A lo largo de la literatura, se han escrito muchos libros relacionados con la historia, pero lo que nadie ha escrito es sobre las historias de palacio en cuanto a pasiones se refiere. Y Marta lo ha hecho bien pero que muy bien con su novela Pasiones carnales.
Si anteriormente Marta nos presentaba una novela llamada La chica a la que no supiste amar ahora nos presenta un libro atrevido en el que nos va a contar historias que nadie nos ha contado. Y en el que su apuesta atrevida hace que sientas inquietud por lo que va a ocurrir en cada uno de sus capítulos.
La introducción nos transporta a los doce siglos de la historia de España en que se va a basar esta historia y en el que se hace entender que los Reyes son seres humanos al igual que nosotros con las mismas necesidades que puede tener cualquiera. Pero también con historias escondidas que a ninguno de ellos le hubiera gustado que se hubiera desvelado.
La novela está estructurada en capítulos en el que podemos encontrar el personaje del que vamos a leer y un subtítulo que lo define. Por poneros un ejemplo Alfonso II de Asturias el Casto o Ava de Ribagorza condesa traidora entre muchos otros.
Comenzamos con el capítulo de Conquista y reconquista de España. En el que para la autora la historia de España empieza aquí. En las primeras líneas ya podemos encontrar dudas sobre el sexo y el amor y un Rey, Rodrigo y a su lado Florinda llamada La Cava considerada como “mala mujer”. Para continuar con un sinfín de historias que parece no tener fin.
A cada una de las personas a las que dedica sus capítulos, uno de los primeros aspectos que te vas a encontrar va a ser su apariencia física a través de una descripción minuciosa de cada uno de ellos. Para continuar con sus deslices y unas características que lo definen además de la época historia y la gente que le acompaña. Así como las obras culturales o proyectos que llevó a cabo. Hay momentos de risas, de llevarte las manos a la cabeza, así como de pena, y en el que te vas a, en la mayoría de los casos, sorprender.
También me gusta que cada uno de los personajes están englobados bajo dos características y más adelante os pondré algún ejemplo. Dos palabras inequívocas que lo hacen diferente al resto. Pero aquí de lo que hablamos es de pasión, sexo, lujuria y en sus páginas trabajadas con esmero cuidado, ya que no hay quien se escape de los secretos de palacio.
Creo que Marta ha realizado un trabajo de documentación muy importante porque no hay personaje histórico que se le resista. Sabemos la época en que vivió, con quien tuvo contacto e imagino que al escribir ha tenido que ir haciendo un croquis de la gente que le rodeaba a ese personaje e indagar porque la información que nos relata es además de curiosa muy exhaustiva. ¡Mi más sincera enhorabuena!
El primer rey con el que nos encontramos es Alfonso II de Asturias el Casto y una fecha el 14 de septiembre de 791. Sabemos que Alfonso tuvo un reinado largo, quizá el más largo de la historia y Marta nos lo pinta como un rey en el que prima la característica de la castidad, ya que no tuvo intención de arrebato carnal.
Los arrebatos carnales de los personajes de esta historia, son insaciables en muchos casos y de los que unos tienen muchos y otro poco. Pero lo que está claro es que Marta en este libro ha querido retratar todas esas historias que en pocos libros se ha hablado.
Para seguir con Ava de Ribagorda considerada como una condesa traidora. Se nos dice que fue una condesa de la que había dos versiones de su vida y que su vida giraba en torno a la traición y la ambición. Su historia va asociada al Camino de Santiago y tuvo siete hijos y en las crónicas (a las que en todo momento hace referencia Marta) se dice que en ella no cabía maldad.
Al final de cada capítulo también podemos observar que se da lugar a una reflexión sobre la historia ocurrida y unas preguntas planteadas por parte de la autora en el que ella misma nos responde. O hay otras que no quedan respondidas, las deja al libre albedrío.
Atrevida la novela porque también Marta nos comenta cómo la historia pudo cambiar y que en ocasiones la historia ha sido manipulada por los cronistas. Por lo que os digo que la autora ha realizado un arduo trabajo de investigación en extraer lo destacado de la información que encontraba y mostrárnoslo en esta historia.
A partir de aquí un sinfín de reyes, reinas y personajes que han merecido su nombramiento en la historia, van a irse sucediendo a lo largo de la novela escrita y he de deciros también como curiosidad que cada uno de los capítulos de manera independiente. También al principio de cada capítulo tenemos una imagen, una ilustración de la historia que después nos vamos a encontrar.
A Alfonso VIII de Castilla lo acompañan la envidia y la codicia, las características que anteriormente os hacía referencia. Siempre los personajes acompañados de dos o más palabras. A lo largo de la narración, se nos hace referencia a los documentos donde se encuentran las historias. Y me da la impresión que en ocasiones se le da opción al lector a elegir la parte de la historia que desea seguir. En algún momento no sabes si lo que se cuenta es realidad o ficción, ya que alrededor de alguna historia hay varias interpretaciones sobre la misma historia o según el cronista que lo tuviera entre manos.
De Alfonso VIII de Castilla a Alfonso X el Sabio un hombre entregado a la cultura y con una sensibilidad por lo artístico increíble. Se nos habla de joyas literarias de la literatura medieval como las Cántigas de Santa María y de referencias de manera continuada a la literatura y a las construcciones que han quedado eternas y que fueron elaboradas bajo el mandato de alguno de estos reyes. También anécdotas y curiosidades a lo largo de la historia.
Cuando Marta te dice que esta historia no tiene desperdicio, en alguno de sus capítulos, es porque tienes que prestarle especial atención. Me hace gracia cuando un autor pone de su parte, para que el lector capte la atención y no se pierda por el camino. Una llamada de atención. Y esto es lo que nos ocurre con Pedro I el Cruel. Y si hay una historia que me ha dejado fascinada es la de Inés de Castro…descubriréis porque al leerla.
Y si hay algo que también me gusta es que sus personajes, algunos, no todos. Sienten pasión por la lectura y los libros. Numerosas referencias a libros, bibliotecas, y aspectos relacionados con la cultura. También, de los escritores que han hecho referencia a reyes. Y esta es una parte que no me puedo resistir porque los ojos se me van para los libros y las bibliotecas.
Está claro que, a lo largo de la historia, la vida de hombres y mujeres ya ha sido diferente. Y que el único fin, en ocasiones, que tenían los reyes, era tener descendencia para tener herederos. ¡Qué tristeza!
De muchos como Felipe II hemos conocido la historia que sale en los libros de texto y manuales, pero no, la manera por ejemplo tan cruel que tuvo de morir. Eso también se nos muestra a lo largo de este libro. La historia en la que algunos de los reyes fenecieron y de cómo sufrieron o disfrutaron de pasión.
Sabemos desde cuando tenemos Borbones y con quienes estuvieron casados. Y de los rechazos por los que eran descalificados alguno de los reyes. De las dudas de los árboles genealógicos y de la preocupación por los aspectos de la corte. Ninguna de las páginas de este libro llamado Pasiones carnales sobra.
Encontramos relaciones paralelas, infidelidades, celos, amor, desamor, homosexualidad, locura. Y una madeja unida que conforman la historia Pasiones carnales.
Para terminar con un apartado de agradecimientos a sus seres queridos, editores, amigos correctores etc. Y una extensa bibliografía en la que se ha basado Marta para escribir este libro.
Y yo me he preguntado al leer esta novela, ¿la historia hubiera sido igual si algunos hubieran sido fieles a sus esposas? ¿habría cambiado la historia?
¡Enhorabuena Marta! ¡Gran apuesta!