Hoy entrevisto a José Luis Pujol, arquitecto y escritor que hoy nos viene a hablar de su libro Ley de Vida. ¿Quién es José Luis Pujol y cuáles son sus sueños? Bueno, yo me definiría como una persona inquieta y polifacética. Me interesa todo lo que tenga que ver con la creación artística, en cualquiera de sus vertientes. Y aunque trabajo profesionalmente como arquitecto, llevo ya años dedicándome también a la pintura y escultura (con más de diez exposiciones individuales a mis espaldas y otras tantas exposiciones colectivas)… y ahora, me he adentrado en el mundo literario con esta mi primera novela titulada “Ley de vida”. Pero lo de la literatura no es nueva para mí. De hecho, escribí mi primera novela con apenas 18 años y una segunda (incompleta) pocos años después. Lo cierto es que siempre me ha apasionado la literatura, y por supuesto la lectura. De hecho, estuve trabajando una temporada como crítico literario para la revista AJOBLANCO y como crítico de arte para la revista ARENAS. ¿Cuáles son mis sueños? Pues… tener tiempo para descubrir lo que aún me queda por descubrir y ánimos para contar lo que aún me queda por contar… bien sea mediante un libro, un cuadro, una escultura… eso sí, junto a mi familia y a los que quiero.
¿En qué momento un arquitecto sintió la necesidad de plasmar sus letras en escritura y que conformara una novela? La verdad es que fui escritor antes que arquitecto, y amé las letras antes que las rayas. Pero también es cierto, que no me planteé escribir una novela.
Realmente todo empezó de manera fortuita, con una serie de relatos breves, muy breves, que escribí para los certámenes de un foro de amantes del piano en el que estaba registrado. (Algunos de estos textos quedaron recogidos en el capítulo de El viaje, un capítulo distinto a todos los demás, un auténtico libro dentro de la propia novela, que se macla con ésta y se desgrana en un clúster de pequeños relatos, que el lector deberá transitar al mismo tiempo que son leídos y comentados por el protagonista, durante un vuelo iniciático junto a la muerte).
La cuestión es que un día se me ocurrió dejarle alguno de los relatos a mi mujer que es una leedora compulsiva, donde las haya. “Están muy bien”, me dijo entusiasmada. “Pásaselos a tu hermano y verás cómo también le gustan”.
Mi querido hermano Jaime es actor, escritor y dramaturgo. Algunos lo conoceréis por el popular papel que durante muchos años encarnó como inspector jefe Casqueiro en la serie de éxito “El comisario”, y por otros tantos papeles que ha encarnado en distintas series y películas. Así que le envié algunos de los relatos para ver qué le parecían, y la verdad es que le gustaron y me animó a que los publicara en una editorial con la que venía colaborando.
Llegó el verano de 2019, y me puse a escribir algunas historias más, con la intención de publicar un pequeño libro de relatos, pero el material fue creciendo y creciendo…hasta que sucedió algo: los relatos empezaron a cobrar vida y a interrelacionarse entre ellos, entretejiendo una estructura narrativa próxima a una novela, que acabaron por configurar esta mi ópera prima que es “Ley de vida”.
¿Qué nos puede contar de su novela Ley de vida? es un título muy sugerente… Por la propia forma en que se gestó, “Ley de vida” no es una novela al uso. Está a medio camino entre la novela y el relato. Como dice mi prologuista Fernando Madueño, es más bien una “no–rela”.
Sus episodios acaban y pueden leerse independientemente, pero la novela va avanzando y los relatos se van encajando en un puzle argumental, pero también temporal, pues la novela no tiene un desarrollo cronológico, sino que va dando saltos en el tiempo hacia delante y atrás, en una especie de nudo gordiano, que el lector deberá desenredar y descifrar.
En cuanto al título que escogí, bien podría ser el título de varios capítulos, en los que los protagonistas se ven abocados al designio (a veces, infortunio) de las leyes de la vida: la enfermedad, la muerte, el paso del tiempo que todo lo marchita…
Pero el título también hace referencia a la condición de “hombres de ley” de la mayoría de protagonistas, en cuanto que abogados, procuradores, secretarios judiciales, jueces… Es un mundo aparte que siempre me ha fascinado, con sus liturgias casi religiosas, un lenguaje arcaico repleto de formulismos, sus “rancios” atrezos…Tiene algo de grotesco, pero al mismo tiempo, una pompa y solemnidad que lo hacen más grotesco aún, y claro… el caldo de cultivo perfecto para una novela.
¿Por qué los lectores tienen que escoger esa novela y no otra para leer? En la última página de mi novela se invita al lector a que envíe sus comentarios a un mail que abrí a tal efecto (leydevida2019@gmail.com). Pues bien, he recibido ya cerca de cincuenta comentarios de mis lectores y otras tantas reseñas en AMAZON y todos los comentarios sin excepción hasta el momento son muy buenos y, en general, reiterativos en sus apreciaciones: que la novela les ha enganchado desde la primera página, que se lo han pasado en grande leyéndola, que les ha dado mucha pena acabar el libro y cerrar su última página…incluso varios lectores me han dicho que querían volver a leerla… (!!). Sin ir más lejos ahora mismo “Ley de vida” tiene una calificación de 4,8 (sobre 5) en AMAZON.
Particularmente pienso que es una novela muy entretenida y variada en los temas que se abordan. Es una obra que permite una lectura más “superficial”, de mero “entretenimiento literario”, pero que también admite una lectura más profunda, para ahondar en los contendidos que se plantean: las redes sociales y las nuevas tecnologías, la vida y la muerte, la herencia genética, el origen y el destino, la amistad y el amor, la traición y la culpa y por supuesto…el castigo. Una novela seria cuando tiene que ponerse seria, pero a la vez divertida y, -lo advierto- a ratos… muy gamberra. Una novela en la que hay todo tipo de historias y géneros: comedia, tragedia, aventura, thriller, amor, cuernos y contracuernos… hay hasta un capítulo porno duro (titulado “Poderosa Afrodita”), jeje…
Por otra parte, es una obra muy “cinematográfica”, en la que el lector tiene la sensación de estar visualizando una película (es otro de los comentarios recurrentes que he recibido de mis lectores). De hecho, “Ley de vida” podría ser perfectamente la primera temporada de una serie televisiva, una de esas series en la que los capítulos se cierran. Si no te gusta un capítulo, puedes pasar al siguiente y no perderás el hilo argumental…pero, la verdad, aún no sé de nadie que se haya saltado ningún capítulo…porque todos ellos tienen algo de sorpresivo.
En definitiva: una novela en la que se puede leer el drama con una sonrisa en la boca, redactada con una prosa ágil y desenfadada, en la que no hay narración superflua, ni descripciones innecesarias, y en la que la línea argumental avanza con la precisión de un relojero suizo… o quizás de un abogado
¿Podría compartir un fragmento de la novela con los lectores de Alquibla? La verdad es que me ha resultado difícil seleccionar un pasaje que no desvelara el secreto de ninguno de los capítulos, pero creo que este puede servir:
“Volvió a casa sola, revisando los adoquines húmedos del paseo y reflexionando sobre todo aquello e imaginando cómo hubiera sido una vida junto a aquel pintor bohemio, en medio de la selva…como en una película en rojo y negro.
Aquella noche soñó de nuevo con la fiesta de graduación, veinticinco años atrás…Soñó que eran jóvenes de nuevo, que se acercaba a Gonzalo, que él la abrazaba y la besaba. Soñó que Marta no conseguía entrar en la fiesta y se marchaba para siempre, y que ellos acababan haciendo el amor en el Colegio Mayor…para empezar una nueva vida juntos.
En el sueño no aparecía Marcos, ni por supuesto se acostaba con él, en un deplorable estado de embriaguez…Es lo que tienen los sueños, que a veces faltan a la verdad, sin que deba por ello concluirse…que son mentira.
Durante los días siguientes, Martina coincidió en un par de juicios con Marcos. La trató con indiferencia, como si apenas se conocieran, a veces incluso con cierta displicencia, rozando el desacato.
Debía estar aún molesto por aquella cena fallida, por aquel despliegue estéril, por el lucro cesante de una noche de cierre en el restaurante, pero…era mejor así.”
Aunque quizás la sinopsis de la contraportada dé a los lectores una imagen más general de la novela:
“Esta es la historia de tres amigos -Gonzalo, Roberto y Marcos- en la encrucijada de sus vidas, donde se pondrá a prueba su amistad, su lealtad, su futuro y su pasado…en una lucha contra la enfermedad, contra el olvido, contra el engaño y contra la pérdida de identidad.
Pero Ley de vida es mucho más que eso: la historia de un hijo que no quiere morir antes que su padre, la de un perro que atiende a la llamada de la naturaleza, la de un marido que quiere mantener viva a su difunta esposa, el relato de un hombre que quiere suicidarse, el de un viudo que busca a la mujer de su vida, el thriller sobre unas cenizas robadas, el encuentro inesperado con la diosa del amor, un artista en busca de su cuadro, un viaje iniciático junto a la muerte, el cuento de dos niños jugando en un tren, un asesinato entre las flores, el relato de un niño con piel de cordero y otro con garras de lobo, de un hijo que pierde a sus padres, y de una hija que los encuentra, la crónica de una vieja fotografía, de un castillo de naipes que se desmorona, la carta póstuma de un padre a su hijo, la historia de un tiburón y cuatro bogavantes que intentan volver al mar…pero sobre todo, la búsqueda de una vida mejor.
Sin duda una obra divertida y trágica por partes iguales, controvertida y políticamente incorrecta, profunda y banal, amena y fácil de leer. Una narración inclasificable, a medio camino entre la novela y el relato, que sin duda atrapará al lector desde su inicio, con el magnetismo y el brillo de sus páginas.
Todo esto y mucho más… es Ley de vida”
¿Cuál es su forma de trabajar a la hora de sentarse a escribir una novela? ¿realiza un esquema primero y se sienta a escribir conforme le van viniendo las ideas? Siempre que me sentaba a escribir un nuevo capítulo de “Ley de vida”, tenía clara la idea general que quería desarrollar y lo que perseguía. Pero lo cierto es que, cuando empezaba a escribir, entraba en una especie de trance en la que yo mismo me convertía en un espectador/lector más, y en el que los personajes adquirían vida propia y eran capaces de toman sus propias decisiones, alterando mis ideas preconcebidas para el desenlace.
A veces tenía la sensación de que, más que de escritor, era una especie de demiurgo literario, que simplemente establecía las reglas del juego, y luego dejaba que las cosas sucedieran ante mis ojos, de forma lógica y natural (naturalmente enrevesada, claro está).
¿Con qué dificultades se encuentra un escritor a la hora de ver publicada su novela? ¿es difícil que una editorial se fije en una novela en particular con todas las que llegan hoy día a las editoriales? Bueno, con esta mi primera novela, he tenido la suerte de que mi hermano acabara de publicar con esta misma editorial y me haya dado “la alternativa” y facilitado el primer contacto. Obrapropia es una editorial de autoedición que está sacando su propia línea editorial, y la verdad es que, en cuanto leyeron mi novela, me dijeron de inmediato que querían publicarla.
Debo reconocer que, con las buenas críticas que está recibiendo la novela, a veces me planteo si no debería haberla presentado a algún certamen, no tanto con el objetivo de ganar, sino para intentar despertar el interés de alguna editorial más “reconocida” y sobre todo, con mayor difusión… pero bueno, lo cierto es que no tengo más que palabras de agradecimiento para la editorial OBRAPROPIA, que han demostrado una gran profesionalidad y una paciencia infinita en los trabajos de maquetación y sobre todo durante las correcciones finales, que han sido agotadoras.
¿Cuál es su mayor triunfo como arquitecto? ¿y cómo escritor? Si tuviera que definir la arquitectura o la literatura en pocas palabras, ¿cómo lo haria? ¿podrían tener algún nexo de unión? Lo cierto es que llevo más de 25 años trabajando como arquitecto y apenas unos meses en el mundo literario, por lo que la comparativa sería desigual, jaja…
La arquitectura también puede ser una manifestación artística, pero está mucho más mediatizada que la literatura…pues dependes de un promotor que paga y decide, de un constructor que ejecuta los trabajos, de unas normativas urbanísticas y técnicas que limitan tu creatividad… Son demasiados obstáculos los que tienes que salvar como arquitecto para llegar a tu obra acabada, y a veces, el resultado final dista mucho de lo que proyectaste sobre el papel. La pintura, la escultura, la literatura… en cambio, son actividades artísticas mucho más “libres”, en las que puedes decidir el camino a seguir, sin interferencias de terceros ni normas impuestas.
Por mi vinculación con el mundo del arte estoy particularmente satisfecho con algunas reformas que he realizado de varias galerías de arte (en alguna de ellas tuve luego la ocasión de exponer) y con algún concurso de arquitectura que he ganado y he podido materializar. En literatura en cambio soy un autor novel…veremos si “Ley de vida” acaba siendo un “triunfo”, jaja…
En cualquier caso, creo que mi novela tiene más puntos en común con mi obra artística, que con mi obra arquitectónica. Sin ir más lejos, mi última exposición “Teoría de cuerdas”, estaba integrada por una especie de esculturas colgables, unas estructuras filamentosas que se anudaban entretejiendo nudos. Aquí podéis ver algunas de estas obras:
En este sentido también “Ley de vida” tiene una estructura anudada, rizómatica, que se extiende entre los márgenes del libro, tejiendo una estructura literaria y argumental…Hay capítulos como “Principios de reciprocidad”, que se van enredando como una madeja, para luego desenredarse con un desenlace inesperado (El castillo de naipes).
Ahondando aún más en esa relación entre mi novela y mi obra artística, hay otro episodio titulado “El cuadro”, que está inspirado en la historia real de una de mis obras, y en el que hago un homenaje al que fue mi maestro en este campo: el pintor uruguayo Jorge Pombo, E.P.D.
¿Tiene proyectos en marcha con la escritura? ¿piensa seguir escribiendo? Si, esto no ha hecho más que empezar. De hecho, estoy ya con mi segunda novela. Va a ser una novela de intriga “no al uso”. Pero no puedo contar más…me debo al secreto profesional y a la Ley de protección de datos, jajaja…
Mi hermano me ha propuesto igualmente escribir el guion cinematográfico de uno de los capítulos de “Ley de vida” (concretamente del primer capítulo titulado “Cálculo elemental”, que es uno de mis favoritos) y lo estoy sopesando… Es un mundo desconocido para mí, pero la verdad es que me apetece el reto… Quién sabe, a lo mejor un día acabamos formando un tándem a lo “Hermanos Coen”… por soñar, que no quede.
¿Qué nos puede contar de sus colaboraciones como crítico literario en la revista Ajoblanco? Bueno, son episodios de mi vida que recuerdo con añoranza. Fue durante mi época dorada de estudiante de arquitectura en Barcelona. Recuerdo que cada mes me daban una caja repleta de libros para leer. Podía escoger el que quisiera, fuera del autor y la editorial que fuera, y hacer mis críticas con absoluta libertad… y la verdad es que era un crítico muy duro. Espero que la crítica no sea tan cruel y despiadada con mi novela, jajaja…
¿Qué piensa del trato que se da a la cultura en España? ¿y a las bibliotecas? Creo que hay sectores que no pueden dejarse a la iniciativa privada, porque son elementos estructurales de la sociedad en la que vivimos. Y pienso que la cultura es y debe ser uno de los pilares esenciales de nuestra sociedad. Porque no se trata únicamente de preservar el patrimonio cultural que atesoramos, sino que conseguir personas libres y con suficiente capacidad crítica para desenvolverse en este mundo en que vivimos, cada vez más lleno de trampas que te adormecen el entendimiento… y para eso, hace falta leer y leer mucho.
Pienso que también las bibliotecas precisan de más ayudas y dotación económica, pero creo que, con el tiempo, las bibliotecas deberán reinventarse, al igual que están haciendo las librerías, para convertirse en centros y motores de actividad cultural y centros de servicios. Estoy convencido que las bibliotecas del futuro poco tendrán que ver que las que conocemos… y deberán adaptarse a las nuevas tecnologías y los nuevos retos que aún están por llegar.
¿Qué piensa de Alquibla www.alquiblaweb.com como página de difusión de la cultura? La verdad es que el trabajo de Alquiblaweb me parece fantástico, principalmente en su vertiente literaria. La posibilidad de dar voz a escritores noveles creo que no tiene precio, pues permite acercar al lector, autores y obras que difícilmente llegarían a conocer.
Pero indudablemente, el éxito de esta web es el motor que hay tras ella, alimentándola día a día, con su trabajo y dedicación personal…. Así que, mi más sincera enhorabuena y mis mejores deseos para que Alquiblaweb siga creciendo y siga hablando.
Algo que añadir… Bueno, ya que “yo he venido aquí a hablar de mi libro” (jajaja…), me gustaría compartir con vosotros el comentario que me envió un escritor y crítico local, al que conozco y admiro, en cuanto acabó de leer mi novela “Ley de vida”:
“Hola Jose Luis. Acabo de terminar de leer tu libro y te quería decir, en seguida, que me ha parecido extraordinario. Es buenísimo, buenísimo!!! Me ha entusiasmado, lo he leído sin poder parar, y cada vez más maravillado de su ritmo, su estructura alambicada pero magníficamente elaborada, las secuencias brillantes, con una imaginación narrativa envidiables…en fin, que estoy absolutamente maravillado. Mi más sincera enhorabuena. Creo que es el mejor libro que he leído en este 2019 que está a punto de acabarse “