Faustino lobato nació en Almendralejo (Badajoz). Con dieciocho años se vino a vivir a Badajoz. A los veinticinco se fue a estudiar a la UCL (Université Catolique de Louvain-la-Neuve) Teología y Antropología. En Bélgica y a través de Monsieur Houtard (catedrático de Sociología) tomó contacto con grupos próximos a la Teología de la Liberación y con escritores libaneses. Durante su estancia lovaniense formó parte de un círculo de escritores cercanos a Kristien Hemmerechts (escritora y profesora en la KUL). También se relacionó con algunos poetas que, en los ochenta, pasaron por la UCL, como André Schmitz, Guy Cabet (poeta y músico) o J. Beaucarne.
¿Quién es Faustino Lobato y cuáles son sus sueños? Un enseñante y, aunque resulte paradójico, un aprendiz de filosofía. Un buscador. Alguien que todavía sueña con lo mejor para los otros y se sorprende de las cosas más sencillas.
¿Desde qué momento supo que quería dedicarse a escribir poesía? Empecé a escribir como algo que me ayudaba a crecer. No pretendí dedicarme a ello. Mi dedicación estaba en enseñar. Ahora que dispongo de tiempo…le dedico mucho más a leer que a escribir. Nunca supe que quería dedicarme a escribir poesía ni tampoco sé cuando comencé a ser consciente que escribir era una aventura, la de hilvanar versos y comunicar lo mejor de mí a los otros.
Sé que en su trayectoria vital ha conocido a muchísima gente, ¿Qué nos puede contar de su experiencia con Francoise Houtard? Con este profesor lovaniense aprendí a mirar la realidad social más deprimente, a analizarla desde la generosidad del compromiso para buscar cauces de solución. Él fue mi profesor de sociología en Louvain-la –Neuve ( Bélgica). Houtard era un ser humano excepcional. Su casa estaba siempre abierta (vivía en el campus universitario). Un hombre de corazón, sencillo, sabio que no hacía alarde de nada tan solo de sonreírle a las dificultades y de mirar lo complejo con esperanza. Fue para mí, en aquellos años de Louvain, alguien más que un profesor era un ejemplo de compromiso que me enseñó a encarar lo difícil teniendo como referencia la fortaleza de aquellos que sufren adversidad. Cuántas veces nos contó sus experiencias en Sirilanka (India). Esto me hizo no mirar para otro lado cuando se trataba de dar solución a las dificultades de los desheredados sociales. Haced varios años que murió, creo que en el 2017, en Colombia donde había fijado su residencia.
¿Por qué se decanta por Miguel Hernández, Juan Ramón Jiménez y Machado? No me decanto por ellos sino que – maravillosamente- ellos forman parte de mi historia literaria. Crecí con ellos en mi adolescencia. Miguel Hernández estaba prohibido por el régimen de Franco y aprendía a leer sus versos a escondidas en los pasillos del Instituto. Juan Ramón Jimenez me enamoró, o mejor fue mi profesora de literatura a mis dieciséis años, la que me hizo ver lo importante que era este escritor. Machado es siempre un referente de buen hacer, de mirada comprometida, de solemnidad en el verso. Ellos están ahí y junto a ellos están otros o se van integrando otros que me ayudan a crecer y a mantener los silencios.
¿Qué es para usted la poesía? Un encuentro con el silencio interior. Una forma de escapar de lo común. La realidad que me devuelve al silencio interior sin tapujos.
Cuando se pone a escribir poesía, ¿pone a la luz su alma? Mejor, mi alma empieza a ser parte de la luz. Es como recuperar el espejo ante el que me desnudo, sin miedos.
¿Qué nos puede contar de la Tertulia de Escritores que han fundado en Badajoz? Junto con otros escritores de la ciudad de Badajoz iniciamos, hace siete años, un encuentro mensual para hablar de literatos y literatura. Un grupo que no tuvo, ni tiene, más pretensiones que la de crecer hilvanado versos, más allá de los cánones establecidos. La Nueva Tertulia Página 72 es un lugar de encuentro, un espacio diferente al que unos pocos accedemos una vez al mes.
¿Por qué su último libro de poemas se llama Rehacer el alba? ¿Qué nos puede contar de su evolución en la poesía? ¿Podría compartir algunos versos con los lectores de Alquibla? Rehacer el alba, es recomenzar, más allá de violencias, en lo positivo. Es una Memoria de las dificultades y decepciones que sufrí en un momento de mi vida. Es la historia de una reconciliación intima, personal. El objetivo esencial de escribir estas Memorias de un Naufragio, que es el subtítulo de la obra, es mostrar que no hay que tener miedo al fracaso. Esto es Rehacer el alba.
Ciertamente, mirando para atrás, desde esta creación, compruebo que he evolucionado en mi forma de escribir.
Ahora, soy capaz de podar versos admitiendo los caprichos del lenguaje.
He evolucionado tomando conciencia que no es fácil comunicar.
Unos versos de Él nombre secreto del agua ( 2016):
Sigo mudo en esta fragilidad
del misterio que me circunda. Los verbos
resisten entre aguas interiores. Ruedan
ebrios de limo.
Quiero regresar al lugar del sueño,
sin alas. Impulso que busca,
en el espejo del agua,
versos prohibidos.
Se oculta el poema en el aliento de las palabras.
Y las estrofas, cantos rodados, se pegan
al ser del verbo, con el anhelo
de darle nombre al agua.
Otros versos de Rehacer el alba. Memorias de un Naufragio (2018):
ES POSIBLE la luz cuando la paciencia de la noche rehace el alba. Es posible la claridad a pesar de sentir el peso de la propia historia, esa levedad de la existencia donde las heridas parecen cerradas, donde los fantasmas y sus infiernos simulan no existir a la vista de todos. Y en esta posibilidad, de cercanas utopías, el albor revela, con insolencia, que no tengo agua en las manos ni palabras en la mirada, sólo silencio ante la agonía de un naufragio permanente.
¿Qué piensa del trato que se da a la cultura y a las bibliotecas en España? Creo que, cada vez más, la cultura no es patrimonio de los poderosos sino que es una realidad al alcance de todos. Y en este hecho las bibliotecas del Estado tienen un papel muy importante. Tener acceso a los libros por parte de todos es hacer que la igualdad sea una realidad. Me alegra que, cada vez más, las bibliotecas sean espacios de iniciativas culturales, refugio de actividades alternativas de fomento de la lectura. Una casa común donde el silencio se impone para hacer surgir la palabra interior.
¿Qué piensa de Alquibla www.alquiblaweb.com como página de difusión de la cultura? Creo que Alquibla es una iniciativa necesaria. Es un espacio de libertad donde puedes encontrar mucho más de lo que realmente buscas. Para mí ha sido una sorpresa agradable e interesante.
Algo que añadir. Mi agradecimiento Eva por darme la oportunidad de expresarme en este espacio y compartir con otros este sueño de las letras