¿Quién es Anna María Ballester Bohn? Lectora, escritora, devoradora de películas y series y, a veces, de patatas fritas. Fan de redes sociales de todo tipo. Yogui de andar por casa. Bibliotecaria por accidente y por vocación.
¿Qué cargo ocupa en la Biblioteca en la que trabaja? Desde Febrero de 2015 soy la directora, antes fui coordinadora de proyectos, y antes aún, auxiliar de préstamo.
¿Qué funciones desarrolla en su lugar de trabajo? En la biblioteca coordinamos los fondos presenciales y de préstamo, toda la oferta digital del Goethe-Institut, incluyendo páginas web, proyectos digitales y redes sociales, cooperaciones bibliotecarias de diversa índole, y proyectos orientados a la difusión de la literatura y la cultura alemanas, como ayudas a la traducción, presentaciones de libros, participación en ferias y actividades culturales de la ciudad…
Mi función es coordinar y supervisar el funcionamiento interno de la biblioteca, desde la compra de fondos hasta el estado de las alfombras, además de todos los proyectos presenciales y digitales, tanto dentro de la biblioteca como con otros departamentos, así como con otros Institutos, ya que el Goethe-Institut tiene centros en todo el mundo y muchas veces los Institutos realizan proyectos entre varios países. También soy la encargada de redes sociales para todo el Instituto, y, por supuesto, colaboro en funciones de préstamo y atención al público. Somos una biblioteca relativamente pequeña y al final todos hacemos de todo.
¿Cree que el trabajo de bibliotecario es vocacional? El problema de la “vocación de bibliotecaria” es que el concepto mismo de biblioteca y bibliotecaria está cambiando a marchas forzadas. Quizá antes si te gustaba el silencio, leer, y las estanterías organizadas podías estar predestinada para ser bibliotecaria (aunque no estoy segura de que esto haya sido así exactamente el algún momento). Ahora ser bibliotecaria incluye organizar actividades con niños, tratar con artistas, hacer equilibrios con presupuestos siempre menguantes, estar activa en redes sociales y tantas cosas más. Quizá lo que mejor caracteriza a una bibliotecaria hoy es su capacidad de adaptación e innovación, y para disfrutar de un entorno que cambia tanto, sí, desde luego, hay que tener vocación.
¿Qué fondos y servicios podemos encontrar en su Biblioteca y qué destacaría por encima de todos? En la biblioteca del Goethe-Institut Madrid (y las bibliotecas de todos los Goethe-Institut, en realidad) presentamos una imagen actual y diferenciada de Alemania, centrándos sobre todo literatura, artes, historia y sociedad. Disponemos de libros, revistas, periódicos, DVDs, CDs de música y toda una serie de recursos online, incluído el préstamo de materiales digitales a través de la plataforma Onleihe. Una parte muy importante de nuestra colección son los recursos dedicados a reforzar el aprendizaje del alemán en todos los niveles. También tenemos a disposición de los usuarios ordenadores con internet, WiFi gratuito, televisión por satélite alemana…
Destacaría dos cosas: la primera, el lugar en sí. Nos hemos esforzado al máximo en que nuestras instalaciones ofrezcan un ambiente agradable y estimulante para el estudio, la lectura y el descubrimiento.
Y la segunda, la gran presencia de traducciones entre nuestros fondos: literatura actual y clásica, historia, filosofía, largometrajes – no hace falta saber alemán para disfrutar de todo lo que ofrecemos.
¿Cualquier persona puede acceder a esa Biblioteca?¿Qué hace falta para hacerse socio o consultar sus fondos? La biblioteca es de acceso y estancia libre, cualquier persona puede acceder dentro del horario de apertura. Para sacar material en préstamo es necesario hacerse un carnet (basta con el DNI o pasaporte como documentación) cuyo coste oscila entre los 5 y los 22 € dependiendo del tipo de tarifa y el tiempo de uso. Muy importante: l@s alumn@s inscrit@s en algún curso del Goethe-Institut Madrid obtienen el carnet de biblioteca gratuitamente durante el curso.
¿Cómo ve el futuro de las Bibliotecas en España? Como dije antes, las bibliotecas son uno de los primeros lugares en los que se reflejan los cambios de la sociedad. En ellas se reflejan la precariedad, la falta de recursos, el desinterés por parte de las instituciones… pero también las ganas de cambio y de innovación, las alucinantes posibilidades del mundo digital, la colaboración entre personas y colectivos. Creo que las bibliotecas en España, a través de mil grandes y pequeñas iniciativas están demostrando que tienen mucho futuro y mucho que ofrecer.
¿Cómo definiría a la Biblioteca perfecta? ¡La mía! Jajajaja… Para mí, la biblioteca perfecta es un lugar que estimula la imaginación, la curiosidad y también el diálogo a través de sus fondos, su oferta de actividades y su espacio. Un lugar al que se acude no ya tanto para desconectar, que también, sino para buscar quizá esa inspiración que a veces nos elude en la vida cotidiana.
¿Qué actividades o proyectos desarrolláis en vuestro centro? Como mencioné arriba, nuestro espectro de acción es muy amplio. Desarrollamos proyectos digitales, de cooperación bibliotecaria, de promoción de la cultura. Unos ejemplos: en el mes de Abril tendremos un seminario con el título “Somos Biblioteca: compartir espacio, compartir talento. Iniciativas de participación ciudadana en las bibliotecas públicas”, en el que participamos junto a la Embajada de Estados Unidos, SEDIC y la Comunidad de Madrid. Las bibliotecas como lugar de participación ciudadana es un tema fascinante y muy actual, y nos encanta poder contribuir a una discusión internacional.
Otro proyecto con el que estamos muy ilusionadas es un proyecto que unirá diálogo en la red y arte digital para explorar cómo ha cambiado la percepción del “yo” en la era digital y en un contexto Europeo. Aún está en los comienzos y no podemos revelar mucho, pero pronto habrá más noticias…
También hemos cerrado hace poco nuestra colaboración con Ilustratour, un festival de Ilustración precioso con el que llevamos colaborando varios años y que nos permite presentar entre profesionales y público interesado a ilustrador@s aleman@s, y a su vez ofrecerles a los artistas la posiblidad de nuevos contactos y experiencias frucíferas.
Y esta es sólo una pequeña selección…
¿Qué cualidades cree que debe cumplir un buen bibliotecario? Como dije antes, sobre todo debe ser adaptable y no temer a la innovación, lo cual también implica no temer equivocarse. Al fin y al cabo, las bibliotecas son (también) lugares de aprendizaje y es bien sabido que con los errores es como más se aprende…
Otra cualidad muy importante es la absoluta convicción de que la cultura y el conocimiento son bienes de incalculable valor que deben ser accesiblesuniversalmente. Ese sigue siendo el núcleo de la biblioteca como institución y como concepto, más allá de todos los cambios.
¿Cree que hay que fomentar la lectura entre los jóvenes? Creo que hay que fomentar la lectura en general. Cuanto más se lea en una sociedad: padres, abuelas, profesores, médicos, DJ’s, políticas… Cuánto más se lea en la sociedad más querrán leer los jóvenes, y más lo verán como algo necesario. Creo que nos hace falta distinguir la información del conocimiento, la lectura profunda de la búsqueda rápida de un dato. Ambas cosas tienen su momento, y para ayudar en esa distinción están también las bibliotecas.
¿Se ha creado un estereotipo erróneo en torno a la figura de la Biblioteca y del bibliotecario? No sé si alguna vez existió el estereotipo de la bibliotecaria (siempre mujer) que está continuamente chistando para que se callen los usuarios. Y, aparte de los típicos clichés de cultura popular, no creo que ya nadie se lo tome remotamente en serio. Cualquiera que haya pisado una biblioteca sabe que las bibliotecarias (e incluyo aquí a los compañeros, claro) somos activas, modernas, sociables – vamos, ¡majísimas!
¿Mejoraría algo en el sistema bibliotecario? Desde luego, si pudiera, haría que todos los responsables de las instituciones y ministerios pertinentes, en todos los países, se dieran cuenta mágicamente de la importancia de las bibliotecas y les otorgaran al fin el lugar que se merecen – no sólo cuando se trata de alabarlas, sino también cuando se trata de reservar recursos para su desarrollo.
¿Tiene presencia la Biblioteca en la que usted trabaja en redes sociales? La biblioteca no tiene canal propio, pero todos los ámbitos de acción del Goethe-Institut Madrid se representan por igual en los canales de Twitter, Facebook y Youtube del Instituto.
¿Qué piensa del libro electrónico? ¿Acabará con el formato en papel? Para nada. Creo que ya está ampliamente demostrado que el papel tiene un largo y brillante futuro por delante, y que lo que tiene con el libro electrónico es una hermosa amistad. Ambos formatos conviven y convivirán cada vez mejor. Eso sí, es imprescindible que se facilite el préstamo de formatos electrónicos en las bibliotecas, ahí todavía hace falta mucha concienciación sobre todo por parte de algunas editoriales o conglomerados de editoriales.
¿Tiene proyectos en marcha? Personalmente, mi mayor proyecto ahora mismo es continuar haciendo de la biblioteca del Goethe-Institut Madrid ese lugar de encuentro, diálogo y reflexión, y sobre todo, darla a conocer entre personas que aún no la conozcan.
¿Alguna anécdota que contar? El día a día de las bibliotecarias está llena de anécdotas, las que más abundan en nuestra biblioteca son las que tienen algo que ver con la cultura alemana y sus diferencias con la española: desde el usuario que pide si le podemos explicar la saga de los Nibelungos en un minuto o menos, hasta los cinéfilos desesperados porque todas las películas alemanas son muy deprimentes, pasando por autores alemanes sorprendidísimos por el fenómeno de las firmas de libros en la Feria del Libro. “¡Es como el zoo!” dijo David Safier, muerto de la risa. Eso sí, se lo pasó pipa.
¿Qué piensa de Alquibla https://www.alquiblaweb.com, como página de difusión de la cultura? Me gusta doblemente: por dirigir la mirada a las bibliotecas, y por ofrecer, como quien dice, un remanso de paz en el mundo de internet, que a veces puede resultar muy estruendoso…