Hoy entrevisto a Ester Angulo bibliotecaria en la Biblioteca y Archivo de la Acadèmia de Bones Lletres en Barcelona. ¿Quién es Ester Angulo y desde qué momento supo que quería dedicarse al mundo bibliotecario? Llegué al mundo bibliotecario por casualidad, no sabía bien qué estudiar, a los dieciocho no todo el mundo sabe bien a qué dedicarse cuando sea mayor… Mi hermano estuvo de becario en una biblioteca universitaria y me habló de su experiencia y de lo interesante que es el trabajo dentro de una biblioteca, así que eso junto con mi afán por buscar información, me llevaron a aplicar para la diplomatura en Biblioteconomía y Documentación. Adoro cuando me viene algún investigador y me explica qué busca, por qué y qué le lleva a tener esas conclusiones; o, cuando, emocionados, encuentran algún documento que avala su teoría y con gran entusiasmo te hacen partícipe de su descubrimiento.
«Yo siempre describo las bibliotecas como templos, deberían ser lugar de “culto”, me refiero al culto a la lectura; de intercambio y de sabiduría donde todo el mundo es bienvenido, si cumples las normas básicas de convivencia, respeto y educación».
¿Qué nos puede contar de la experiencia que ha adquirido hasta el momento como bibliotecaria y que nos puede contar de la Biblioteca en la que actualmente trabaja en la Real Academia de Buenas Letras en Barcelona? En relación con la experiencia, diría que es la misma que la de muchos jóvenes; es decir, llevamos muchas becas a nuestras espaldas y contratos temporales. Esto tiene su parte positiva y negativa, por un lado la precariedad laboral y todo lo que conlleva.
Y, por el otro, puedes llegar a conocer lugares increíbles donde jamás hubieras pensado acabar trabajando. Reconozco que cada biblioteca me ha aportado mucho a nivel personal y profesional, y me quedo con las anécdotas y los buenos momentos con compañeros y amigos. Porque como todos sabemos, las becas pueden llegar a ser muy variopintas.
La Biblioteca de la Real Academia de Buenas Letras (BRABL) es otro nivel. Se trata de una biblioteca patrimonial donde se gestionan grandes volúmenes de material especializado, de gran valor y que, personalmente, no deja de sorprenderme.
Esta es mi primera biblioteca patrimonial; con lo cual se me plantearon otros retos con los que, a pesar de los casi dos años que llevo aquí, todavía estoy lidiando.
La biblioteca ocupa todo el espacio del Palacio Requesens y se divide por zonas distribuidas a lo largo de las tres plantas y la torre que conforman el edificio. Es un lugar lúgubre y oscuro, que a la vez desprende magia y encanto.
Los grandes cuadros que conforman la Galería de los ilustres catalanes se extienden por la primera planta acompañando al visitante en todo momento, honestamente, los únicos que me gustan son el de Antonio Gaudí y la copia del de Isabel de Requesens, la señora de la casa. Como ya se pueden imaginar, este edificio tiene mucha historia, así como la institución en sí.
¿Qué caracteriza a esta institución, que la hace diferente del resto? ¿y a la biblioteca? En primer lugar, se trata de una real academia, una de las dieciocho que existen en la ciudad de Barcelona. ¿Y qué es una real academia? Básicamente, es una institución creada en una época concreta de la historia cuyo cometido era centrarse en la investigación y divulgación cultural, científica y artística.
En segundo lugar, las actividades culturales que se llevan a cabo, todas relacionadas con Cataluña: su historia, literatura, etc. En tercer lugar, los miembros académicos que han formado y forman parte de esta institución, son varios, de diferentes ámbitos del saber e investigación, grandes eruditos cuya voluntad es divulgar conocimiento, aquí (http://www.boneslletres.cat/esp/academics.asp?op=5) podéis observar quiénes han sido miembros y quiénes lo son en la actualidad. Así que por todas partes se respira cultura.
En cuarto lugar, por los institutos integrados (http://www.boneslletres.cat/esp/instituts.asp ) en la RABL: Institut d’Estudis Medievals, Institut Català d’Estudis Bizantins i Neohel·lènics e Institut de Prehistòria i Arqueologia. Y, finalmente, por el tipo de biblioteca (patrimonial), su colección (fusión de diferentes bibliotecas), y los más de 63000 ejemplares que tenemos a disposición del usuario, excepto la biblioteca que estamos montando del donativo d’Eduard Ripoll, ya que todavía estamos montándola. Y, finalmente, todas las publicaciones que la RABL edita y que podéis encontrar aquí http://www.boneslletres.cat/esp/novetatsed.asp
¿Cuántas personas trabajáis en la biblioteca? ¿a qué se dedica cada uno de vosotros? Actualmente estoy sola al frente de esta majestuosa biblioteca. De hecho, me contrataron para cubrir la plaza del último funcionario que envió la Diputación de Barcelona y lo volvió a reclamar a principios del 2019.
Así que soy la primera “externa”, por así decirlo, en formar parte de la estirpe de bibliotecari@s que han tenido la suerte de trabajar aquí. Pero no estoy sola en la casa, afortunadamente comparto espacio en compañía del secretario de la Academia, Albert Corbeto.
Mi compañero de batalla se encarga de múltiples tareas, como: organización de eventos promovidos por la institución que van desde la presentación de libros hasta seminarios temáticos.
También se encarga de temas burocráticos y administrativos, cuidado y gestión del edificio, que no es poco, etc. Resumiendo, se encarga de absolutamente todo lo relacionado con la institución y el edificio.
Es, por así decirlo, el guardián del palacio. Aparte de crear un buen ambiente de trabajo, buen rollismo y de vez en cuando nos echamos unas risas, cosa que le agradezco mucho.
En mi caso, en estos momentos me estoy encargando del inventariado, revisión y catalogación del último gran donativo recibido en la Academia, que es el fondo especializado en prehistoria e historia antigua del investigador y expresidente de la RABL, Eduard Ripoll. Motivo que me hizo publicar la entrada en Biblogtecarios: “Guía de actuación ante donativos en bibliotecas especializadas”. Ya que, al entrar en medio de la catalogación del donativo, tuve que revisar, y aún estoy en ello, todo lo catalogado previamente. Así que mi prioridad ahora es montar la biblioteca del fondo Eduard Ripoll.
Aparte de las típicas funciones bibliotecarias: atención al público, servir en sala los documentos de nuestro archivo y/o fondo bibliográfico, pues no realizamos préstamos personales, por razones obvias, pero sí que realizamos préstamos interbibliotecarios ya que formamos parte de la red de bibliotecas del CCUC.
Así como y poner algo de orden en el caos, pues justo un mes antes de empezar en la BRABL, en agosto del 2018, se declaró un incendio en una de las salas; una de las estanterías se vio gravemente afectada dejando el resto de libros de una parte de la segunda planta dañados por el humo.
Pasar de ver la belleza de una biblioteca antigua en muebles de madera, a ver la misma área meses después del incendio, fue bastante impactante. Así que como medida decidimos colocar todos los libros afectados en cajas ocupando gran parte del espacio libre del edificio.
Por lo tanto, voy combinando tareas de revisión, re-catalogación del donativo con revisión, cambio de tejuelos y aspirado de todos los documentos dañados, con el resto de funciones de una biblioteca.
Tengo que decir que mi función principal ha sido recoger el testigo de l@s antigu@s bibliotecari@s y velar por la seguridad, conservación, preservación y difusión de todo este material.
Se trata de una responsabilidad que la acojo con gran entusiasmo pero que a la vez da miedo por el compromiso que acarrea trabajar aquí. Me encantaría poder pasar el testigo dejando una biblioteca más ordenada, informatizada y, en definitiva, adaptada a los tiempos que corren.
Mi objetivo es dar a conocer este espacio, la biblioteca y su fondo documental entre aquellas personas que todavía no la conocen. Obviamente se trata de una tarea que se llevará a cabo después de mi tarea prioritaria, pues el archivo y biblioteca no dispone, de momento, de cuenta en Twitter ni se encuentra a las redes sociales; aunque sí la RABL, @BonesLletres.
Qué va a poder encontrar un usuario que acceda a visitar la biblioteca de la Real Academia de las Buenas Letras en Barcelona? ¿Qué documento destaca por encima de todos? ¿alguna curiosidad digna de reseñarla? Va a encontrar un espacio sobrio, tranquilo y lleno de cajas y libros que estamos intentando eliminar para devolver el espacio a la sala de consultas. El material, en su gran mayoría, trata sobre Cataluña desde el punto de vista de las humanidades: historia, literatura, etc.
No podría destacar un único documento, ya que entre el archivo y la biblioteca conforman un fondo documental muy amplio, interesante y curioso. Por tanto, destaco las dos colecciones que me resultan muy llamativas, que son la Colección de ex-libris Pepita Pallé y la de numismática.
La colección de ex-libris la llevan un grupo de voluntarios sabedores del tema. Para los curiosos, aquí podéis consultar el catálogo de ex-libris que tenemos en la RABL
Por lo que respecta al archivo, las actas, que se encuentran digitalizadas y disponibles en la base de datos, son los documentos que más se consultan. Aunque el documento que más me llama la atención es el que tenéis digitalizado en la página del archivo y la biblioteca de la RABL: https://arxiu.boneslletres.cat/document/genealogia-y-succesion-de-las-familias-de-el-linage-de-moncada-desde-su-principio-del-ano-de-734-hasta-el-ano-de-1620-sacada-de-escrituras-authenticas-de-muchos-archivos-de-cathaluna–428
¿Si tuviera que utilizar una palabra para definir al grandioso Eduard Ripoll con cuál se quedaría?¿quién fue y qué papel jugó en la institución en la que trabajas? No tuve la oportunidad de conocerlo, y de hecho, me hubiera gustado haberlo conocido; pues Albert en ciertas ocasiones me explica alguna vivencia y todo lo que hicieron por la Academia.
Me resulta entrañable la relación que hubo entre ambos, siempre tiene muy buenas palabras hacia él. Fue un gran erudito, muy conocido en el mundo de la arqueología y prehistoria, profesor en la UAB; entre otros muchos roles. También fue presidente de la Academia, se implicó muchísimo en ella y, junto con Albert, llevaron a cabo grandes proyectos de mejora del edificio, entre otros.
¿Cualquier persona puede acceder a la Biblioteca de la Real Academia de las Buenas Letras? Es una biblioteca especializada y únicamente pueden acceder a ella: investigadores, docentes y estudiantes que quieran ampliar conocimientos en alguna de las materias de nuestras colecciones. No funcionamos como biblioteca pública o universitaria; es decir, que no cedemos espacios durante la época de exámenes.
¿Qué pediría a la sociedad en cuanto a la conciencia colectiva del cuidado de las bibliotecas? ¿cree que tienen el lugar que se merecen? Que dejen el estereotipo de bibliotecaria amargada con moño y gafas cutres apoyadas en la punta de la nariz mandando a todos callar. Ni somos un lugar donde aparcar a los críos/adolescentes. Sobretodo que cuiden lo que se les presta, pues otra persona lo utilizará después de usted, señor usuario. Y a los políticos, que inviertan más en los fundamentos de una sociedad.
Estamos por el buen camino pero todavía falta mucho por recorrer; por tanto, no, no creo que hayamos conseguido nuestro lugar. En las crisis los servicios esenciales siempre muestran sus funciones y por qué son necesarios. En la del 2008, se incrementó el número de usuarios.
Durante el confinamiento, estos servicios lo volvieron a demostrar: limpieza, sector alimentario, sanitario, investigación, cultura, etc. No quiero ser catastrofista, pero mi duda se encuentra en la función de las bibliotecas en la era postCovid-19: ¿qué nos depara el futuro, cómo lo gestionaremos?
¿Qué tipo de fondos y colecciones se pueden encontrar en la Biblioteca? Pues los fondos son muy variados, aquí tenéis un resumen:
Biblioteca General que van desde la clase 0-9 de la CDU, son todos los documentos que no hayan formado parte de algún donativo
Biblioteca Guillem Díaz-Plaja: Especializada en literatura
Biblioteca Josep Alsina, especializada en cultura clásica
Biblioteca Eduard Ripoll, especializada en arqueología
Biblioteca de l’Institut d’Estudis Neohel·lènics i Bizantins
Biblioteca de l’Institut d’Estudis Medievals
Biblioteca de Martí de Riquer, especializada en literatura medieval
Hemeroteca
Archivo de la institución
Si tuviera que definir el trabajo de bibliotecario o definir Biblioteca, ¿cómo lo haría? El trabajo de un bibliotecario puede ser muy diverso, es tan variable que no logro encontrar una definición que englobe todos los roles que puede llegar a tener.
Generalizando, nos defino (bibliotecarios, documentalistas y archiveros) como gestores del conocimiento, pero porque al fin y al cabo, tratamos con información.
Por un lado tenemos a los catalogadores que realizan una tarea muy importante ya que sin ellos nuestras bases de datos estarían vacías, no podríamos encontrar todos los documentos sobre una: persona, temática, etc. sin que seguir reglas de normalización que, previamente, ha tenido que redactar otro profesional del sector.
Tenemos al equipo que se encarga de hacer bibliografías, imprescindible para el mundo de la investigación y educación. ¿Y qué haríamos sin los referencistas? Los usuarios estarían perdidos. Luego tenemos los que se encargan de llevar los clubes de lectura, los que hacen llegar la cultura a lugares inhóspitos, los que escriben reseñas de: libros, artículos, etc. Los booktubers, etc. y un sin fin de posibilidades.
Yo siempre describo las bibliotecas como templos, deberían ser lugar de “culto”, me refiero al culto a la lectura; de intercambio y de sabiduría donde todo el mundo es bienvenido, si cumples las normas básicas de convivencia, respeto y educación.
¿Cree que es necesaria la informatización de todos los documentos de una biblioteca para la labor de los investigadores, y público en general que desee consultar un documento? Puede que de todos no ya que implica disponer de un presupuesto muy alto. Por tanto, mi respuesta sería: sí, pero únicamente, de los más interesantes, importantes y/o consultados.
Soy pro movimiento open access, así que al leer la pregunta rápidamente he dicho que ¡SÍ!, pero realísticamente, esa sería mi respuesta. Aunque da miedo, si digitalizamos e informatizamos tanto, por más que piense, ¿qué reclamo podríamos hacer desde biblioteca para llamar la atención de los usuarios una vez digitalizados los documentos? Sé que están saliendo muchos proyectos, pero todo requiere hacer uso de recursos: personal, presupuesto, equipamientos, etc.
¿La Biblioteca tiene página web y redes sociales?¿cree que las bibliotecas deben «modernizarse» en cuanto a redes sociales se refiere? Sí, aunque cambiaría el formato y el diseño. Utilizaría una interfaz mucho más amigable y atractiva, que invitara a saber más sobre la RABL, y donde los enlaces se vieran mejor; así como las imágenes.
La simplicidad y brevedad con la que hemos redactado el contenido de la página del archivo y biblioteca ayudan al usuario a hacerse una idea de la colecciones que almacenamos.
La novedad de este año ha sido el poner a disposición del usuario la base de datos del archivo y el poder consultar parte de la documentación vía online ya que se han digitalizado, de momento, las actas de la RABL.
Es una herramienta imprescindible para los usuarios que quieren consultar nuestro archivo y me alegra que se haya promovido esta iniciativa, poco a poco la RABL se va abriendo ante una sociedad cada vez más informatizada.
En cambio no puede decirse lo mismo de nuestro catálogo bibliográfico. Es cierto que formamos parte del CCUC (Catálogo Colectivo de las Universidades de Cataluña) y esa ha sido una buena estrategia de difusión; aunque el problema és que la información del ejemplar, no se encuentra disponible para el usuario.
Además, si tuviéramos un catálogo en la “nube”, en vez de uno local, durante el período de confinamiento, hubiera continuado con la catalogación retrospectiva. Pero los recursos son los que son, así que hacemos lo que podemos con lo que tenemos.
Creo que deberían modernizarse las del ámbito especializado y educativo. Pues las bibliotecas públicas ya hacen uso de las redes sociales y, sinceramente, lo están haciendo muy bien. Se han adaptado a la perfección y llevan a cabo iniciativas muy creativas y originales que les permiten captar posibles usuarios potenciales.
En el ámbito especializado, en cambio, y por lo que he vivido, he visto que cuesta mucho más abrirse al mundo de las redes sociales. La informalidad y creatividad imperan en el mensaje que se transmite y puede que se crea que no están preparados para ese tipo de “discurso” o estilo.
Recuerdo la vez que estuve haciendo una sustitución de un mes en el IESE Business School donde tuve la oportunidad de participar en la elaboración de la actividad de Navidad de ese año.
No me creerán, pero la idea de crear una postal con el meme de Ned Stark con la frase: “Brave yourselves, Christmas is coming”, parecía como si estuviéramos rompiendo las reglas y la frase: “l@s bibliotecari@s vivimos al límite” apareció de repente en mi cabeza.
Al final todo quedó en una anécdota graciosa y la postal se publicó sin ningún tipo de problema. Soy de la opinión que el toque humorístico y creativo tiene que estar en todos los ámbitos, incluso en el más serio; el reto está en hacerlo con gracia.
Si pudiera cambiar algo del sistema de bibliotecas en España, ¿cuál sería? Esta pregunta no la puedo contestar a la ligera, puesto que me falta información. Se me ocurren tres puntos: catálogos, olvido y acceso y condiciones laborales.
Lo único que se me ocurre, y puede que no sea una gran reflexión, es el tema de los catálogos. Disponemos de múltiples catálogos, algunos desconocidos para el público en general. Más de una vez he visto cómo al usuario se le ilumina la cara cuando lo enseño por ejemplo el Catálogo de las Bibliotecas Especializadas de Cataluña, o el de Rebiun.
Aunque si dejamos que el usuario haga como Juan Palomo, podría suponer una posible extinción bibliotecaria. Además, otro motivo sería que podríamos ahorrar presupuesto e invertirlo en otros proyectos.
Aunque también modificaría la soledad y el olvido que afrontan ciertas bibliotecas. Como las reales academias, junto con las escolares y las especializadas. Creo que el problema es que tendemos a juntarnos con los de nuestra misma tipología de bibliotecas, hacemos nuestros “grupis”; cosa que es absolutamente normal, pero eso puede acarrear consecuencias negativas al resto de bibliotecas, archivos y/o centros de documentación.
Pero como digo, es una reflexión y ésta es mi reclamo al colectivo en general: nuestra profesión abarca más de una especialidad, muchos ámbitos, y deberíamos luchar por disponer de los mismos recursos y condiciones. Al fin y al cabo somos un servicio público para la sociedad.
Y aquí va mi reclamo en particular, me encantaría realizar un proyecto conjunto con las reales academias. Ahí lo dejo.
Y, por lo que respecta al último punto, lo que realmente cambiaría sería todo lo relacionado con el acceso al trabajo y las condiciones laborales. Me voy a crear muchos enemigos con ésto, pero me resulta: absurdo e inútil hacer concursos de oposiciones, crear bolsas para sustituciones, etc.
No acabo de entender por qué hacer un examen cada vez que queramos a acceder a algún puesto de trabajo en administración pública, una vez obtenida la titulación oficial y homologada, lo veo poco ágil y muy costoso.
No es normal que se pida con urgencia cubrir plazas y para que luego se estanque en el proceso de gestión por el mero hecho de preparar todas y cada una de las pruebas, correcciones, escoger tribunal y publicar los resultados. Hay formas mucho más asequibles y rápidas, aparte de que lo veo un sistema muy injusto y de difícil acceso.
¿Qué piensas del trato que se da a la cultura en España?¿y a las bibliotecas? Durante el período de confinamiento tristemente llegué a la siguiente conclusión: el día que la sociedad, en general, y los políticos, en particular, consideren la cultura como una inversión y no un gasto; ese día será el principio del cambio.
Así que ya te puedes imaginar mi opinión con respecto al trato hacia la cultura. Me sorprende puesto que cultura, educación, sanidad e investigación son los cimientos para poder construir una sociedad abierta, sana, formada y con potencial.
Las bibliotecas forman parte del sector cultural; así que no hay nada más que añadir excepto, que tenemos grandes profesionales en el sector que, como he comentado antes, han dado una muy buena respuesta ante la situación caótica vivida desde marzo. En particular, las bibliotecas se han adaptado en tiempo récord ofreciendo acceso a e-books y recursos, como el e-film; y han creado servicios insólitos, como lectura por teléfono, https://ajuntament.barcelona.cat/biblioteques/es/noticia/bibliotecas-cerradas-por-la-covid-19_945907.
Mi gran aplauso para tod@s l@s compañer@s del sector porque habéis demostrado ser un@s auténtic@s cracks y uno de los servicios esenciales ante la situación.
¿Qué opinión le merece Alquibla www.alquiblaweb.com como web de difusión cultural? Sinceramente, y siento decirlo, no conocía este espacio. Pero tenéis una nueva adepta ya que chafardeando he visto que me he perdido muchas cosas y que a partir de ahora, estaré más conectada con el mundo cultural que nunca.
Algo que añadir… Tras esta entrevista, me voy a crear varios enemigos, jaja Ahora en serio, agradeceros la entrevista que me habéis concedido. A pesar del patinazo de la respuesta anterior, tengo que decir que agradezco el hecho de darme voz y opinar sobre la situación actual en el mundo cultural; así como la ayuda que, directa o indirectamente, me habéis brindado para difundir y dar a conocer esta hermosa archivo/biblioteca. Un abrazo enorme desde Barcelona.