalidades y es también muy atento y cuidadoso.
A lo largo de la trama van apareciendo una serie de cadáveres que sus personajes van a tener que ir resolviendo mediante casos muy complicados que se entremezclan con una historia que va a ocurrir en Miranda del Ebro en el siglo XIX.
“El paso del tiempo ayuda siempre en cualquier situación”
En las novelas policiacas también aparecen las fuentes en la propia novela y en esta ocasión las primeras referencias las encontramos en el Diario La Rioja en el que se habla de un asesino en serie. Pistas muy propicias para los que tienen que averiguar los casos de los que se les ocupa.
De manera enmascarada en la novela se habla de situaciones tales como el duelo y la actitud y el tiempo que se necesita frente a ello. Y en el que también aparecen frases como la que os voy a poner a continuación que siempre me ha gustado mucho a mi
“Al final todo saldrá bien y si no sale bien es que no es el final”
En otro momento de la novela y como no podía ser menos salen las raíces de la autora, su Alicante. Se realiza un homenaje al bombardeo del mercado central, a las hogueras que son su pasión y al Barrio de Raval Roig.
No quiero desvelar mucho más porque quiero que leáis la novela y disfrutéis con ella. Sí que deciros que la novela cierra con un epílogo en el que se centra en Alicante en el año 2019 y en el que sabemos cómo se encuentran sus personajes. Así como un apartado de agradecimientos y la banda sonora que le ha acompañado.
