La sombra del ciprés es alargada primera novela de Miguel Delibes publicada en 1947. Tribulación que produce la idea de la muerte (sombra del ciprés), la angustia existencial y el premonitorio pesimismo de una vida obsesionada con ese pensamiento. El medio natural es el ambiente rural que acompaña al autor en casi toda su producción literaria.
Soberano resume así el argumento: <<De niño, don Pedro se educa en casa de un viejo preceptor en Ávila, la ciudad mística por excelencia.
El preceptor es un teórico del desasimiento, y el contacto con él en el ámbito de la ciudad amurallada origina en el muchacho una creciente preocupación por la muerte. La desaparición de un condiscípulo aumenta la lúgubre obsesión. Privado de su amigo, Pedro se jura no vincular jamás su vida a la vida de otro.
En el fondo, es un instinto egoísta lo que le mueve el miedo al dolor de la pérdida, el temor a sufrir una privación.
Cuando se hace hombre, Pedro elige la profesión de marino como impulsado por esa voluntad de independencia y cambio de horizontes.
Una mujer, Jane, llega a enamorarse de él y a enamorarle, pero el arisco prófugo se resuelve a dejarla: teme amarla y que se le pueda morir. Jane, obstinada en su afecto le recupera, sin embargo. Cásanse.
Y cuando Pedro parecía curado de su obsesión, ocurre que, pocos días después de casado, la muerte le arrebata a Jane, víctima de imprevisto accidente.
El pesimista por principio ve confirmada su sombría aprensión de la vida. Lo que siempre le había imposibilitado todo goce vital, la idea de que “fatalmente uno de los dos ha de enterrar al otro “se cumple”.
No falta ternura y realismo, y tampoco humor a pesar de ese duro fondo de pesadumbre que alimenta la permanente preocupación por la fugacidad de la vida y sus limitaciones.
Pedro sufre porque es sensible y la irrevocabilidad del pasado, y ante la sensación subjetiva del tiempo que solo encuentra refugio en la soledad. Como su matrimonio no arregla las cosas, solo la resignación se presenta como remedio.
En esa vida miedosa y despegada de todo afecto los esfuerzos por resolver el problema no sirven sino para verse torturado primero, para alejarse de esa necesaria fórmula de equilibrio después, y para terminar alargando la sombra del ciprés, es decir, añadiendo más muerte a la existencia.
Es para Nora <<un dilatado y reiterativo cuento filosófico, revestido de amazacotadas masas narrativas ochocentistas>>.
El propio Delibes le ha tildado de <<novela mediocre, de un libro balbuciente>> y añade con humildad: <<como muchas primeras novelas no es mala por lo que le falta sino por lo que le sobra>>. Pero la brillante carrera literaria que habría de llevar el novelista ha multiplicado los comentarios sobre ella.
Creo que voy a reescribir la primera novela de Miguel Delibes. Hay que actualizarla. Cambiaré la idea de ‘la muerte’ por ‘la resaca’. Me va a quedar genial.