Hoy entrevisto en Alquibla a Rosario Curiel. Una mujer nacida en Lleida que es Doctora en Filología Hispánica por la Universidad de Barcelona. ¿Quién es Rosario Curiel y cuáles son sus sueños? Una niña que se inventaba dragones que le hablaban de mundos futuros y que soñaba con volar. Hoy sigue siendo esa niña: escribe novelas que sirven de casa a todo tipo de visiones y sueña con ser la mejor versión de sí misma.

¿Desde qué momento supo que quería dedicarse a la escritura?  Aunque creé mis primeros textos con tres años (pequeños poemas orales), supe que quería dedicarme a la escritura a los doce años. Por entonces leía (e imitaba) Las flores del mal, de Baudelaire (entre otras obras). Creo que el componente de rebelión que encontré en esas páginas me dio un empuje importante. Desde entonces no he dejado de escribir ni un solo día. Me refiero a dedicarme a la escritura como actividad que genera obra, independientemente de que se edite. Lo de llegar al público es otra historia.

¿Con qué problemas se encuentra un escritor novel a la hora de publicar su novela? Si hablamos de lo que se llama “edición tradicional”, normalmente tienen que ver con la falta de experiencia a la hora de contactar con editoriales y enviar su propuesta o con que hay sellos con el catálogo muy cerrado. De todas formas, esto no deja de ser un tópico: hay personas que han conseguido publicar su obra porque los cazadores de talento han visto su trabajo en redes sociales. Otro problema está en la impaciencia: a veces las prisas por publicar llevan a hacerlo en condiciones económicas adversas (tanto por lo que se refiere a la publicación “tradicional” como a los sistemas de autopublicación, coedición o crowfunding). De hecho, hoy en día se tiene más problemas con la distribución de las obras que con la publicación: hay muchos medios al alcance de todos que antes no existían, pero no siempre se tiene el tiempo para mover los libros.

Debo decir que, en mi caso, he tenido bastantes facilidades para publicar. Cuando El secreto de mi nombre quedó entre las novelas finalistas del Premio Fernando Lara 1996 hubo editoriales que llamaron a mi puerta. Y desde entonces ha sido así: las editoriales han contactado conmigo a lo largo de los años. A veces me he movido yo para buscar algunos sellos y he tenido una respuesta nula o negativa. Otras veces he decidido no publicar porque no veía unas condiciones favorables en algún contrato en concreto. En cualquier caso, he ido sacando a la luz mis obras de una manera tranquila y sin grandes problemas.

¿Qué evolución presenta de su primera novela a esta última? Por un lado, una evolución técnica y de método. Por otro, una mayor autoconsciencia de lo que estoy haciendo. Pero, sobre todo, una mayor libertad a la hora de escribir. Añadiría que lo que he podido aprender de la vida en estos años ayuda a darle algunas capas más de visión de mundo.

¿Cuál es su momento/lugar elegido para ponerse a escribir? Cualquiera. Este y aquí. Escribo a cualquier hora y en cualquier momento en cuanto me resulta posible. Si no tengo las condiciones favorables, me las creo. Me he entrenado para ser capaz de escribir así.

¿Tiene presencia en redes sociales? ¿cree que perjudican o ayudan a difundir la cultura? Sí. Creo que, bien llevadas, ayudan a difundir la cultura. Yo aprendo mucho en redes sociales, e intento contribuir de alguna manera al ecosistema cultural.

¿Piensa seguir escribiendo? Por supuesto. Siempre estoy escribiendo. ¿Qué proyectos tiene en marcha? Ahora mismo, además de llevar adelante la campaña de promoción de La Pasión según Karina Krunz (editada por el Grupo Tierra Trivium) y de una antología en la que he participado (Vuelo de brujas, editada por Apache Libros), tengo un par de novelas (una ya acabada, otra en esbozo) a las que vuelvo entre evento y evento. También soy coguionista de un par de cortometrajes (uno, en promoción; el otro, en fase de escritura) junto al director y actor José Mellinas: aunque me considero fundamentalmente novelista, el género escénico (en formato teatral o cinematográfico) me atrae muchísimo .

¿Qué piensa del trato que se da a la cultura y a las bibliotecas? Pienso que debería ser infinitamente mejor. Hay muchas personas que llevan a cabo una labor inmensa, pero a menudo se olvida en nuestra sociedad que sin cultura (y sin bibliotecas) perdemos lo que caracteriza al ser humano: la construcción de significados para explicarnos y mejorarnos.

¿Podría compartir con los lectores algún fragmento de su libro? Una cita del inicio: Somos música, ritmo, somos caos, somos monstruos que respiran.

¿Qué piensa de Alquibla www.alquiblaweb.com como página de difusión de la cultura? Me parece una verdadera maravilla. Está llena de amor a la cultura, de mimo por los detalles. Es un medio esencial para aprender y disfrutar del mundo de los libros.

Algo que añadir… Muchas gracias por acogerme en vuestra casa.

Entrevista a Rosario Curiel escritora de El secreto de mi nombre
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Editado en Alicante por Eva María Galán Sempere
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