La elegancia en forma de novela llega a nuestras manos de la mano de Begoña Valero y apoyada por la editorial Grijalbo Histórica, La casa del compás de oro. He de deciros que ya a simple vista os podéis dejar atrapar por la portada de la novela, pero en su interior guarda también una prosa inmejorable por parte de esta escritora valenciana. No me extraña que su novela de la que voy a hablarnos a continuación haya sido agasajada por tantas personas y haya tenido tantos éxitos.
Nada sería igual si yo no compartiera con Begoña la pasión por la cultura, la escritura y las bibliotecas, así como la manera de hacer bien las cosas y he de decir que no he leído la primera novela, pero puedo recomendar sin pensarlo a todo el mundo, La casa del Compás de Oro, de la que os voy a hablar. Gracias a ella vamos a conocer un poco más la historia del mundo del libro y qué ocurrió alrededor del siglo XVI.
“La imprenta es el mejor invento de toda la historia de la humanidad”
Para empezar unas palabras hacia el lector. Y empezamos así…Estimado Lector. En él se va a contar la historia de Christopher Plantin, de los reformadores y de la Inquisicion y de cómo apareció un personaje en su vida llamado Luis de Osuna. A lo largo de la novela nos encontramos fechas históricas en las que Begoña nos sitúa y acontecimientos mientras nos situamos en el siglo XVI, en un momento en que principalmente se seguía a las personas que suponían un avance intelectual y que podían ser objeto de ser perseguidos por la Inquisición.
Autora Begoña Valero
Colección Grijalbo Histórica
Formato Tapa dura
Páginas 408
Publicación 8 de junio de 2017
Decir como nota histórica que desde la década de 1520, los objetivos del Santo Oficio fueron ampliándose a los pequeños grupos de protestantes, de eramistas y otras desviaciones de la ortodoxia. Aquellos que supusieran una novedad intelectual o científica podían ser objetivo de la Inquisición. A partir de 1551, la Inquisición empezó a publicar su propio Índice de libros prohibidos, mucho más extenso que el aprobado por la Curia Romana.
Christopher Plantin fue un famoso impresor, editor, librero y encuadernador flamenco del siglo XVI, conocido por perpetrar la impresión de la Biblia Políglota Regia. Siempre acompañado de su amigo Pierre se dedican a buscar libros viejos y entre ellos descubren Las 95 tesis de Martin Lutero. Su padre Jean le ha dado una formación adecuada para que pueda ejercer su profesión y él la aprovecha y con creces.
“Cuando veáis la verdad la reconoceréis al instante”
Es increíble el esmero con el que está escrito este libro y la cantidad de detalles en los que Begoña nos introduce en un mundo oscuro de la historia. Me ha llamado en un momento determinado la forma en la que describe los trajes de sus personajes o cómo describe a los propios personajes.
La novela nos trasporta a Orleans y nos encuentra con personajes como Calvino. A París en el que nuestro personaje va a formarse. Francia no le gusta a nuestro personaje porque lo considera un lugar peligroso y huye a Amberes donde se respira paz y tranquilidad, aunque es en Amberes donde también tiene que reunir una serie de condiciones para ser librero. Y también viaja por Bruselas, etc. en cada uno de los lugares encuentra personas, situaciones que le harán enriquecerse como persona y como profesional.
Hay una pausa en el libro en la página 178 que es la propia Begoña la que aclara un aspecto al lector y le habla. Me refiero a esto “Estimado lector: es probable que me hayas olvidado. No importa” y es el propio Luis de Osuna quien se dirige a nosotros porque es él el que va relatando la historia. Luis es amigo y protector de nuestro protagonista. Me gusta la opción que elige Begoña de poner como narrador de la novela a una persona influyente en nuestro personaje principal.
Christopher es un personaje apasionado, se siente feliz al hablar de los libros con los suyos. Pero al igual que es feliz, hay momentos en los que se siente solo y asolado por las tragedias que le van sucediendo a su alrededor. Es una persona que está en continuo aprendizaje y gracias a ello se va abriendo puertas en distintos lugares en los que lo van conociendo. También es emprendedor y resolutivo. Así como leal y trabajador.
Es en el momento en que se empieza hablar de la Biblia cuando la novela gana fuerza más si cabe y conocemos el por qué Christopher pasó a la historia con su aportación. No cabe duda de que su Biblia fue la mejor de la cristiandad por muchos motivos además de ser políglota. Y no es hasta el capitulo XVIII en el que ya nos encontramos el capítulo que da nombre a la novela y sabréis de qué se trata. El nombre de Christopher será recordado por como se dice en el libro “haber hecho posible el milagro”.
Begoña sabe situarnos y hacernos ver la situación económica, política y social que estaba pasando por ese momento (en el que está basada la novela) y los momentos históricos que se están sucediendo así como quién Rey gobernaba en esos momentos con una amplia delicadeza y a sus espaldas mucha investigación.
Finalmente nos encontramos con una nota de la autora y con los agradecimientos. En ellos nos cuenta a Christopher Plantin como persona, como impresor como editor del humanismo que aportó grandiosidad al mundo del libro.
Mezclando la realidad con la ficción nos encontramos con una novela considerada por mí como una obra maestra por la forma, estructura y momento histórico que es tratado. Si os apasiona la novela histórica o no…no dejéis de leerla, ¿tú ya la has leído?¿qué te ha parecido?
Muy buena reseña. invita a repasar los capítulos ya leídos. Varias facetas pasan por la vida del protagonista y este es el gancho que nos atrapa. Desde temprana edad Cristopher Plantin comienza a mostrarnos un camino socialmente difícil, donde la inquisición le muestra su peor cara. Cambiando escenarios la autora Begoña Valero, nos dibuja al protagonista de tal forma que nos hace transitar por momentos cumbres de su vida familiar y profesional; así como en su amistad con Luis de Osuna nos conduce en primera persona al desarrollo de la imprenta y sus entresijos, así como al proceso de impresión de la Biblia políglota complutense en el siglo XVI.
Muchas gracias por la aportación Ángela. Le invito a leerlo. Un saludo, Eva