Javier Jiménez comienza su andadura como editor y director de Fórcola en 2007, una editorial independiente dedicada al ensayo y las humanidades.
¿Quién es Javier Jiménez? Un lector empedernido, sin medida y sin horario (duermo poco). A Javier Jiménez se le conoce desde hace tiempo en redes como Javier Fórcola, un editor entusiasta, incansable al desaliento y exigente con lo que publica.
¿Qué es Fórcola Ediciones y en qué año nació? Fórcola es una pequeña editorial con sede en Madrid (España).
Nace como sueño hace años, la constituyo como empresa en 2007, y comienzo a publicar sus primeros libros a finales de 2009.
Desde entonces, en estos cinco años recién cumplidos editando, hemos publicado ya más de cincuenta títulos, en cuatro colecciones, libros de no ficción, sobre historia, viajes, biografías, crítica literaria y ensayo en general. http://forcolaediciones.com/
¿Cómo definiría a Fórcola Ediciones? Una editorial de editor. Fórcola es mi casa y mi castillo, mi nave, mi proyección en el mundo.
Publico lo que quiero, según mi criterio. Y mi osadía es pretender que lo que publico guste a otros: esa es mi convicción, que los libros de Fórcola gustarán a ciertos lectores.
¿Cuántas personas trabajan detrás de Fórcola Ediciones y qué función desempeña cada una de ellas? Fórcola es una editorial invertebrada, nadie está en plantilla, ni el editor. Tiene una estructura mínima: el editor (hombre orquesta), un ordenador con conexión a internet y varias cuentas de correo electrónico, perfil en Facebook, cuenta en Twitter y una página web.
Todo ello, lo dirijo y controlo desde la mesa de mi despacho (en mi casa) o desde mi iPhone (que según mis sobrinos está ya muy viejo, porque ni cambio de modelo ni actualizo las aplicaciones).
Además del equipo base, mi familia, que supone un apoyo fundamental, son muchos los colaboradores de la editorial: los que me acompañan desde el principio son Silvano Gozzer en maquetación y diseño; Alberto Vicente, en contenidos digitales; Teresa Alba, en producción; y Susana Pulido, en corrección.
Luego se han ido incorporando otros excelentes colaboradores, como Gabriela Torregrosa (mi segunda correctora); el historiador Fernando Castillo es director de la colección Siglo XX… Además están mis traductores habituales, como Amelia Pérez de Villar, Mauro Armiño, David Paradela, Natalia Pérez-Galdós…
¿Qué podrían destacar de ella (de su editorial) como lo más significativo? Fórcola es una editorial de catálogo: la coherencia del mismo es nuestra brújula, y la calidad de lo publicado nuestra carta de navegación.
¿Qué tiene esta editorial que no tiene otra y por la que es imprescindible visitarla? No pretendemos haber descubierto la pólvora, ni tenemos la fórmula de la Coca Cola. De hecho, Fórcola tiene a grandes editores muy presentes como Jaume Vallcorba, Roberto Calasso, Jorge Herralde, Mario Muchnik o Jacobo Siruela entre sus maestros de referencia, y sus catálogos son siempre una inspiración. Aunque es la curiosidad lectora del editor, mi curiosidad, la fuente principal o el motor de la editorial.
Por lo demás, Fórcola será imprescindible para aquél que identifique su sensibilidad y curiosidad lectora con nuestros libros, con nuestra línea editorial. Quien ha leído un libro forcoliano suele repetir. Quizá seamos adictivos.
¿Piensa que es imprescindible la difusión a través de las redes sociales y las nuevas tecnologías, sobre todo, en el ámbito de la cultura y de la historia? Creo que son muy útiles, pero como medio, no como fin en sí mismas.
Fórcola ha estado desde su nacimiento conviviendo y participando activamente en redes sociales. Son un patio de vecinos más, tan interesante y cotilla como los demás.
Aunque que yo sepa, el boca-oreja sigue siendo el sistema más eficaz de prescripción lectora que existe. Si eso somos capaces de contarlo en 140 caracteres y trasmitirlo con cierto entusiasmo, las redes valdrán de algo. Si no, será mera pose o postureo.
¿Por qué el nombre de Fórcola para su Editorial? La fórcola es la parte más rara y hermosa de la góndola veneciana, hecha de madera dura, en la que el gondolero apoya, en la popa de la góndola, el remo para maniobrar. Una auténtica fórcola se talla, de forma artesanal, sobre la curvatura natural del árbol; por eso, no hay dos fórcolas iguales, como no hay dos libros iguales.
La «fórcola» es todo un símbolo del trabajo artesano del editor; la «fórcola» y el oficio que le da sentido, el del gondolero, han permanecido como referente del trabajo manual bien hecho, y me ha inspirado en la creación de mi propio proyecto editorial.
Así entiendo el trabajo de un pequeño editor que pretende construir un catálogo de referencia. Cada libro, cada proceso en la editorial, requiere oficio y artesanía.
¿A qué público va dirigida? A todo lector curioso.
¿Cómo podría promoverse la Editorial Fórcola dentro del mundo de las bibliotecas y de la cultura en general? Fórcola ha ido conquistando territorios en librerías y bibliotecas gracias a buenos profesionales, entusiastas con aquellos sellos editoriales que apostamos por la diferencia, por la calidad de los libros, por la originalidad y coherencia de nuestros catálogos.
En ese sentido, hemos tenido un incondicional apoyo de todos ellos. A su vez, la editorial va ganando visibilidad gracias a sus lectores, han sido los propios lectores quienes han facilitado el aumento de la notoriedad de la editorial.
¿Cuál es el futuro de su Editorial? ¿Seguirá creciendo? La verdad es que no lo sé, ¿quién lo sabe? Me preocupa hoy, el día a día: hacer bien mi trabajo, lograr coordinar bien a mis colaboradores, que den lo mejor de sí mismos, lograr vender lo suficiente para afrontar a tiempo los pagos…
Por supuesto, tenemos cerrada la programación de la editorial para los próximos años, y no dejan de surgirnos proyectos y líneas de trabajo. Ganas y arrestos no nos faltan. Creceremos, desde luego, pero no a costa de renunciar a nuestra coherencia y nuestro gusto estético.
¿Cómo ve el mundo literario y la cultura de hoy en día? Mi preocupación no es como, sino hacia dónde va. Sin los apoyos institucionales, sin las debidas y correctas campañas de fomento a la lectura, sin un buen sistema educativo, sin una buena y actualizada red de bibliotecas, sin una política de compras institucionales que fomente la diversidad editorial, sin una política de apoyo a la edición que refuerce ese ecosistema editorial diverso, sin un verdadero plan de apoyo a las librerías independientes, sin el debido y eficaz apoyo a los pequeños editores para la internacionalización de nuestros mercados, sin todo ello, pintan bastos a la pequeña edición.
¿Qué consejo le daría a una persona que quiere lanzarse a fundar una Editorial como la que usted dirige?Daría el consejo que me dieron: haz de lo que sepas, y hazlo muy bien; el resto, contrátalo y busca al que mejor sepa hacerlo. Por lo demás, que lo deje si no está verdaderamente vocacionado, entregado en cuerpo y alma a lo que hace.
¿Se siente plenamente satisfecho de su trabajo o cree que hay algo que se podría mejorar? Todos los días me propongo mejorar. La vida no es un «ya soy», sino un devenir, un «voy siendo».
¿Alguna anécdota que contar? Ayer recibí una tarjeta postal, metida en un sobre. La tarjeta estaba escrita a bolígrafo, a cuatro tintas, con una caligrafía descuidada e ingenua, y en ella una persona me decía que no tenía internet, que quería que le vendiese un libro de nuestro catálogo y que se lo enviase contrareembolso.
Lo que me enterneció fue la dirección que aparecía manuscrita en el sobre: «A la atención del máximo responsable de Fórcola ediciones».
¿Qué tipo de selección realizan a la hora de publicar un libro con vuestra Editorial, publicáis todo lo que recibís? Recibimos al mes varias decenas de manuscritos no solicitados. No es nuestra manera de trabajar. Cómo explicarme: No seleccionamos, como si visitásemos una feria floral y eligiésemos éstas o aquéllas para hacer un ramo de flores. Tampoco vamos a una tienda a comprar los ramos hechos. Plantamos nuestros propios rosales. ¿Me explico?
¿Qué piensa de Alquibla, https://www.alquiblaweb.com, como página de difusión de la cultura? El conocimiento mutuo de editores y profesionales de la biblioteconomía y bibliotecarios es fundamental, un elemento estratégico para el desarrollo y la consolidación de una cultura del libro, paso imprescindible pues para plantear y exigir a las autoridades políticas del libro y políticas culturales certeras y eficaces.
De ahí que plataformas como Alquibla me parezcan fundamentales. Enhorabuena por el proyecto.