En estos tiempos de pandemias globales, cambio climático, capitalismo voraz, colapsos mundiales en diferentes áreas, con cientos de especies en peligro de extinción de la mano del ser humano que actúa como un virus destruyendo y esquilmando los recursos que lo sustentan, en los tiempos en los que los líderes mundiales (99% hombres) demuestran una ineptitud irrevocable y perpetúan una insostenibilidad absoluta para nuestra especie, no es de extrañar que las historias apocalípticas con drásticos finales para la raza humana, se vislumbren hoy en día como posibles.
A nivel literario, la humanidad ha pasado de vivir en “Un mundo feliz” de Aldous Huxley en 1932 o el “Gran hermano” de Orwell en 1949 a la cada vez más persistente idea de que la humanidad necesita un relevo como especie, ya que la inercia de nuestra propia existencia nos lleva inexorablemente por un camino lleno de incógnitas en términos de supervivencia.
Este panorama hace que diferentes personas de diversas áreas, tanto científicas como literarias, se planteen diferentes futuros posibles, realistas o utópicos, que nos llevan a distintas concepciones de la supervivencia de una raza que parece demostrar por sí misma que su fin no está tan lejos como se pensaba.
En el área de la ciencia ficción, tantas veces visionaria y haciendo de las distopías propias realidades, encontramos relatos y novelas en los que la IA se posiciona como el último eslabón de la escala de la evolución humana.
En novelas de la ciencia ficción más purista, por así decirlo, son inteligencias de otros mundos las que apoyan nuestro legado como especie y actúan como salvadores de la misma y es que, tanto la literatura como la ciencia, llevan años advirtiéndonos, de algún modo, que el equilibrio que tanto trastocamos los seres humanos es vital para nuestra existencia. Además, como decía Darwin “no será la especie que sobreviva las más fuerte, sino la que más se adapte”.
Ciertamente, esta es una de las premisas con la que Miguel Ángel Pérez Oca comienza esta novela: una mezcla de ciencia ficción y memoria histórica con muchos toques autobiográficos, titulada “Adana, la mujer perfecta”.
Con el objeto o la excusa de la ciencia ficción, Miguel Ángel te invita de manera muy sutil, a un viaje por la historia española; desde la época del intercambio de esclavos y esclavas africanas por sal, pasando por la proclamación de la República española hasta el golpe de Estado de 1936; viviendo con los y las protagonistas los grandes hitos de la guerra, como el bombardeo del Mercado Central de Alicante en 1938 o la muerte del dictador fascista Francisco Franco; sentiréis cómo sería escuchar por primera vez poesías de Miguel Hernández o manifestaros en las calles de Alicante con las banderas republicanas; os enfadaréis por las traiciones de los países vecinos y la impunidad de ciertos opresores que vivieron y murieron sin pagar por sus crímenes de guerra; y todo esto contado con una claridad y sabiduría muy características del autor como gran activista por la memoria histórica de este país.
Con lo cual, el desarrollo de la obra brilla por su forma de novelar, tanto las realidades históricas propias de las épocas como los detalles familiares del mismo Pérez Oca.
Por otro lado, es importantísimo que la obra se lea hasta el final para que podáis deleitaros con una magnífica oda al feminismo y , esto os lo digo porque, posiblemente, mucha gente no lo piense ojeando sus primeras páginas.
Pero siendo sinceras, ¿cómo crearían unos seres extraterrestres a una “mujer perfecta” basándose en imágenes y cánones establecidos en un mundo globalizado? Seguramente como a Adana, pero tendréis que leerlo hasta el final para saber quién es esta mujer excepcional que viene a brindar un equilibrio al mundo en la era de la testosterona.
Por último, como buena fan de los fanzines de ciencia ficción que soy, no puedo acabar esta reseña sin mencionar las ilustraciones de la obra. Creadas por el mismo Pérez Oca, recuerdan a las revistas de los años 70 y 80 como “Creepy” o “Heavy Metal”, esta última contaba con autores que son eminencias en el género como H.R Giger (Alien) o Esteban Maroto (Vampirella). La portada de este libro bien podría haber aparecido en cualquiera de estos magazines.
Así que, ya sabéis, podéis tener en vuestras manos una mezcla de fantasía/realidad, ciencia ficción y una lección magistral de historia que no os dejará indiferentes. Por lo que respecta al tema de la memoria histórica, yo siempre digo que Guernica tiene a su Picaso pero en Alicante tenemos a Miguel Ángel Pérez Oca.