Jesús Lorenzo Aguilar (Badajoz, 1963) es abogado, mediador e investigador en el ámbito de la Mediación y del Derecho. Actualmente es director general de ASEMED (Asociación Española de Mediación).
«Toda mis novelas tienen moraleja, y una de ellas es que el esfuerzo normalmente se ve recompensado, pero no siempre».
¿Quién es Jesús Lorenzo Aguilar y cuáles son sus sueños? Bueno, como ya te he contado, soy un humilde mediador y abogado que ha dedicado su vida a la resolución de conflictos en la sociedad. Hace ya muchos años que me di cuenta que el modelo de la confrontación está superado y se deben resolver los conflictos desde la perspectiva de la cultura de la paz, que es a lo he consagrado mi vida estos últimos años, como Director General de la ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE MEDIACIÓN, en la que también dirijo su Escuela de Mediación.
¿Cómo un abogado un día siente la necesidad de ponerse a escribir una novela? Los abogados vivimos a veces vidas de novela. Estamos inmersos en historias que, muchas de ellas, serían el argumento de una magnífica novela.
Por eso, en mi caso, desde muy joven sentí esa necesidad de plasmar algunas de las historias que he conocido en mi desarrollo profesional, aderezando hechos reales con otros imaginarios, cuyo producto es cada una de mis novelas.
¿Qué nos puede contar de su paso como director de ASEMED? ¿Cree que escribir le hace desconectar de su trabajo diario? Claro, escribir para mi no es solo un entretenimiento, que lo es, sino que también es una verdadera necesidad que debo realizar con regularidad, pues serena mi alma. Me hace ver la vida con otros ojos, y me acerca a la realidad de otras personas, pudiendo sustituir el alma de cada uno de los personajes que aparecen en mis obras.
¿Qué nos puede contar de su última novela El príncipe de Rif: un héroe en Ifni y cuánto tiempo tardó en escribirlo? ¿Podria compartir un fragmento de la novela con los lectores de Alquibla? El Príncipe del Rif es un tributo a los hombres y mujeres que vivieron la posguerra y que sufrieron mucho. En aquellos años, España aún tenía territorios coloniales y eran, a todos los efectos, provincias españolas con ciudadanos de distintas etnias y religiones.
En esa labor, la administración de esas colonias hizo que los poderosos hicieran que se vertiese mucha sangre de españoles, tanto de la metrópoli como de los propios territorios indígenas, y esta novela es un recordatorio a aquellos esforzados hombres y mujeres que llevaron a cabo una magnífica labor en la mayoría de los casos.
Todavía me cuentan algunas personas que vivieron en Ifni en los años 50 y 60 que era una sociedad maravillosa, integradora y en paz.
En cuanto al fragmento que me pides, que mejor que recordar el nacimiento del protagonista, Emmanuel Aguirre:
1.- MI NACIMIENTO
Hoy después de casi ochenta años en este cuerpo prestado, desde el sosiego del desamor, he sentido que mi mente, por fin, acepta su destino.
Mi caso es raro, siempre me lo dijeron, aunque hasta este momento de mi vida no he podido ver -como la claridad que una luz en un bosque nocturno te ofrece- que siempre me he sentido mujer. Una mujer nacida en un cuerpo de hombre, pero en el que, sin embargo, nunca sentí una emoción desagradable, tampoco tristeza o depresión1 por estar dentro de aquel bello cuerpo que la naturaleza, o Dios, me había regalado.
Yo -desde mi punto de vista- siempre me sentí atraído por el sexo opuesto, en este caso, por los hombres, ya que me sentía mujer.
Nací en aquel oscuro invierno de 1936, mientras las bombas republicanas rompían los cristales de nuestra casa, en presagio de lo que el futuro me deparaba: una continua reposición de cristales rotos en el edificio de mi vida.
A pesar del ruido, no lloré, quedé silenciosa, mimetizada, ante el amenazador ambiente que el ruido de sirenas y explosiones me presentaba en la primera imagen que del mundo presenciaba.
En aquel lío de bombas, de baños con agua tibia, paños y poca luz, nací yo.
¿Hay parte de autobiografía en sus novelas? ¿Qué es lo que desea transmitir en ellas y a qué tipo de público va dirigido? No, hay experiencias de otras personas que he conocido a lo largo de mi vida y de mi desarrollo profesional.
Mis novelas van dirigidas a las personas que le gusta la novela negra, el oscuro mundo del espionaje, donde las lealtades son confusas, donde no hay buenos o malos, si no personajes que son ambas cosas, dependiendo del momento que les toca vivir.
Todas mis novelas tienen moraleja, y una de ellas es que el esfuerzo normalmente se ve recompensado, pero no siempre. Y que los poderosos siempre intentan sacar ventaja a costa de lo que sea.
Si tuviera que quedarse con un escritor que haya marcado su vida, ¿con quién se quedaría? Tal vez Eduardo Mendoza y Pérez Reverte. Son muy distintos, pero si los mezclas se hacen muy interesantes.
¿Cree que es difícil hacerse hueco en el mundo editorial? Es muy, muy difícil. Yo escribo libros de mediación, derecho y novelas, y a este último modelo literario es el más difícil de llegar. Para que un novela llegue a muchos lectores es necesario hacer una gran difusión publicitaria, por que se compran por el nombre del autor, no por su contenido.
Los grupos editoriales importantes lo saben, pero son inversiones muy importantes que no se pueden realizar a cualquier autor, solo a los mediáticos. Todo ello hace que o eres famoso o es difícil vender muchas novelas.
¿Cuál es su lugar favorito para ponerse a escribir? ¿Cuál es su método? Me lo preguntaba Ildefonso Falcones en la presentación del Príncipe del Rif hace un par de meses. Yo tengo un sillón, tipo inglés, en el que escribo, con el ordenador sobre las rodillas en un entorno tranquilo y acogedor.
En cuanto al método. Debo reconocer que no tengo ninguno. Eso sí, estudio mucho la sociedad que envuelve a mis personajes, los países y costumbres.
¿Qué piensa del trato que se da a la cultura en España?¿y a las bibliotecas? España es un país culto. Yo creo que también nos quejamos demasiado de todo, y siempre miramos al papa Estado para que se nos arregle todo.
Por eso me gusta la cita “No preguntes qué puede hacer tu país por ti, sino qué puedes hacer tú por tu país” , que pronunció John F. Kennedy en su investidura como Presidente de EEUU.
Yo visito las bibliotecas (tengo el carnet de investigador de la Biblioteca Nacional, por ejemplo) y me parecen estupendas, y cualquier pequeño pueblo dispone de una. Aunque se deberían utilizar para que los autores menos conocidos tuvieran también su obra en ellas, ya que las que se adquieren son, en el caso de las novelas, la de los escritores más mediáticos.
¿Qué piensa de Alquibla www.alquiblaweb.com como página de difusión cultural? Me gusta tu página. Como el significado del título de tu web, es un punto en el horizonte de la literatura al que los autores y lectores deben mirar para conocer las novedades literarias que se producen.
Yo también rezare a las Diosas Sedantes, las que inspiran las actividades artísticas, para que sigas difundiendo las obras de todos lo autores y se las presentes a los lectores, en un contacto íntimo, como el que propones en tu web.
Algo que añadir… Darte las gracias por tu tiempo y por la pasión con que realizar tu labor.
Jesús Lorenzo Aguilar
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