Luz Gabás Ariño nació en 1968 en Monzón (Huesca). Los mejores momentos de su niñez y adolescencia también transcurrieron entre el pueblo de su familia paterna (Cerler, en el Valle de Benasque) y el de su familia materna (Serrate, en el Valle de Lierp).
Después de vivir un año en San Luis Obispo (California), estudió en Zaragoza, donde se licenció en Filología Inglesa y obtuvo más tarde la plaza de profesora titular de escuela universitaria. Durante años ha compaginado su docencia universitaria con la traducción, la publicación de artículos, la investigación en literatura y lingüística y la participación en proyectos culturales, teatrales y de cine independiente.
Quién es Luz Gabás? Una mujer como tantísimas, con su familia y su trabajo, a quien siempre le ha gustado escuchar y leer historias reales y de ficción.
¿Desde qué momento supo que se quería dedicar al mundo de la escritura?…Porque también ha ejercido como profesora en la Universidad de Zaragoza. Me gusta escribir desde niña. Me encantaban los deberes de redacción, escribía un diario, estudié letras… Me recuerdo siempre con un libro, un cuaderno y un lápiz. Un día, alrededor de los cuarenta, decidí centrarme en un proyecto muy concreto y dediqué todo mi tiempo libre a escribir Palmeras en la Nieve. Pensé que si no lo hacía entonces ya no lo haría nunca.
¿Cuántas novelas ha escrito y qué podría destacar de cada una de ellas? Palmeras en la Nieve fue la primera. Empecé con las anotaciones y la documentación en 2007 y se publicó en 2012.
Fue mi más sincero homenaje a muchos protagonistas de una época no tan lejana en el tiempo pero sí olvidada como fue la colonización española en Guinea. Mientras recorría España con la promoción fui diseñando la segunda novela, Regreso a tu piel, publicada en febrero de 2014.
Para mí esta segunda novela es muy especial porque, aunque el marco histórico recupera las ejecuciones por brujería por parte de los tribunales civiles y no eclesiásticos, trata sobre la vida, el miedo, la muerte y el amor eterno.
Sé de buena tinta y a pesar de sus 736 páginas que Palmeras en la nieve ha cosechado un gran éxito y no deja indiferente a nadie… Creo que era necesario contar esta historia. Miles de españoles dejaron parte de su corazón en aquella pequeña isla africana de Fernando Poo, actual Bioko. Por otra parte, la presencia española allí modificó la historia de sus habitantes. Era difícil plantear una novela en la que los diferentes puntos de vista aparecieran reflejados de manera equilibrada —pues al fin y al cabo yo soy una española blanca— y que el lector quedara atrapado en una historia que enseña y entretiene.
La historia está basada en vivencias de su familia, ¿dónde queda la realidad y la ficción? Es una novela, y por tanto, ficción en cuanto a las relaciones que se establecen entre todos los personajes, cada uno con un perfil muy concreto para abarcar el amplio abanico de personas que allí tuvieron que convivir.
El contexto socio-político es todo lo veraz que pude, teniendo en cuenta la confusa situación de una transición de colonia a país independiente. Las vivencias familiares me sirvieron sobre todo para el decorado y la ambientación pues tuve que reconstruir con palabras el día a día en una plantación de cacao llamada Sampaka y en una coqueta ciudad colonial como era Santa Isabel, actual Malabo, en los años 50 del siglo XX.
¿Le costó mucho describir los paisajes? ¿Viajó allí al lugar de los hechos? Me costó mucho porque hay cuatro escenarios en la novela: los Pirineos y la isla a mediados del siglo pasado y en la actualidad. Ni fui a Guinea porque del mundo colonial apenas queda nada y no es un lugar al que viajar con facilidad.
De todos modos, desde el principio quise plasmar aquella isla en la que vivieron otros, por lo que me centré en las sensaciones de otros, no en las mías, y creo que eso fue un acierto. No debía dejarme dominar por mis propios sentimientos.
¿Por qué escribe en segunda persona y luego cambia a tercera? Original, impactante y difícil a la vez… Palmeras en la Nieve comienza y termina en segunda persona porque algunos de sus personajes creen que hay algo más allá de lo que entendemos por real, como si los espíritus de nuestros antepasados nos guiasen.
Quería que hubiese un narrador que asumiera ese papel de observador externo que sabe qué les va a pasar a los personajes. Toda la novela está narrada desde la distancia. Hay alguien que lo sabe todo. También hay alguien que necesita saberlo todo. Así comienza el viaje de Clarence en el presente.
¿Cuál es su método de trabajo?¿Y su lugar preferido para trabajar? Primero selecciono la bibliografía, leo y tomo notas, lo cual me lleva varios meses. Luego diseño la arquitectura global de la novela.
Cuando la tengo clara, me siento ya a desarrollar las escenas. Siempre trabajo en el mismo lugar, que es mi despacho, un espacio amplio, tranquilo y caótico desde el que veo árboles, montañas y cielo.
¿Tuvo problemas a la hora de contactar con una editorial que publicara sus novelas? ¡Ya lo creo! Como no sabía cómo funcionaba el mundo editorial, hice una lista que comenzaba con las grandes editoriales y terminaba en la autoedición e iba tachando según me respondían o no.
Enviaba una carta de presentación y un resumen. En algunos casos envié el manuscrito. Recuerdo que fueron momentos duros porque aunque la ilusión mueve montañas, hubo muchos momentos de desilusión, y la espera resultaba muy larga y frustrante.
Tardé año y medio en obtener respuesta. Conclusión: por mi experiencia animo a los escritores noveles a que no cejen en su empeño. Las editoriales sí leen los manuscritos; otra cosa es que no encajen en lo que están buscando en un momento determinado.
¿Qué podría destacar de los personajes de sus novelas? ¿Se siente identificado con alguno de ellos? Coincido con las críticas en que son personajes de carne y hueso, consistentes, coherentes y verosímiles, y no de cartón. Me siento identificado con varios, porque tengo que comprender sus sentimientos para poder describirlos.
Creo que aunque proyectamos una imagen, o los demás nos ven de una determinada manera, el interior de cada uno de nosotros hierve con decenas de posibles yoes.
¿Qué es lo que desea transmitir en sus novelas? Más que transmitir, deseo que el lector se meta de lleno en una historia que le permita evadirse de su vida cotidiana. Imaginarse en otros contextos, acompañar a otros seres en su experiencia vital, compararse con ellos…
Tanto Palmeras en la nieve como Regreso a tu piel tienen un punto didáctico porque hacen reflexionar sobre temas desconocidos, pero creo que el lector está valorando más el hecho de quedar atrapado en las historias.
¿Pueden ser leídas por cualquier tipo de público? Yo creo que sí. En todo caso, quizás hay una barrera de edad. Aunque hay lectores muy jóvenes y maduros que leen de todo, por lo que me cuentan, es posible que el límite ronde los quince o dieciséis años.
También es verdad que alguna vez me han comentado el hecho de que como ambas novelas tienen un elevado tono romántico parece que están dirigidas a un público femenino, pero he de decir que he recibido numerosas cartas y comentarios de hombres a quienes ambas novelas han enamorado.
Yo creo que las historias existen para quienes quieran escucharlas, independientemente del sexo o edad. Más bien diría que depende del momento por el que atraviesa el lector y lo que le apetece leer en un momento determinado de su vida.
¿Cuánto tiempo dedica a documentarse, escribir, etc. y por dar finalizada una novela? En condiciones constantes de disponibilidad de tiempo, un año o año y medio para documentación y uno para escribir sin romper el ritmo. Es difícil dar por finalizada una novela. La releo decenas de veces hasta que no me resulta fuera de lugar ni una sola palabra, y aún así, siempre se escapa algo… ¡Menos mal que la editora pide el manuscrito un día concreto, si no, creo que nunca terminaría.
¿Le gustaría que alguna de sus novelas fuera llevada al cine? Palmeras en la Nieve está siendo llevada al cine por Fernando González Molina, quien está realizando un trabajo precioso puesto que ha captado el tono intimista y épico que creo que merece la novela.
Cuenta con un presupuesto altísimo y un reparto de lujo liderado por Mario Casas y Adriana Ugarte. Es un rodaje largo. La película se estrenará en diciembre de 2015. Me hace mucha ilusión, sinceramente. Para mí es como si Palmeras en la Nieve hubiese volado más allá de las tapas de un libro.
¿Siente admiración por algún escritor o ha tenido algún maestro? Siento admiración por muchos. A veces, cuando leo una novela que me gusta mucho, desearía haber sido capaz de escribirla yo.
Me encanta que esto me siga sucediendo, porque antes que escritora soy lectora empedernida y sigo siendo capaz de meterme en una historia sin que me despiste el análisis de cómo está estructurada o narrada. Por no dar un nombre concreto, resaltaría los románticos anglosajones como fuente de inspiración.
¿E-book o libro en papel? Para leer sin más y viajar, el e-book me resulta cómodo. Pero como suelo subrayar y hacer anotaciones, utilizo más el papel.
¿Qué piensa del trato que se tiene con la cultura en general en este país? Este es un tema complejo porque creo que ni debe existir solamente a base de subvenciones ni debe ser ignorada pues es el alimento del alma.
Una cosa sí tengo clara: si no se toman medidas contra la piratería acabaremos con ella y luego será tarde para lamentarnos. No podemos cruzarnos de brazos ante la creencia extendida de que si se puede conseguir gratis —es decir, robar—, para qué se ha de pagar por ella.
La cultura debe ser considerada una parte esencial de nuestra existencia, alrededor de la cual viven miles de familias, y hoy más que nunca está siendo maltratada.
¿Tiene proyectos futuros en mente? ¡Claro! El cerebro siempre está en funcionamiento y alerta. Pero las ideas deben madurar antes de sentarse a escribir. No se puede forzar una historia. Tiene que surgir, desarrollarse y madurarse con calma para que resulte auténtica.
¿Alguna anécdota que contar? Muchas. He recibido cartas preciosas que guardo para cuando sea viejita o haya pasado toda esta vorágine.
Me he emocionado en más de una ocasión, cuando de repente, en la otra punta del país alguien me ha dicho que él era el protagonista de Palmeras en la nieve, o cuando alguien con una enfermedad grave me ha agradecido que escribiera Regreso a tu piel por lo que le había ayudado, o cuando la comunidad Bubi de Madrid me preparó un encuentro entrañable e inolvidable…
¿Qué piensa de Alquibla, www.alquiblaweb.com, como página de difusión de la cultura?Una de las cosas más maravillosas de Internet es que permite que las ideas maravillosas de gentes lejanas estén al alcance de todos y eso es enriquecedor.
Desde cualquier lugar puedo aprender de otros. Sé que Alquibla tiene muchos seguidores y sirve de ejemplo. Hace honor a su nombre: enseña una dirección muy positiva hacia la que orientarse…
Pingback: Vanessa Gargallo creadora del proyecto Salamanchesa Cuentacuentos