¿Quién es Mar de la Vega y cuáles son sus sueños? Mar de la Vega es pura contradicción. Para empezar es un seudónimo, mezcla de varios personajes de mis novelas, que decidí usar, por una parte porque me gusta mucho más que mi nombre real, y por otra porque al principio quería guardar el anonimato, pero este propósito lo abandoné enseguida. Yo tengo un trabajo serio y lo que escribo… quizá sea más bien frívolo. Quizá no, seguro. Y a veces resulta incluso comprometido por las escenas de sexo explícito que contiene. Pero si hay algo que los autores queremos son lectores y eso sólo se consigue haciendo promoción. Lo del “anonimato” era una tontería, pero es cierto que esta doble identidad es un reflejo de mis propias contradicciones, porque me siento bastante perdida en este mundillo. Mis sueños… lo primero que se me ocurre es que me toque la lotería, por manido que esté, pero es que resuelvo de un plumazo un montón de obstáculos. A pesar de las dudas que tengo y de las decepciones que me llevo a diario con la literatura, mi sueño es publicar todas las novelas que he escrito o estoy escribiendo, y tener lectores que de verdad disfruten con ellas. Claro que con una buena cantidad de lectores ya no tendría dudas… soy pura contradicción, ya lo he dicho.
¿Desde qué momento supo que quería dedicarse a la escritura? Mi vida está hecha de palabras, de escritos, de papeles. Soy licenciada en Derecho y toda mi carrera profesional la he desarrollado en la Administración Pública, en la Generalitat Valenciana; en puestos de responsabilidad en los que he llegado a redactar todo tipo de documentos, incluidas normas jurídicas. Así que escribir, escribo desde siempre; pero claro, no literatura.
La literatura entró en mi vida hace cinco años. En modo escritor, quiero decir, porque como lectora empecé de niña y he leído una barbaridad y casi de todo. Pero hace cinco años, después de otros tantos viviendo para trabajar, llevándome trabajo a casa a diario, incluido el fin de semana, sufrí un cambio de destino no deseado (dentro de la propia Administración) que ya no requería llevarme trabajo a casa. Y entonces descubrí que me aburría, que no sabía qué hacer con el tiempo libre. Pero también descubrí que tenía unas cuantas historias que podía convertir en novelas, y lo hice.
¿Qué tipo de temática escribe y para qué tipo de público? Ay, la temática, este es el tema capital. Lo de los géneros en literatura es horroroso. Dicen que escribo romántico-erótica. Yo prefiero decir que escribo ficción contemporánea con escenas de sexo explícito. En unas novelas hay más sexo y en otras menos. En cualquier caso, son historias protagonizadas por mujeres y ambientadas entre finales del siglo XX y lo que llevamos del XXI. Cuento lo que les ocurre a estas mujeres, en su vida cotidiana, en su trabajo… y, por supuesto, el amor es, junto al sexo, protagonista importante. Como en la vida misma.
En cuanto al público, a mí me encantaría que cualquier adulto, del género que sea, masculino o femenino, fuera lector de mis novelas, pero tengo que reconocer que la mayoría son mujeres.
¿Tuvo problemas a la hora de encontrar una editorial que publicara sus novelas? Pues mi experiencia al respecto es curiosa. Yo empecé en 2013 a intentar publicar: primero a través de un agente literario que no conseguí; después participando en concursos literarios de los que prefiero no hablar. Finalmente me atreví con las editoriales a pelo, y como he escrito tantas novelas empecé a mover cinco al mismo tiempo, de las cuales las dos primeras son demasiado largas.
Los frutos llegaron en 2016 con dos a la vez: la sexta y la decimotercera, mucho más cortas. Con dos editoriales diferentes también. Con estas novelas fue fácil y rápido. Pero las otras siguen sobre la mesa de varios editores (también diferentes). Así que podríamos hablar de unas de cal y otras de arena. En cualquier caso, encontrar editorial, salvo que sólo quieras a las grandes, es la parte más sencilla; vender es lo que cuesta de verdad aun habiendo publicado. El mercado está demasiado saturado.
¿Qué piensa del trato que se da a la cultura en España? Que es abominable, pero no quiero decir mucho más porque sería pura política y ni es el lugar ni por mi trabajo es lo más conveniente. En cualquier caso, una reducción del IVA cultural es urgente, desde luego.
¿Cuál es su lugar preferido para ponerse a escribir? No tengo un lugar favorito. Además, es que mi carrera literaria (si se la puede llamar así) ha sido extraña a todos los niveles, por ejemplo en cuanto a la edad a la que empecé a escribir y la razón por la que lo hice; y la obsesión de los primeros años, que me llevó a escribir sin parar en cualquier sitio, a cualquier hora y viendo la televisión, si se terciaba.
Como resultado de todo esto, tengo unos cuantos manuscritos acabados y registrados; otros acabados sin registrar; otros apenas esbozados y otros más que con muy poco estarían finiquitados. Quiero decir con esto que ahora no escribo con regularidad, me limito a corregir lo que muevo o publico, y a promocionar, que es una actividad ardua y más que importante.
¿Cuántas novelas ha publicado hasta el momento y qué podría destacar de ellas? En mayo de 2016, con la Editorial Egarbook publiqué No pierdas la esperanza, una novela que cuenta la historia de Alejandra, de Álex, una chica víctima de la violencia de género nada típica, nada habitual, que huirá de su marido y se ganará una nueva vida en la cual, buscando una relación sentimental que la haga olvidar a su primer amor conocerá a un hombre aficionado a la dominación. Y tendrá una relación con él, vaya si la tendrá, pero si como mujer maltratada rompía moldes, como sumisa va a ser todavía más atípica.
Se me ocurrió unir lo que para muchos son las dos caras de la misma moneda y que la protagonista femenina, una mujer de armas tomar, se enfrente a ambas como a mí, personalmente, me gustaría que ocurriera en la vida real.
Y en octubre publique con la Editorial Leibros, Casarse por amor está sobrevalorado, protagonizada por Catalina West, una chica de padre inglés y madre española, que cuenta su historia desde el momento en que pierde a ambos en un atentado y decide empezar sus estudios universitarios en Madrid, en lugar de quedarse sola en Londres.
En España se va a encontrar con dificultades económicas y, para resolverlas, con una oferta laboral de lo más particular: casarse con una estrella de la música de fama internacional. Por supuesto, todo esto tiene una razón y mucho que aclarar, pero la boda se celebra, y la novela cuenta algo más de cinco años de tan peculiar matrimonio. Averiguaremos hasta qué punto el matrimonio no es más que un contrato como otro cualquiera, ¿o no es así?
De ambas novelas destacaría que son fáciles de leer, entretenidas y con argumentos originales (al menos en mi opinión); y en ambas encontramos escenas de sexo explícito que en ningún caso resultan repetitivas, aunque sí muy excitantes; que los personajes son atractivos y los finales dejan buen sabor de boca.
¿Ha recibido algún premio por su trayectoria literaria profesional? Todavía no. Pero no renuncio a ello.
¿Tiene proyectos en marcha o futuros? Como ya he dicho, el disco duro de mi ordenador guarda muchas historias, en mayor o menor grado de desarrollo. Y todavía hay unos cuantos manuscritos rodando por otras tantas editoriales. Sobre proyectos nuevos al margen de todo esto prefiero no pensar, porque no me resulta difícil concebir una idea para un nuevo argumento y en estos momentos el tiempo no me da para más.
¿Tiene alguna anécdota que contar? No sé si cuenta como anécdota relacionada con la literatura, pero puedo decir que mi condición de funcionaria de carrera me resulta un hándicap cada vez que voy a llevar un manuscrito al Registro de la Propiedad Intelectual, que es autonómico, depende por tanto de la Generalitat Valenciana y quienes lo atienden son compañeros míos.
No es que nos conozcamos todos, pero dio la casualidad de que de las cinco novelas que tengo registradas, la segunda y la tercera las llevé juntas, un mes de enero, y la compañera que me las recogió se asombró de que llevara todos los papeles necesarios y todo perfectamente cumplimentado. Le dije que era deformación profesional, me identifiqué y charlamos un poco.
No sé si se quedó con mi nombre, o con mi cara, pero dos meses escasos después volví a ir, con la cuarta novela, cuyo título se las trae: Cuando la vida es sexo. El contenido también, por cierto. Era la misma funcionaria y cuando vio el título en el manuscrito se puso visiblemente nerviosa: no acertaba a pasar las páginas y empezó a carraspear y a emitir extrañas toses. Le temblaban las manos, también. Yo reprimía la risa a duras penas. Y estoy segura de que en cuanto salí de allí empezó a leer el manuscrito. Pues tiene telita. Eso sí, esta novela también sigue inédita.
¿Podemos encontrar sus libros en Amazon? ¿Prefiere e-book o papel? No pierdas la esperanza está en Amazon en papel y por fin en digital desde hace unos pocos días; y cuando se publique Casarse por amor está sobrevalorado también estará disponible en Amazon en ambos formatos. Aunque en las webs de las editoriales y en cualquier librería bajo demanda también podrán adquirirse. El papel me encanta; firmar y dedicar un libro es para el autor una de las cosas más bonitas que hay. Pero es cierto que sin versión para e-book no hay verdadera difusión.
¿Qué piensa de Alquibla, https://www.alquiblaweb.com, como página de difusión de la cultura y de los escritores? Tengo que reconocer que hasta hace poco no la conocía, y al visitar la página me han llamado la atención varias cosas. En primer lugar el título, sin duda. Una palabra árabe que significa dirección, pero que ha adquirido un fuerte significado religioso e indica la dirección para orar, La Meca; y son tiempos complicados para tener cualquier tipo de relación con el Islam, todos sabemos por qué.
En segundo lugar me llamó la atención el subtítulo: una mirada al mundo de las bibliotecas. Muy bonito, desde luego, aunque después, al revisar las secciones y las entrevistas, he comprobado que es mucho más amplia la mirada al mundo de la cultura que incluye.
En conclusión, no puedo decir otra cosa más que lo evidente: todo lo que promocione la cultura es bueno, digno de alabanza y de repercusión, que es lo que haré yo en mis redes sociales aprovechando esta entrevista.