En esta ocasión tengo el honor de entrevistar a Aitor Luis Larrabide Achútegui, Director de la Fundación Miguel Hernández, agradecerle su dedicación y su tiempo al responderme a estas preguntas y conocer a través de él un poquito más a Miguel Hernández.
¿Quién es Aitor Luis Larrabide Achútegui? Un bilbaino enamorado desde bien temprano de los libros viejos y de lo que ellos nos trasmiten a través del tiempo.
Actualmente ocupa el cargo de Director de la Fundación Cultural Miguel Hernández… Sí, después de que mi antecesor y amigo Juan José Sánchez Balaguer confiara en mí cuando fue nombrado director de la Fundación en marzo de 2002 y yo haya tenido el privilegio de trabajar a su lado. Un sueño y una ilusión continuada, ahora con otras responsabilidades de gestión.
¿Qué significa Miguel Hernández para usted? ¿Cómo lo definiría? Miguel Hernández forma ya parte de mi vida desde la adolescencia, y en serio desde que un día de septiembre de 1991 visitara por vez primera con mi padre y mi hermana la Casa Museo del poeta. Entonces se abrió una forma de vida que con el tiempo no se ha empequeñecido ni reducido, al contrario, hago más grande con la ayuda y estímulo de quienes me apoyan. Miguel Hernández encarnó las esperanzas e ilusiones de todo un pueblo y las cantó con corazón y pasión.
¿Qué actividades realiza en su centro? ¿Proyectos en marcha o futuros? Publicaciones, el Premio Literario, actividades de fomento de la lectura en colegios, investigación, etc. Las redes sociales y nuestra web son un buen aliado en todo ello. Estamos recopilando documentación para un libro sobre la censura y el poeta. Y dentro de unos meses, después del verano, saldrá un libro sobre Ramón Sijé que incluirá trabajos de referencia.
Cuenta Aitor además con diversas publicaciones escritas, así como una tesis… Bueno, es la parcela más querida para mí porque todo empezó con mi tesis, un estudio de recepción crítica de la bibliografía de Miguel Hernández. Dediqué siete años a ella, y mucho tiempo lo pasé en la Biblioteca Gabriel Miró y en otras bibliotecas. Pero también he dedicado trabajos a otros poetas muy queridos, como Ramón de Basterra, Pedro Garfias, Emilio Prados, Juan José Domenchina, etc.
¿Cómo alguien como usted nacido en Bilbao se involucra tanto en el poeta de Orihuela? Porque va indisolublemente asociado a mi vida por su poesía y su ejemplo de ciudadano. Y porque su obra me ha ido acompañando en este tiempo. Su mensaje es universal. He crecido y madurado con su poesía. Me he enamorado, me he desenamorado, he visto desaparecer familiares y amigos, he viajado y he vivido en ciudades donde siempre me he sentido acompañado por su obra.
¿Qué obra de Miguel Hernández en su favorita? Los poemas dedicados a su primer hijo muerto, incluidas en ‘Cancionero y romancero de ausencias’. Cuando era adolescente, los poemas amorosos de ‘El rayo que no cesa’. En mi etapa política, los de ‘Viento del pueblo’. Pero siempre vuelvo al primer poemario citado. Su mensaje es universal. He crecido y madurado con su poesía. Me he enamorado, me he desenamorado, he visto desaparecer familiares y amigos, he viajado y he vivido en ciudades donde siempre me he sentido acompañado por su obra.
¿Qué nos podría contar del Legado Miguel Hernández? El Legado del poeta lo gestionaban, con toda legitimidad, hasta hace poco sus familiares. Las decisiones que hayan tomado al respecto les competen sólo a ellos. Pero tienen también una gran responsabilidad para con quienes admiramos al poeta, tanto los presentes como quienes nos sucedan. Y debe prevalecer, en mi opinión, ese sentimiento por encima de cualquier otro, por muy válido que pueda ser.
Tienen también presencia en Internet y redes sociales…¿Lo ve indispensable hoy en día? En la difusión cultural hoy en día es fundamental contar con las redes sociales y una web actualizada y en nuestro caso es así. El pasado año 2013 tuvimos más de 643.000 visitantes. La accesibilidad es un potente aliado.
Realizan en su centro concursos, apoyan proyectos, etc.. Sí, ya he mencionado algunos proyectos y acciones encaminadas a la retroalimentación con los admiradores de la obra hernandiana. Son tiempos difíciles para el fomento de la cultura pero debemos acercarnos a ella porque nos hace más libres y más críticos y porque, sobre todo, nos hace mejores personas y más solidarias.
¿Qué es lo que desea aportar Aitor para su centro día a día? Sólo la pasión, el corazón, mi hernandismo militante que va más allá de una relación laboral. Pero también responsabilidad por la consciencia de gestionar bienes públicos y una memoria viva del gran poeta que fue Miguel Hernández. Nada más… y nada menos.
Creo que Gaspar Peral fue una gran influencia para usted, ¿podría calificarlo como su maestro? Bueno, más que maestro lo calificaría de un muy buen amigo, casi mi abuelo postizo, por encima de todo. Con él, ciertamente, he aprendido a querer un poco mejor al poeta y a ser paciente. Pero también he aprendido a ver las cosas con un poco de escepticismo y, a la vez, con pasión. Y mi bibliofilia se ha incrementado a su lado, desde luego. He crecido a su lado y forma parte, como Miguel, de mi vida.
¿Cree que Miguel Hernández es un poeta poco conocido en su tierra o que no ha sido suficientemente valorado? Creo que a pesar de todos los homenajes y del centenario de su nacimiento, el poeta no ha sido lo suficientemente valorado en ciertos ambientes y niveles. Y tampoco es conocido como debe ser. En estos tiempos su voz es más necesaria que nunca.
¿Qué piensa de Alquibla, www.alquiblaweb.com, como página de difusión de la cultura, bibliotecas, libros, etc.? Su labor es muy importante porque se acerca a espacios de libertad como son las bibliotecas, nos enseña a conocer y a amar los libros y a quienes se dedican profesionalmente a su difusión. Y la profesionalidad de la persona que gestiona la web junto con su pasión la convierten en imprescindible y en un auténtico lujo y orgullo para Alicante y provincia. Las bibliotecas son un reducto y un rincón donde anidan nuestros sueños y esperanzas en las voces y palabras de los que nos precedieron y de quienes seguirán lanzando al mar la botella con un mensaje de ilusión. Por todo ello, sólo me queda agradecer el espacio y atención prestados.