Entrevista a Julio Jurado, escritor

¿Quién es Julio Jurado y cuáles son sus sueños? Soy una persona con suerte, vecino de Vallekas (Madrid), donde nací hace 57 años y que aún me cobija. Y digo con suerte porque vivir en un barrio obrero (de clases subalternas como dice la canción) me ha convertido en un tipo desconfiado pero tolerante, un poco imprudente y nada centrado como nos quieren la mayoría de políticos, que sólo buscan en ese centro gente sumisa y poco solidaria con los demás. Mis sueños: quien no reflexiona sobre los sueños que tiene o padece se transforma sin tapujos en una marioneta. Por lo tanto, desconfío de los sueños, porque no sé a estas alturas si son míos o proceden de una educación limitada (¿alienada?) y que, después de tantos años, se hacen tan difíciles de combatir. Prefiero soñar despierto, como un flâneur (paseante) que descubre día a día algo nuevo en que refugiarse. Refugios naturales: la calle y su diversidad; los amigos y los afectos; y los libros, sin estos últimos no merecería la pena vivir.

¿Desde qué momento supo que quería dedicarse a la escritura? Fue un proceso lento, que surgió de la necesidad de transformar un modo de vida. En la escritura encontré esa manera de estar, de sobrevivir a una realidad que no me gustaba demasiado.

¿Qué tipo de temática escribe y para qué tipo de público? Mis textos circundan siempre sobre el ser humano y la cotidianidad de nuestras vidas, temática evidente y universal en la Literatura, y desde ahí reinterpretar esa realidad y transformarla con un espíritu polémico. Y para ello utilizo unas formas de hacer alejadas de la psicología de manual que abunda en la mayoría de escritores y escritoras contemporáneos. Recursos como la exageración, lo grotesco, la falta de lógica, frente a esa realidad adocenada, ramplona. Pero también lo onírico, lo fantástico, o el humor, siempre negro e incongruente, se convierten, para mí, en elementos en los que poder apoyarse.

Sospecho que esta forma de contar, limita el tipo de público al que puedo dirigir mis escritos. Pero no es algo premeditado. Siempre he creído que los lectores son inteligentes y tienen la última palabra, y yo, de escribir como quiero.

¿Tuvo problemas a la hora de encontrar una editorial que publicara sus cuentos? Con el primero, Andar por el aire, comprendí enseguida de qué iba este mundillo poblado de prebendas y favores. En un principio miré alto (algunos comentarios elogiosos de un editor me llevaron a ello), para luego verme despojado, desnudo. Menos mal que siempre hay otros editores que recogen de los arrabales esa literatura que consideran interesante. Con el segundo, El bombardero azul, y como ya estaba avisado, no me sorprendieron las buenas palabras (sólo palabras) que algunos editores me dirigieron. Y otra vez, te encuentras en tu camino con ese editor, en este caso editora (Susana Noeda), que ve algo en ti que se le ha escapado a los otros. Y te pone en el mercado un libro maravilloso, y con unas ilustraciones del pintor aragonés Norberto Fuentes que le dan un valor añadido al libro que nunca hubieras imaginado.

Así que la respuesta a tu pregunta, tras este desahogo voluntario, es que en el fondo no me ha sido difícil publicar viendo la cantidad de autores que saturamos, con nuestro deseo, el mundo editorial. Pienso, muy a menudo, que hay más escritores y escritoras que queremos publicar nuestras cosas, que lectores que compran libros, y me parece que no me equivoco demasiado.

¿Qué piensa del trato que se da a la cultura en España? La primera palabra que se me ocurre es la de “impresentable”. Pero considero que todos tenemos alguna culpa para que la cultura se haya convertido en algo prescindible. Hablar de los poderes fácticos, que nos prefieren incultos, o del aborregamiento natural de la sociedad, que se asume como un privilegio, no me parece ahora necesario.

¿Cuál es su lugar preferido para ponerse a escribir? Siempre lo hago en mi cuarto, un espacio para mí solo, y rodeado de “mis cosas”. En cualquier otro lugar de la casa e incluso fuera de ella, me resulta muy difícil, me limito entonces a tomar notas en algún cuadernillo o libreta.

¿Cuántos cuentos ha publicado hasta el momento y qué podría destacar de ellos? Alguno más de treinta, recogidos en dos libros, pero muchos más los que se han quedado fuera y que no creo que vaya a publicarlos nunca, porque el género cuento en sí es muy exigente y no admite cualquier cosa. Hay por ahí un par de cuentos que tendrán que aparecer en algún momento en unas antologías muy especiales por lo anormal de las mismas.

Como son todos hijos e hijas míos prefiero que sean los lectores quienes los adopten o los envíen a la inclusa.

 ¿Ha recibido algún premio por su trayectoria  literaria profesional? No, alguna accésit o finalista, pero nada relevante.

¿Tiene proyectos en marcha o futuros? He terminado una novela (un año de escritura y 8 meses de revisión) y un texto híbrido, compuesto de pensamientos, ideas, fragmentos, reflexiones, mucho cuento y fotografías y collages del que me siento muy orgulloso y que fui componiendo al mismo tiempo que la novela. Dos obras difíciles, sobre todo esta última, que espero encuentren pronto el cariño de alguna editorial. Y sigo escribiendo, claro, dos proyectos en paralelo, pero es pronto para adelantar ahora si acabaran mereciendo la pena.

¿Tiene alguna anécdota que contar? Hay un barco que se desliza por el aire cuando atravieso la calle de las luciérnagas. Desde la popa, el ciempiés con cabeza de niño me observa, me vigila. Y se ríe. El asfalto empieza a derretirse, y yo me sumerjo en el pensamiento herido mientras contemplo la ciudad adusta y el tajo de la hoja de acero.

¿Podemos encontrar sus libros en Amazon? ¿Prefiere e-book o papel? Andar por el aire, que se publicó también como libro electrónico, sí se puede comprar físicamente y descargar en Amazon al igual que en otras plataformas.

Pero prefiero el papel. Será cosa de la edad, supongo, pero mientras no se extingan las librerías y las bibliotecas, no creo que vaya a cambiar de opinión.

¿Cómo definiría al cuento? Como un género literario imprescindible y quizá más auténtico que otros por ser bastante más respetuoso con el lector en su extensión e intenso e inesperado en su realización. Casi siempre, al menos. En lo demás, cada uno tiene su propia teoría del cuento.

¿Qué piensa de Alquibla, https://www.alquiblaweb.com, como página de difusión de la cultura y de los escritores? Es un lujo para aquellos que necesitamos de la cultura que páginas como Alquibla estén a nuestro alcance para sustituir de algún modo la más que deficiente presencia de lo “artístico” en los medios de comunicación habituales. Es de agradecer siempre la visibilidad que nos ofrece una página cultural como la suya. Y muchas gracias por esta invitación que espero aporte algo de interés a sus lectores.

Algo que añadir… Bueno… Nuestra escritura debería encontrar sin esfuerzo sus raíces en esa falsa conducta que nos aliena y acorrala. Pero se hace ya necesario que las palabras se conviertan de una vez por todas en panfleto de nuestras propias ideas. Maldigo ahora a quien mira con simpleza hacia el otro y piensa que no es posible cambiar nada. Pido perdón por este añadido, pero el día 26 de junio hubo elecciones y hoy me encuentro un poco deprimido.