En este caso entrevisto a una mujer, ayudada siempre por los consejos y contactos de mis amigos Pablo Carballido y Ariel Brito, conozco a María Olaran, gran conocedora del mundo de la catalogación y del formato Marc. Hoy amablemente María me concede esta entrevista.
La presencia de la biblioteca en las redes sociales da una imagen muy positiva de la misma en la sociedad.
¿En qué momento supo que quería dedicarse a las bibliotecas y a la documentación? Cuando terminé la carrera de Filología Árabe estuve desorientada buscando trabajos relacionados con mis estudios. La oferta que se me presentaba no me parecía especialmente interesante. Tengo una hermana bibliotecaria que me explicó las posibilidades laborales que tenía si decidía opositar. Me gustaron y a partir de ese momento me dedique de lleno a preparar las oposiciones.
¿Qué trabajos ha tenido relacionados con las bibliotecas? El camino elegido no fue fácil, tardé años en aprobar las oposiciones. Mientras tanto tuve la ocasión de trabajar como becaria en el Senado y en el BOE. Firmé contratos temporales para trabajar en la Biblioteca de Comercio, la Biblioteca del Jardín Botánico y la Biblioteca del Palacio Real. También me dedique a la docencia. Principalmente impartí cursos de catalogación organizados por el INEM en IEPALA, aunque pasé por otros muchos centros. Todos ellos sitios maravillosos que me aportaron multitud de conocimientos.
En enero de 1999 aprobé unas oposiciones de Ayudante de Bibliotecas en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), siendo destinada a trabajar en la Biblioteca de Humanidades. Casi al mismo tiempo comenzó mi actividad docente en el Departamento de Biblioteconomía de la Universidad Carlos III de Madrid. En 2008 aprobé las oposiciones de Facultativo de Bibliotecas en la UAM, pasando al poco tiempo a trabajar en la Biblioteca de Educación. Hace un par de meses comencé a organizar la colección del Centro Superior de Investigación y Promoción de la Música de la UAM. Desde 1999 compatibilizo el trabajo de bibliotecaria con el de docente.
¿Y qué me dice sobre la publicación de los manuales de catalogación? Los manuales, cuya publicación nunca hubiera sido posible sin la colaboración y aportaciones de Marta Martínez, no son sino un fruto de mi afición por la catalogación y mi pasión por la docencia. Se conciben como un curso de catalogación escrito, recogiendo detalladamente el día a día de las clases que impartíamos.
¿Cree que hay una forma única de catalogar? Más o menos. Siempre que se aplica un texto normativo se reduce mucho el abanico de posibilidades. Si no se dominan las normas de catalogación se aprecian grandes disparidades en los registros bibliográficos.
¿Se puede mejorar algo del formato MARC?¿Del ISBD? MARC es un formato muy bien diseñado para presentar la información bibliográfica, y está en continuo proceso de adaptación a la nueva normativa catalográfica. Su web está actualizada y es cómoda y accesible.
Hace dos años se publicó la versión definitiva de ISBD consolidada. Se trata de un texto muy denso y elaborado. Podría ser interesante una publicación hipertextual de su contenido para facilitar su consulta.
¿Cree que es una de las personas que más sabe de catalogación? En absoluto. En la Biblioteca Nacional de Madrid hay (y hubo) grandes profesionales a los que en numerosas ocasiones he consultado mis dudas.
Quizá si se pueda afirmar que soy una de las personas a las que más les gusta catalogar. La catalogación para mí es un hobby, una pasión, un juego.
¿Quién le enseñó a catalogar? En la catalogación hay que tener una serie de ideas muy claras, casi todas ellas relacionadas con la elección de los puntos de acceso. Tuve la suerte de que me las enseñara Isabel Nuñez, Facultativo de la Biblioteca Nacional. Sinceramente creo que no pude tener mejor profesora.
¿Qué piensa de la Biblioteca 2.0 y de su presencia en las redes sociales? La presencia de la biblioteca en las redes sociales da una imagen muy positiva de la misma en la sociedad. Cada vez se desarrollan más servicios 2.0, acordes a la misión de cada tipo de centro, para acercar la biblioteca a los usuarios. No hay que olvidar que a excepción de las bibliotecas nacionales y los centros nacionales de servicios bibliotecarios, la existencia de una biblioteca se justifica por sus usuarios.
¿A quién se dirigen sus manuales? ¿A los que se inician en la catalogación o a quienes ya tienen conocimientos en la materia? Los manuales pueden utilizarlos tanto personas sin conocimientos previos como catalogadores que necesiten reforzar un área concreta. En el primer caso tendrán que realizar un estudio secuencial desde el principio del libro, mientras que los que ya tienen conocimientos de catalogación deberán consultar exclusivamente aquel capítulo cuyo contenido quieran reforzar.
¿Qué piensa del sistema bibliotecario en España? Está bien articulado, distribuye bien las competencias entre los diversos centros. La Biblioteca Nacional y las bibliotecas regionales desempeñan correctamente su papel de cabeceras del sistema en sus respectivos ámbitos. Pero aún se necesitan muchas más bibliotecas públicas.
¿Qué ha aprendido y sigue aprendiendo de este mundo tan apasionante como es la biblioteca? Que nunca se deja de aprender. Que siempre hay que querer aprender y querer enseñar. Es un privilegio poder trabajar en una biblioteca.
¿Cree que se tiene una idea equivocada de la figura del bibliotecario? Por supuesto. Las personas ajenas a nuestra profesión no entienden que organizar y trabajar en una biblioteca pueda requerir una cualificación profesional. En las reestructuraciones de personal con frecuencia se destinan a la biblioteca a trabajadores sin la formación adecuada.
¿Cree que hay algo que mejorar en este ámbito? Tendríamos que hacernos oír con más fuerza. Quizá se requiera más peso de los bibliotecarios en la política.
¿Cuál cree que es el mejor programa automatizado para catalogar? Si se recupera la información el programa es bueno pero necesita una correcta parametrización y la carga de registros bibliográficos de calidad.
He manejado algunos sistemas integrados de gestión de bibliotecas pero Symphony es el que utilizo a diario, me parece bueno, cómodo y por eso me inclino a su favor.
¿Cómo ve la enseñanza de la catalogación en España? En España hay magníficos docentes de la catalogación. Muchos centros ofrecen cursos bien sea en el ámbito universitario, bien en asociaciones profesionales o en academias privadas.
El problema está en que en la mayoría de ellos se imparten contenidos obsoletos (formato Ibermarc, …) ignorando los principios y desarrollos normativos de los últimos años (FRBR, RDA, …).
¿Para cuándo un nuevo manual? Estoy en ello, y aunque me encantaría poder decir que para 2014, la experiencia me ha enseñado que los retrasos son inevitables, así que prefiero no concretar nada.
Un sueño, un deseo… Un puesto de trabajo para cada bibliotecario… ¡somos tan necesarios en la sociedad!
Duele ver que ya no se convocan oposiciones, que se limitan tanto las posibilidades. Por no hablar del cierre de bibliotecas, las reducciones presupuestarias, el continuo despido de interinos…
¿Qué piensa de Alquibla https://www.alquiblaweb.com como página de difusión de la cultura? Alquibla es útil, completa, actualizada,… Un proyecto interesante que dice mucho a favor de su creadora.
Algo que añadir…Elogiar y agradecer todas las iniciativas particulares y desinteresadas que se presentan en Internet con el fin de acercar y dar a conocer las bibliotecas, iniciativas como Alquibla o el grupo de Facebook denominado “Prácticas de catalogación”.
MIL GRACIAS POR TODO Y UN SALUDO,
María
Hola.
¿Qué pensará la entrevistada de la catalogación colaborativa? Algo así como una «catalogación 2.0», como ocurre con OpenLibrary.org
Saludos. Interesante entrevista.