Eduardo Aguiar nació en Vigo (Pontevedra) en 1974. Creció rodeado de libros y cómics, siendo especialmente influenciado por sus ídolos, Stan Lee y Víctor Mora. Ya en el colegio se dedicaba a vender a sus compañeros y profesores fotocopias grapadas de historietas que él mismo se encargaba de dibujar y guionizar.
Años después, puso en marcha —bajo el pseudónimo de Jonathan Striker— el popular blog The Mystic Bubble, centrado principalmente en la crítica de cómics y el cine de culto, que compatibilizó con su papel de guionista del webcómic semanal La Patrulla Vengadora (cobra cien dólares la hora), una sátira caricaturesca y mordaz acerca del mundillo superheróico. Más tarde creó también el blog Hablemos de Spider-Man —su personaje fetiche por excelencia—. Hasta que decidió dar forma a una idea que llevaba largo tiempo rondando por su cabeza, escribir su propia novela: La espada de los druidas, primera parte de la saga «Las Crónicas de Vulcania».
¿Quién es Eduardo Aguiar y cuáles son sus sueños? Si me permites parafrasear a mi tocayo Luís Eduardo Aute (a quien por cierto tuve el gusto de conocer personalmente), te diré que “me dice el corazón, que no soy de este planeta, que caí de algún cometa, fuera de circulación; o acaso sea un clon, de algo así como un salvaje, que articula algún lenguaje de una extraña dimensión…” En otras palabras: un tipo bastante irónico, al tiempo que melancólico. Hay quien dice de mí que también soy un tanto excéntrico… y probablemente tengan razón.
Mi sueño es llegar a ser reconocido como un autor de prestigio.
¿Desde qué momento supo que quería dedicarse a la escritura? No es que fuese algo consciente, más bien fue algo innato, como comer o respirar; simplemente escribía. De niño fui un pésimo estudiante, y sin embargo, destacaba ampliamente en los trabajos de redacción. En el colegio ya vendía historietas a compañeros y profesores que yo mismo me encargaba de dibujar y guionizar. Mäs tarde fui cantautor y ahí sólo escribía en verso, es decir, las canciones que yo mismo componía (de ahí lo de mi relación con Aute). Pon en Youtube “De bar en bar” de Jonathan Striker y podrás oírme cantar una de mis propias composiciones. Posteriormente dejé la música y fue cuando inauguré el blog The Mystic Bubble, centrado en el mundillo del cómic, el cine de culto y demás frikadas.
¿Por qué firma sus libros bajo pseudónimo? ¿Qué nos puede contar de su faceta como dibujante? Eso no es exactamente así. Con pseudónimo sólo escribí (aparte del blog) el webcómic semanal “La Patrulla Vengadora (cobra cien dólares la hora)”, una sátira mordaz y caricaturesca sobre el mundillo superheróico que aún puede encontrarse fácilmente en internet. Fue un tema de anonimato premeditado en una época especialmente convulsa (familiarmente hablando). Simplemente no me apetecía que ciertos parientes plastas me siguieran la pista en internet. Pero que conste que el libro va a salir con mi nombre real: Eduardo Aguiar. ¡Y a mucha honra!
En cuanto a mi faceta como dibujante… es verdad que tengo ciertas facultades para el dibujo, no lo niego, pero a mi juicio no tantas como para seguir el consejo que me dieron ciertos miembros de mi entorno para que dibujase algunas ilustraciones para el libro. Sinceramente, no me creo tan bueno como para eso.
Tiene un blog llamado Hablemos de Spider-Man…¿Qué nos puede contar de él y qué tipo de persona puede acceder a él?¿qué es lo que nos vamos a encontrar en el mismo? Desde que tengo uso de razón soy un acérrimo apasionado de Spider-Man (fíjate que tengo toda la colección, y estamos hablando de más de 1.200 ejemplares, entre colecciones satélites, mini-series y demás pesca). Por desgracia, la reciente creación del dominio web con el que pretendo promocionar el libro me ha obligado a dejar el blog arácnido un poquito “a la deriva”.
¿Qué nos puede contar de su novela La espada de los druidas y por qué los lectores tienen que escogerla para leerla? ¿Con qué personaje se queda de la novela? Os cuento la sinopsis “oficial” que irá en la contraportada:
“En una época antediluviana, cuando los continentes aún no se habían separado y todavía formaban una gran masa de tierra llamada Pangea, esta se hallaba habitada por un buen número de criaturas, aunque muy diferentes entre sí: unas eran seres grotescos y monstruosos; las otras eran razas inteligentes, diseminadas en un puñado de reinos colindantes.
Una de estas razas era muy similar a la del ser humano actual, y había alcanzado un nivel de desarrollo semejante al de nuestra Baja Edad Media. En una aldea remota de este reino viene al mundo un niño con una extraña marca de nacimiento en mitad del pecho; es la señal del Elegido, también conocido como Hijo del Dragón: un personaje que —según las antiguas profecías— deberá enfrentarse un día a las Fuerzas de la Oscuridad que asolarán Vulcania, el reino al que pertenece Madox, nuestro protagonista.
Sin embargo, el muchacho crece en la ignorancia absoluta del papel que el destino parece tenerle reservado. Hasta una noche en la que sucede algo inesperado que lo conmina a dirigirse por vez primera a la capital, donde —con más pena que gloria— descubrirá el «sendero» que el azar parece haber trazado para él.
En su aventura no estará solo, pues poco a poco irán sumándose una serie de variopintos personajes totalmente trascendentales para su sorprendente viaje —tanto físico como interior—, en pos de un amuleto perdido de cuya recuperación depende la salvación o el hundimiento definitivo del reino de Vulcania: ¡la mítica espada de los druidas!”
Yo creo que cualquier lector (a partir de 15 años hasta cualquier edad superior) puede disfrutar enormemente de La Espada de los Druidas si su corazón aún alberga un rinconcito para la fantasía. Es una historia ágil, fluida, que no se detiene en soporíferas descripciones y en la que no dejan de ocurrir cosas constantemente. Yo la compararía a un viaje en la montaña rusa, con subidas y bajadas vertiginosas, curvas de infarto y velocidad desmedida. Además, si las ventas y la crítica acompañan, habrá una secuela (la saga en su conjunto se llama Las Crónicas de Vulcania). Ahora mismo llevo ochenta y tantas páginas escritas de esa posible secuela. Del público dependerá que vea la luz o se quede para siempre en un cajón durmiendo el sueño de los justos.
En cuanto a lo de que con qué personaje me quedo de la novela, supongo que debería decir Madox, su protagonista. Un humilde jovencito de provincias que trabaja como leñador, y al que el destino le tiene preparado un viaje (tanto físico como interior) que lo convertirá en un héroe prácticamente mitológico. Esa, en gran medida, es la montaña rusa de la que os hablé.
¿Podría compartir con los lectores de Alquibla un fragmento de la novela? Por supuesto, ahí va un pequeño fragmento: Crónica de Sherek, Escribano y Cronista Mayor del Archivo Real de La Magna Corte de Vulcania, referente a las proezas verídicas de Madox de Xhitaria, más conocido por los sobrenombres de el Elegido e Hijo del Dragón:
Tras una vida larga y buena, puedo sentir con toda claridad desde el fondo mismo de mis huesos como el trayecto toca irremisiblemente a su fin; las fuerzas me abandonan poco a poco, y si bien mentiría si afirmara que le temo a la última travesía, esa de la que no hay retorno -si no es invocando a ciertas fuerzas oscuras, cuya simple mención me repugna-, no cabe sino confiar en tratar de resistir un poco más.
La conciencia me grita que no puedo permitir que mis días se extingan sin coger mi vieja pluma, aunque no sea más que una última vez, en afán de verter en este escrito lo que en justicia merece ser contado; para que no muera conmigo… ¡Porque no debe morir conmigo!
En estos caóticos tiempos, producto inevitable de la abundancia y el tedio que trae aparejados consigo una paz tan prolongada, sé muy bien que mucha gente, quizás demasiada, empieza a dudar que las fantásticas gestas que tradicionalmente se atribuyen a los héroes de antaño hubieran sucedido un día más allá de los polvorientos legajos que recogen sus aventuras: las confunden con mitos; las consideran meras alegorías y, por ende, las despojan de cualquier valor.
¡Krabhast Divino…! ¡Si supieran cuán errados están esos pobres necios…!
Este es el verdadero motivo que me acucia a perpetuar en este manuscrito las sorprendentes hazañas del más extraordinario de aquellos héroes: el gran Madox de Xhitaria, también llamado por muchos el Elegido y por otros Hijo del Dragón, quien con el tiempo llegaría incluso a Señor de Vulcania y a quien Jaleth -el hermano de mi bisabuelo, entonces poco más que un niño- tuviera el honor de servir fielmente como escudero, ya en la senectud del adalid, y hasta el fin de sus gloriosos días.
Sé que no seré el primero en acometer la compleja tarea de tratar de recopilar sus andanzas, ya que mi propio antecesor en el cargo, el buen Yuri, escribió profusamente sobre ellas en sus célebres Cantares Heroicos, tan arraigados entre el populacho, sobre todo por la gran cantidad de juglares que los difundieron en innumerables plazas, calles y tabernas a lo largo y ancho del reino. ¡Tanto es así, que yo mismo podría recitar ahora mismo de memoria la mayoría de sus estrofas! Y aunque en modo alguno sea mi intención venir a poner en entredicho su indudable valía como aportación lírica, he de decir que -en virtud de ciertas concesiones a la fábula que parece presentar en algunos pasajes, así como por los «sutiles» ejercicios de autocensura que he podido detectar en otros- me sentiría muy honrado de poder aportar mi propia versión de los hechos; una versión lo más limpia y honesta posible, narrada desde la más absoluta de las humildades y, en consecuencia, contraria a deleitarse en los innecesarios artificios que, por desgracia, tan a menudo suelen acechar agazapados entre los grandilocuentes ecos de las antiguas leyendas.
Por tanto, y tal y como la tradición oral la trajo mis oídos, así os relataré yo a vosotros su auténtica historia en esta crónica desesperada, probablemente la última de mi vida. ¡Ruego al Divino Krabhast que tenga a bien concederme el tiempo necesario para culminar tan ambiciosa misión! Sólo entonces, y no antes, podré descansar en paz…
¿Tiene presencia en redes sociales?¿Cree que perjudican o ayudan a difundir la cultura? Estamos a punto de configurarlas para la web promocional. Y sí, creo que -bien usadas- pueden ayudar muchísimo a difundir la cultura.
¿Piensa seguir escribiendo?¿Tiene proyectos en marcha?¿Alguna anécdota que contar? Como decía un poco más arriba, ahora mismo me encuentro trabajando en la secuela de La Espada de los Druidas, repito, en lo que espero que conforme una saga titulada Las Crónicas de Vulcania. De momento estoy muy satisfecho de como me está quedando, ya que empieza justo donde termina la anterior (que según la editorial Caligrama estará a la venta hacia mediados de junio).
¿Qué piensa del trato que se da a la cultura en España?¿Y a las bibliotecas? Pienso que el trato que España le da a la cultura (a nivel institucional) es bastante patético. Siento ser tan crudo con mis palabras, pero ante todo, quiero ser sincero. En cuanto a las bibliotecas, me gustaría que hubiese más y mejores.
¿Qué piensa de Alquibla www.alquiblaweb.com como página de difusión de la cultura? Que hace una encomiable labor sirviendo de altavoz a autores nóveles como un servidor, y ayudando a proyectar nuestras obras que, de otro modo, pasarían absolutamente desapercibidas en un mercado que sólo da luz verde a los cuatro de siempre.
Algo que añadir… Sí, que por favor, no dejéis de visitar la web https://www.lascronicasdevulcania.com/ aunque sólo sea para ver el precioso booktrailer de La Espada de los Druidas y leer gratis el primer episodio completo de la obra
Gracias a ti por tu impagable labor. ¡Un abrazo!
Eduardo Aguiar.
Quiero felicitar a Eduardo.
Esta novela fantástica nada tiene que envidiar a Juego de tronos o El señor de los anillos.
Ahora que ya se acabaron estás sagas.
El señor Aguiar nos hace volver a volar con su saga.
Solo darle la enhorabuena a este escritor principiante.
“Ya estoy esperando la segunda parte.”
Un saludo.
Gracias por la aportación. Eva
Como lector beta de la obra, he de decir que es realmente fantástica, te engancha enseguida, y te mantiene en vilo al punto que estás ansioso por desvelar el misterio final, si te gustan los temas fantásticos, de aventuras etc..absolutamente recomendable
La verdad es que me ha sorprendido gratamente. He leído el primer capítulo y me ha dejado con ganas de más.
Como bien dice Marcos López, ahora que nos hemos quedado sin Juego de Tronos, aparece esta saga que, en principio, promete.
Ganas ya de que salga (espero que no decepcione).