El pasado 19 agosto 2014 tuve el honor de poder asistir a la exposición Fernando Pessoa en España que se exhibe en la Biblioteca Nacional de Madrid hasta el 24 de agosto 2014. Todo un honor haber llegado a tiempo y poder disfrutar de esta exposición.

La dimensión internacional del poeta portugués Fernando Pessoa (1888-1935) no ha dejado de crecer en las últimas décadas, hasta convertirlo en el escritor luso más universal del siglo XX y en un referente ineludible de la modernidad literaria en el mundo occidental. Creador de los célebres heterónimos, autor prolífico y mayoritariamente póstumo (el célebre baúl que dejó a su muerte contenía un legado de unas treinta mil hojas inéditas), Pessoa se ha transformado en una figura cuya sombra se extiende más allá de sus fronteras nacionales, con un protagonismo especial en la escena ibérica, que tanto le preocupó en diferentes fases de su vida.

Porque aunque es verdad que Pessoa, educado con claros referentes anglosajones, nunca se interesó demasiado por España y su cultura, también lo es que la proximidad geográfica de ambos países y el flujo constante de autores y proyectos a través de la frontera hispano-lusa favorecieron que la vida del escritor estuviese salpicada de relaciones con escritores españoles y de contactos con obras de nuestra cultura.

Por eso, la exposición Fernando Pessoa en España muestra el retrato múltiple de un escritor plural y su interés por España, en paralelo a la recepción que su obra ha tenido y tiene en el contexto de la literatura española, a través del papel de traductores y mediadores culturales.

Se traza, así, un camino de ida y vuelta por el que desfilan autores bien conocidos, como Miguel de Unamuno o Ramón Gómez de la Serna, junto con otros nombres menos divulgados, como Adriano del Valle, Rogelio Buendía, Isaac del Vando-Villar o Iván de Nogales.

Todos ellos, de una forma u otra, establecieron algún tipo de relación (física o epistolar, esporádica o fantasmagórica) con el autor de Mensaje y favorecen la recepción de su obra desde 1923, fecha de la primera publicación de unos poemas de Pessoa en España.

Ese bagaje personal, junto a su trabajo como traductor de textos españoles (tanto al portugués como al inglés) y a su relativamente breve pero intensa experiencia de lector de obras en castellano – según desvela su biblioteca personal -, convergen en los numerosos textos que Pessoa dedicó a reflexionar sobre el papel de Iberia en el ámbito internacional, como un nuevo imperio basado y amparado en la cultura.

Y ese discurso paralelo (el de las ideas sobre Iberia y su tantas veces difícil arquitectura interna) se convierte en una ayuda imprescindible para que el visitante de la exposición viaje por un siglo de la literatura peninsular de la mano del autor portugués y de sus interlocutores españoles, tanto durante sus años de vida como cuando, después de 1935, esta vida pasó a existir a través de la publicación incesante de nuevos libros y visiones sobre su obra.

Comisarios: Antonio Sáez Delgado, Jerónimo Pizarro.

Fernando Pessoa en España
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Editado en Alicante por Eva María Galán Sempere
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