Signo ortográfico (:). Se suele emplear en los siguientes casos: Para separar el antecedente del consecuente: Consecuencias inmediatas de la segunda guerra mundial: hambre y miseria en el mundo
Para separar la oración expositiva de la que desarrolla lo implícito en la primera: el año tiene doce meses: enero, febrero, marzo, etc.
Para separar una proposición general de la explicación que le sigue, a modo de resumen o consecuencia. Inconsecuente, variable, inconstante: así eres tú.
Antes de las citas textuales: Dice Santiago: <<la fe sin obras es una fe muerta>>.
Después de las fórmulas Muy señor mío, Querido hijo, etc. con que se suelen empezar las cartas y escritos similares
También se usan dos puntos después de las expresiones Certifico, Expone, Dice, Hace presente, de certificaciones y escritos, así como después de términos como Vengo en decretar, Fallo, Dispongo, etc. usadas en sentencias, decretos, etc.
LA VERSAL DESPUÉS DE LOS DOS PUNTOS. Aunque la Gramática académica dice <<después de dos puntos se escribe indistintamente con letra mayúscula o minúscula el vocablo que sigue>>, esto no es absolutamente cierto. Lo es en los encabezamientos de cartas, decretos, resoluciones, sentencias, etc. en que se escribe versal después de la palabra o frase con que se abre lo que se explaya, pero cuando a los dos puntos siguen palabras u oraciones separadas por coma, explicativas de lo que se enuncia que se va a decir se usará minúscula. Ejemplo: las exportaciones de Canadá en el año 1950 fueron: trigo, 5000 t; arroz, 1000 t; etc. También se escribe minúscula si a los dos puntos sigue una oración o periodo que completa el sentido de lo anterior. Ejemplo: Una de dos: o yo estoy equivocado o lo está usted. En los demás casos se atenderá siempre a la separación que haya en el sentido entre lo que precede y sucede a los dos puntos.
(Diccionario de tipografía y del libro. José Martínez de Sousa. Madrid: Paraninfo, 1981)