Si hay un género que me apasiona y que me engancha de la primera página a la última es la novela negra. En esta ocasión y de la mano de Mar Aisa me llega Dostoievski en la hierba. Ya de primeras y tras averiguaciones mías me di cuenta que tenía críticas muy positivas y ahora soy yo la que lo corrobora, y me alegro mucho por ella porque para ser su primera novela chapó.
El libro va dedicado a su marido y a sus hijos y está compuesto de treinta y tres capítulos. Ya de primeras la narración te impacta con la aparición de una máscara balinesa que nos acompañará a lo largo de toda la trama adquirida en el viaje de novios. Y sus primeros personajes son Ignacio y Lucía. Es la máscara la que te mantiene en una inquietud constante ya al principio de la narración porque va a jugar un papel muy importante que más tarde descubriréis.
A partir del capítulo dos es el momento en que Mar nos sitúa espacialmente en la novela y sabemos que estamos en Logroño, tierra en la que reside la autora. De su mano podemos disfrutar de la ciudad a lo largo de la novela por la cantidad de detalles, de sus plazas, de los lugares que nos ofrece y del buen vino no podía faltar, así como de la comida típica.
Diego Cárdenas es el hermano de Lucía y es otro de los personajes que va a ser crucial en esta novela. Este personaje adopta el rol de subinspector de policía y se le encarga una misión que sucede durante las fiestas de San Mateo en el que unos niños se encuentran el cadáver de una mujer joven. Diego se presenta como una persona intuitiva y entristecida. Ambos hermanos están muy unidos y vamos a intuirlo en la lectura de la novela, así como el cariño que les tiene Mar a ambos.
“La vida, a veces, sorprende con viajes insospechados que te alejan de lo que un día fuiste y creíste ser”
Hay que investigar un asesinato y se pone en marcha un protocolo nada sencillo para transmitirlo a través de un papel en forma de novela y que Mar nos hace de una manera maravillosa al inmiscuirnos en él.
Una pista va a ser crucial en la novela y va a facilitar la investigación o les va a hacer saber por dónde guiar la investigación y es una nota que se encuentran al lado del cuerpo. Aquí aparece otro personaje Álvaro Sáenz que es compañero de Diego, inspector jefe. Es un apasionado de la ornitología y al que se le pinta como un personaje incompetente y engreído.
Y un quinto personaje, quizá el más importante Elisa Martínez de Cabezón que es la forense a la que se le encarga el caso. Ella es una persona muy humana pero también muy peculiar y a la vez aséptica, fría y profesional. Este personaje me ha encantado quizá porque me he sentido identificada con ella. Una mujer que se entrega en cuerpo y alma a su trabajo, rigurosa y eficiente. Además, una amante de la filosofía. También nos presenta una lista de libros sobre escritores rusos. Cualquier pista ahora es decisiva para la investigación del caso.
Destacar de Mar las profundas descripciones que realiza a lo largo de la novela incluso las podemos encontrar desde el principio que acompaña de varios adjetivos para clarificar su escena. Me llama la atención la riqueza de vocabulario que nos deleita durante toda la novela.
Odile adora el vino, de su mano vamos a conocer la riqueza del vino en esa tierra. Gran tierra. Ella es quien se asocia a Lucía como traductora y también Lars Erik. Es muy importante tener confianza en estos momentos y discreción y es Lucía quien les marca las pautas a seguir en esta investigación.
En este momento encontramos la frase pronunciada por Raskólnikov que da nombre a esta novela asociada a Crimen y Castigo de Dostoievski.
Lucia es un personaje que ha sufrido pero que ahora tiene las ideas muy claras, le da mucha importancia a la familia y va a representar el papel de una mujer muy decidida que junto a su equipo va a luchar hasta averiguar el asesinato.
También van a aparecer otros personajes secundarios que van a acompañar a Diego como Sebastián Jubera, Sara o Julia entre otros. En medio de la investigación les aparece otro nombre que les despista y que les va a hacer precisar aún más el trabajo que llevan entre manos se trata de una mujer bielorrusa que toca el violín y de la que investigan a través de las redes sociales.
Hacer un alto aquí en referencia a las redes sociales que se nombran en el libro. Las nuevas tecnologías han revolucionado nuestro mundo y no es de extrañar que las formas de comunicación y las búsquedas se realicen por las redes sociales y que sean los personajes las que las manejen de manera tan hábil en esta novela.
Otro aspecto a destacar en la reseña es el origen de las pistas en la investigación de las maneras más surrealistas, en esta ocasión con los dibujos de los tatuajes que son los que van a dar pistas para ir hacia un lugar u otro. Y también conocemos de los gustos musicales de Mar, porque por ejemplo escuchamos la música de Felix Mendelssohn.
“Lo único que podemos hacer es prestar atención a lo que está sucediendo ahora mismo”
La trama no es nada sencilla y la investigación tampoco, se tratan tantos temas que no podríamos acabar nunca, pero hay uno que rompe el esquema de la narración y es la charla que mantienen sobre el sentido de la filosofía Elisa y Diego.
La novela nada me haría de extrañar que se llevara al cine por su hilo conductor y que cada personaje, cada momento y cada pista les va a llevar hacia su objetivo, en el que se cruza también la obra famosa Pedro y el lobo.
Hay una crítica también hacia la novela negra en la que dice su autora, “las novelas negras de moda han hecho daño a la profesión con tanta intuición y poderes de los investigadores”.
“No es fácil llegar a entender que nos han dado un tiempo finito y que, sin aviso previo, ya no habrá posibilidad de continuar”
Mar termina la novela dedicando sus capítulos a Diego y a Lucia y con un epílogo y unos agradecimientos donde su autora explica de dónde surgen esos dos personajes y a la gente que ha estado a su lado.
¡Mi más sincera enhorabuena a Mar y a seguir escribiendo!