Hace unas semanas mi compañera Marina Beckett me propuso entrevistar a Francisco Veiga, hoy tenéis aquí la entrevista que me ha concedido para Alquibla. ¿Quién es Francisco Veiga y cuáles son sus sueños?¿ha cumplido ya alguno de ellos? Soy un profesor de Historia contemporánea que llevo más de tres décadas ejerciendo en la Universidad Autónoma de Barcelona. Bastante veterano, por lo tanto y en lo que es el ámbito académico creo que he alcanzado buena parte de las metas que ambicionaba allá por 1983, cuando comencé a impartir.
Escribo para experimentar con la Literatura, tanto con las temáticas como la estructura narrativa.
¿Tuvo claro de siempre que quería dedicarse a la enseñanza de la Historia?¿con qué ventajas y con qué dificultades se encuentra un profesor a la hora de enfrentarse a un alumnado interesado por esa materia?¿qué es lo más bonito de su profesión? Desde que terminé mis estudios tuve claro que quería trabajar en la universidad, lo cual supone impartir docencia pero también investigación y, en general, vivir en el ámbito puntero del conocimiento científico.
Por lo demás trabajé en Historia Contemporánea y Actual (los últimos treinta años) pero también pasé doce años en Ciencias de la Comunicación, esto es, Periodismo.
¿Qué libros ha escrito y por qué?¿Ha querido dejar reflejadas en sus libros las situaciones actuales conflictivas del mundo? Tengo unos cuantos libros publicados relacionados con mis trabajo de investigación o ensayo: dos obras sobre la guerra de Yugoslavia y crisis en los Balcanes, una Historia del Imperio otomano y la República turca, otra de la Revolución rusa, un manual de Historia de la Guerra Fría y otro sobre la Posguerra Fría… en fin, el fruto de esos treinta y tantos años en la academia.
¿Se siente más cómodo escribiendo sobre la literatura de espionaje y de política ficción?¿ha pensado en escribir otro tipo de género? Bueno, lo que sucede es que durante mis años de profesor en Ciencias de la Comunicación trabajé también como periodista en algunos focos de conflicto.
Básicamente en y en torno a las guerras de la ex Yugoslavia, en Turquía e incluso en algunos países árabes.
Algunos escenarios y personajes de mis novelas proceden de esa experiencia. Porque la temática del espionaje me sirve para vehicular cierto trasfondo de los conflictos que conocí, y manejar la problemática de la información.
En realidad, esta es la verdadera protagonista de mis novelas, que no son policiacas, ni “negras”, con crímenes, detectives peculiares y asesinos retorcidos.
Las novelas de espías en realidad son una variante de la novela de intriga en la cual la información es el quid de la cuestión Se trata de obtenerla como sea, no de impartir justicia ni meter a los malos entre rejas.
Por ello, las novelas de espionaje en general y las mías en particular, contienen a veces varias tramas, son como pequeñas novelas-laberinto,
Y sí, claro que tengo algunas ideas para el futuro, pero de momento estoy centrado en concluir una trilogía compuesta por Ciudad para ser herida, Las reglas de la cabra y Peldaños de la fiebre, con personajes que pasan de una a la otra y cuyo marco cronológico va desde abril de 2016 a un momento aun indeterminado de la primavera de 2020.
¿Qué impronta quiere dejar en sus libros?¿Cuánto de usted hay en lo que escribe? Siempre he tenido claro que no pretendo convertirme en un superventas de gran centro comercial, obligado cada año a publicar la correspondiente novela clónica. Escribo para experimentar con la Literatura, tanto con las temáticas como la estructura narrativa.
Y por lo demás, en mis novelas hay muchas historias que viví, o de las cuales fui testigo; y personajes que siendo de ficción están basados en algunos casos, en perfiles concretos que conocí.
¿Qué es lo que desea transmitir en sus novelas diferentes al resto?¿Cree que hay géneros que están poco desarrollados? Quiero que los lectores recuperen el gusto por la Literatura, Es decir, planteamientos estructurales y narrativos a veces un tanto olvidados pero que cuando vuelven a publicarse después de muchos años de estar descatalogados, de nuevo obtienen tirón.
Graham Greene, Dino Buzzati, Jan Potocki, Johm Dos Passos, Naguib Mahfuz, son autores de la Historia internacional de la Literatura aunque no están en los escaparates de las librerías.
Hay una verdadera inflación de obras de entretenimiento que posiblemente no podrán competir a medio plazo con el desafío que supone en ese terreno la oferta de los servicios de suscripción a series televisivas.
Es por ello que creo es necesario esforzarse por crear obras de calidad que incidan en despertar en el lector emociones literarias, no tan sólo intriga o diversión.
¿Cuánto tiempo le llevó la documentación de sus novelas?¿Está escribiendo alguna de la que nos pueda adelantar algo? Cada novela me sale por un año y medio de trabajo, mes arriba o abajo. Ahí se incluye la documentación, aunque mis relatos también se basan, a veces, en historias conocidas de primera mano. O tiro de sucesos que conozco bien por mi faceta de historiador.
En cuanto a la segunda pregunta, he comenzado a pergeñar la tercera novela de la trilogía que le comenté. La acción arranca en marzo de este mismo año y concluye un mes o dos más tarde, en pleno confinamiento de la primera pandemia.
Hay una evolución en el tratamiento de la narración, con más recurso a la primera persona y el protagonismo de una persona totalmente ajena a los líos del espionaje, pillado en una trama enloquecida. En la línea de la narrativa británica clásica sobre el género, al estilo de Treinta y nueve escalones de John Buchan (1915) o La máscara de Dimitrios de Eric Ambler (1939)
¿Qué metodología utiliza a la hora de ponerse a escribir?¿Le sirve de abstracción para su estrés diario? Aunque no vivo de la Literatura, me tomo el trabajo de escribir una novela como una actividad profesional, con sus horarios y calendarios, con viajes de documentación y entrevistas a expertos.
Aparte de todo ello, ambas novelas fueron escritas en tiempo real, hasta el punto de que sucesos imprevistos marcaron el desenlace de la historia. Por ejemplo, el referéndum sobre el Brexit, el atentado de Barcelona en agosto de 2017 o la pandemia del coronavirus marcaron e final en ambas novelas; tuve que cambiar el final previsto.
Esta manera de escribir aparte de que es muy divertida –viene a ser una apuesta contra el guión previsto inicialmente- añade frescura y autenticidad al texto.
Todo lo relatado pudo haber sido posible, es verosímil; hasta es posible que ocurrieran algunos hechos relatados, quién sabe. Un amigo denominó a este género “ficción hiperrealista”
¿Podría compartir con los lectores de Alquibla algún fragmento de sus novelas? Si – A disposición
¿Le gusta Alquibla www.alquiblaweb.com como página de difusión cultural?¿Añadiría o quitaría algo? Alicante es una ciudad con una destacada actividad cultural, centrada en la Literatura, con tertulias, cenáculos, un premio propio y una feria del libro puntera, que este año ha sido uno de los mayores eventos virtuales en su género, a escala nacional. Es por ello que son muy necesarias excelentes iniciativas culturales propias, como la Editorial Mankell o la página Alquibla.